Intermedio. {VHope}

Epílogo

Caminaba con rumbo fijo, decidido pero a su vez sin saber a donde ir, que hacer, cómo actuar o que decir.
Absolutamente nada coherente pasaba por su mente, solo el ferviente dolor que seguía instalado en su pecho y negado a salir de allí.
En cierto punto y de cierto modo se sentia perdido y estancado.

Cruzó los grandes protones de Hierro y caminó por el pavimento a  paso lento hacia su lugar de encuentro, Aún un poco dubitativo, porque queria estar allí y a la vez no, a la vez preferia no tener que pisar ese lúgubre lugar nunca, desearía no haber perdido a nadie jamás.

Siguiendo el camino indicado por el encargado del lugar y cuando se encontró frente a la persona, dejó escapar su dolor en forma de lágrimas, porque no era una persona en si quien esperaba pacientemente su visita.

Era una lápida.

Dejó el ramo de flores a un costado de esta, compró un par de claveles, uno de jazmines y otro de rosas blancas, porque en realidad no habia tenido tiempo de preguntar por sus flores favoritas.

Se quedó parado en su lugar, observando la piedra incrustada en la tierra, representando a lo que una vez fue una persona llena de vida, amor y esperanza.

Estuvo ahí por lo que fueron más de diez minutos pidiendo disculpas, Todos habian dejado en claro que él no tenía nada que ver con su muerte, pero aún así, la culpa lo perseguía constantemente.

Cuando sus ojos  y todo su ser se cansaron de llorar, limpió el rastro que habian dejado las lágrimas, como un simple recordatorio de su dolor.

Respiró profundamente y suspiró, soltando todo el aire retenido.

-Yo debo comenzar mi nueva vida- Habló en tono bajo, y lentamente como si eatuvise siendo retado.

-Vine a pedirte permiso- Aunque sabía que no lo necesitaba o que la persona cuatro metros bajo tierra no lo escuchaba, lo había dicho, porque era una forma de desahogarse y de quitarse un peso de encima.

Sonrió al imaginar la respuesta que obtendría, fue un tonto al pensar que no le permitiria ser felíz, aquella persona que jamás fue egoista, que lo amaba, estaria orgullosa de él por comenzar de nuevo.

Al sentirse libre, por segunda vez en su vida, salió del lugar no sin antes dar una reverencia y agradecer por todos los momentos vividos juntos, por todo lo que habia hecho por él.

Regresó a su casa y comió de una forma rápida mientras Jin lo observaba asombrado, el carisma de su pequeña esperanza había vuelto.

No dijo nada, le alegraba en demasía verlo realmente feliz nuevamente, se lo merecia, era un luchador.

-¿Estás apurado?- preguntó luego de beber un sorbo de su jugo natural y limpiar delicadamente sus labios.

-Si, tengo práctica en unos minutos-

-Bien, es bueno que retomes tus practicas Hobi, suerte- El pelinegro agradeció y subió corriendo las escaleras para cambiarse de ropa, cuando estuvo listo bajó corriendo y salió por la puerta.

Pero antes de dar un paso su hermano lo llamó.
-Hoseok No corras en la calle- gritó frustrado a lo que Hobi rió divertido.

Colocó sus auriculares y la música que tanto amaba comenzó a sonar, caminó a paso rápido entre las personas, esquivandolas con agilidad y luego cruzó.

Aquella avenida que Por un tiempo lo habia atrapado, aquel lugar horroroso, que había interrumpido su vida por más de dos años, se extendía en todo su esplendor, pero ya no mas, armandose de valor puso un pie en la calle, sintiendo como todos sus nervios actuaban rápidamente y también recordando, porque en esa calle también habian buenas vivencias.

La música a su tope no le permitía escuchar su entorno, las voces que le llamaban y tampoco las vocinas.

Amarillo.

Rojo.

Un par de brazos le atraparon fuertemente y le hicieron retroceder.

-¿Qué?- preguntó confudido cuando estuvo sobre la acera nuevamente.

-¿Acaso quieres dejarme viudo a tan corta edad? Tonto- Puchereo su infantil novio con el ceño fruncido.

-Lo siento Tae~ No volverá a pasar- el nombrado se cruzó de brazos, no le creía en absoluto, Hoseok siempre iba corriendo para todos lados.

-No te creo, deberías quitarte tus audífonos por lo menos- Su mayor asintió sacando su conexión del mundo de la musica de sus oidos.

-Lo siento pequeño, pero estoy seguro que si vuelve a pasar me liberarias nuevamente ¿Verdad?

-Verdad- asintió Taehyung tomando la mano de su novio y cruzando una vez más, pero esta vez la luz estaba en verde.

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AHORA SI, Final de los finales y no hay otro señoritas 7u7r

Muchas gracias a todas mis niñas amorosas que leen esto, aprendí lo que es el amor com ustedes.♡♡

Esto se acabó aquí, espero les haya gustado, porque a mi me encantó, no es por que lo haya escrito yo... Para nada.

Nos leemos en el próximo fic mis dulzuras.

Los Naranjeo~♡
#SraJung