Intermedio. {VHope}

>>10<<

-Tae~ le llamó una voz femenina sacudiendo un poco su adormilado cuerpo, al abrir los ojos se encontró con Bunnye y una gran sonrisa adornaba su rostro. Se acomodó con ayuda de esta y talló su rostro, el sueño invadia cada pliegue de su piel y todo su interior, no supo en que momento se durmió pero sabia que no habia sido lo suficiente.

-¡Por dios! ¿que te sucedió?- preguntó la chica horrorizada, Tae tomó su celular y se vio en el reflejo de su pantalla apagada, si, se veia horrible, con sus mejillas hinchadas y los ojos rojos, aguados e inflados por tanto llanto, pero al final de cuentas todo iba a terminar, creyó que no deberia de importarle menos, despues de la amena charla de la noche anterior, nada le impotaba,  ni el ardor de su garganta, ni el escosor en sus ojos, ni el fuerte dolor en el pecho o el estomago revuelto, nada, porque todo acabaria pronto

-Voy a morir, ¿deberia importar mi apariecia? Tal vez deba dejar una buena imagen... ¿Tu que piensas?- apartó la vista de su reflejo y observó el rostro descompuesto de su amiga.

-Tae, no bromees con eso por favor- bajó la vista y clavó sus ojos en la sabana, queriendo que esta lo envolviera y se lo tragara, queria desaparecer, era un idiota. -Lo siento Bunny, no volverá a pasar- Esta no respondió pero en cambio lo fundió en un abrazo calido.

-Sabes, necesitamos hablar- dijo timidamente la chica luego de dejar de apretar a su amigo entre sus brazos, Tae asintió rapidamente -Si es respecto a lo que dije ayer, yo no-

-Tae, calla, deja que hable- con esto los nervios del nombrado aumentaron, ¿Que tal si ella correpondia sus sentimientos equivocos? -TaeTae, Tal vez es por la situacion que estas pasando, pero Esas confundido.. yo, yo se que no te gusto.. yo lo siento pero, no puedo corresponderte- terminó la frase y observó detenidamente cada reacción de su mejor amigo.

-Lo se, Estaba con mis neuronas algo revueltas, lamento haberte hecho pasar por esto- se disculpo y finalmente sonrió al observar que su amiga asentia algo divertida.

La puerta se abrió y Por ella entró Seokjin un poco más decaido de lo normal, Tae quiso saber pero obviamente no iba a entrometerse con Hyun-ah ahí, más tarde le preguntaria.

Su amiga se quedó toda la tarde practicamente, mientras jugaban lo que seria su ultima partida de cartas vio a su madre entrar por la puerta e ir directo a el.

-¿Mamá? ¿Pasó algo?- esta asintió efusivamente, feliz, emocionada y con muchos sentimientos positivos dentro de si, no sabia que decir o como comportarse en aquel momento de pura felicidad.

-Tae encontramos un donante- Con solo esas palabras sintio como su alma volvía a su cuerpo, no podia aceptarlo completamente, no habia comprendido nada despues de aquello, solamente que su madre sonreia mientras lloraba y que la abrazaba, junto a su amiga y que Seokjin a pesar de estar sumamente deprimido porque desconectarian a su hermano, se permitió una sonrisa sincera para aquel chico que se lo merecia.

Y entre emociones y llantos de felicidad, salieron de la habitación con la excusa de que irian a agradecerle a la persona que le alargaria la vida al chico.

Llegaron hasta el pasillo más profundo del lugar y se pararon frente a una puerta doble, Taehyung se paró a un lado de los medicos situados a un lado del corredor sin entender mucho de la situación.

-Mamá ¿Que hacemos?- preguntó totalmente perdido.

-Esperamos a que salga cariño- hablo esta acaricindo el cabello de su hijo, este iba a preguntar, porque ahora estaba aún mas desenfocado en toda la situación, pero no fue necesario porque al abrirse las puertas frente a ellos todos los medicos, incluyendo su madre agacharon su cabeza en una reverencia, él solo pudo quedarse congelado en su lugar, no podia mover un solo musculo.

No iban a saludar a una persona, más bien a despedirla.

Cuando la camilla pasó por enfrente de él, soltó un "¿Puedo?" y el enfermero asintió destapando el rostro de la persona inerte, aquella persona que ya no era el diablo en persona, aquella que se habia convertido en ángel.

Se acercó a su rostro y besó sus parpados, al tiempo que las lagrimas mojaban el rostro del difunto, al alejarse dió una reverencia con sus agradecimientos acompañados.

"Gracias por compartirme sus conocimientos y una parte de usted"