corazón que no siente

catorce

el resto de los días tuvimos que hablar por llamada.

y no está tan mal

salvo que mamá se lleva la peor parte cuando llega la factura del teléfono.

anoche, de madrugada, me llegaron los gritos:

que la vaga de tu hija se consiga un trabajo y use su dinero para mantener sus cosas, que yo no tengo por qué pagar por esta mierda...

me importa un carajo que sea menor, a su edad yo me conseguía lo mío.

se piensa que puede hacer lo que quiere y está muy equivocada; todos estos años la haz educado para la mierda. es una malcriada. no la pienso dejar salir más de esta casa hasta que haga algo útil...

te llamé a pesar de la hora, sabiendo que no ibas a contestar.

solo necesitaba escucharte en el buzón de voz.