Tu ausencia en el colegio.
La primera semana no me preocupé tanto, pues conocidos tuyos habían dicho que estabas de viaje con tus padres.
Pero, la segunda semana...
Mientras ensayábamos, comenzaron a esparcir ciertos rumores de que habías sufrido un accidente.
Jun, no sabes como sufrí. Lloré toda la semana, me sentí tan tonto al no poder obtener nada de información sobre ti y tu estado. Lo que más anhelaba en ese momento era tu bienestar.
Comenzó la tercera semana y decidí ir a la biblioteca como lo hacía de costumbre todos los lunes; Al ver el asiento que siempre ocupabas vacío no pude evitar llorar, no me importó que la gente me mirara extraño, sólo me importabas tu.
Sentí unos cuantos roces sobre mi hombro, lo que hizo que me incorporara sobre el asiento y terminara encontrándome con la mirada de un chico.
"Está libre, ya me iba." Dije mientras tomaba mi mochila y me ponía de pie.
El chico sujetó la manga de mi sudadera lo que me sorprendió.
"Hyung está bien, si es lo que te preocupa" Soltó una leve risa "Mmmm, quizá él no lo haya notado, pero créeme que yo no soy tan tonto y sé que sientes algo por mi amigo"
En ese momento sentí mis mejillas enrojecer, sin embargo, también las lágrimas comenzaron a resbalar por estas. Me sentí realmente estúpido.
"¡Oh! No llores, tranquilo" Se acercó a mi y con la manga de su suéter comenzó a secar mis lágrimas. "No le diré a hyung, tranquilo."
Tu amigo era realmente amable, se ofreció a acompañarme hasta mi casa. Su nombre era MingHao, él me contó cosas sobre ti durante el camino a casa.
Al final terminé riendo al saber que tu accidente se trataba de una fractura en tu brazo por haber intentado hacer un paso de baile.
