Miss Peregrine y los niños peculiares. "No sabía que era peculiar".

Capítulo 7: Una noche peculiar.

Trate de continuar por mi camino, hasta que me detuve en seco y sólo se me ocurre una cosa, libertad, ya no tengo miedo, no quiero ocultarme más, quiero soltarlo a más no poder.

-¡WUUUUUHUUUU!- grite con todas mis fuerzas que podía contener, primero me transforme en un buitre que se dirigía hacia el cielo en línea recta, pero la altitud comenzó a afectarme y me transforme en aire para llegar lo más alto posible, llegue a un punto en que no di más, volví a ser yo normal y me deje caer directo hacia el suelo, cerré mis ojos deseando que ese momento durará para siempre, sentir tanta adrenalina en mi era increíble, todo lo que descubrí me liberó de las cadenas mentales que llevaba conmigo desde niño, abrí los ojos y sólo faltaban unos 50 metros para llegar al suelo, entonces me transforme en un águila calva para sólo planear sobre el océano, tocando la superficie mientras planeaba, me eleve unos dos metros y me dirigí hacia la tierra, encontré un pequeño barranco y se me ocurrió una idea, me convertí en un leopardo, corrí todo lo que pude hasta que llegue al borde y salte, me fui en picada hacia el agua, apenas la toque, me transforme en un tiburón blanco, nadando rápido y firme, decidí cambiar y me transforme en agua para ir incluso más rápido, en ese momento no me importaba nada, sólo desatar aquello que contuve toda mi vida

Salte del agua y cambie de nuevo, era un pequeño y simple petirrojo, me dirigía hacia el hotel de inmediato, me entretuve durante horas en mi momento de libertad, apenas llegue al hotel, decidí mirar por la ventana del piso de abajo, mi padre estaba en la barra platicando con unos hombres de la isla, mi madre no estaba y tampoco mi hermana, así que fui al piso de arriba y ambas estaban hablando.

-Tenemos que irnos pronto, tu padre esta empeorando- decía mi madre con cara de angustia.

¿Que tal si nos vamos ahora mismo?, sólo necesito buscar a Edgar, sera sencillo, además estuve practicando con...- decía mi hermana.

-¡No!- la interrupio mi madre asustada - es muy peligroso, esta isla es pequeña, te descubrirán... el problema es que hoy los botes que sobran para salir de la isla no están disponibles y mañana todos los botes saldrán de pesca, nos iremos en dos días sin falta- eso me asusto tanto que solté un pequeño chirrido desde la ventana, eso les llamó la atención.

-Mira, es muy lindo- decía mi hermana, intento acercarse y hablarme -ven pequeño, no te haré daño- salí volando aparentando irme lejos, pero enrealidad di una vuelta de regreso a la ventana ocultandome escuchando la conversación y averiguar más. Sólo dos días, viaje kilómetros de distancia y espere casi un mes para encontrar mi época y lugar en el mundo, ahora sólo tengo 2 días para despedirme de mi querida familia, se que los conocí hace unas horas, pero ya los quería como la familia que nunca tuve, una familia peculiar, -¿pero que hacemos con Edgar?, no lo veo desde la mañana que se fue a la costa-.

-No te angusties, ya aparecera, no puede ir muy lejos- siguieron hablando y decidí transformarme en humano de nuevo para pasar por la puerta y encontrarme con mi padre consciente, no estaba ebrio, de hecho, nunca lo estaba, subí y mi madre y hermana aún estaban de pie y notaron mi presencia- Edgar, ¿donde estabas?, desapareciste toda la mañana y hasta ahora apareces- exclamó mi madre muy angustiada.

-Lo siento, sólo me fui a pasear por la isla... ¿de que estaban hablando?, oí voces cuando subía- pregunté arrepintiendome de hacerlo pues ya sabía la terrible respuesta.

-Sólo hablábamos de irnos en dos días, lo que me lleva a la siguiente pregunta, ¿de donde sacaste la terrible idea de venir a una isla en medio de la nada?- replicó mi madre, me encontró con la guardia baja, no sabía que responder.

-Encontré un folleto en la calle cerca de nuestra casa, decía que aquí era un buen lugar para relajarse y observar aves- respondí un poco acelerado.