×1×

984 147 99
                                    

¿Alguna vez han sentido como ven algo tan increíble, tan impresionante que no pueden evitar quedarse viendo como si estuvieran hipnotizados? Pues justamente ahora estaba así nuestro protagonista.

Hunter se resguardaba del calor en la nueva pista de hielo que inauguraron cerca del campus, sentado siempre lo mas cerca de la pista para poder sentir mas el frío del lugar. Así como para poder apreciar a aquel chico mejor.

Patinaba con una gracia y un encanto que maravillaban hasta a los que iban a patinar ahí. Muchos tomaban vídeo pero a escondidas, pues según había escuchado, ése lindo chico pelirrojo había dicho que no quería que lo grabaran pues era "tímido". Por favor, ése chico era todo menos tímido.

Ése chico era Gabriel Chandler, el más popular de todo el instituto. Una perra total, decían muchos, pues no había estudiante que no se haya metido con él —tal vez si lo había, después de todo Hunter era uno de esos—, era como un niño mimado trayendo ropas extravagantes, fumando cada que podía en sus descansos, yendo de aquí a allá con sus amigos populares siendo el centro de atención con sus sonrisas falsas y anécdotas tan absurdas que sólo le pasaba a niños ricos. 

Y es que no lo entendía, como, con ese pequeño resumen de la persona que era Gabriel, podía patinar de una manera tan preciosa, como si fuera un precioso pero triste angel que entre deslizamientos en el hielo y saltos —que reconocía perfectamente como "doble Axel" gracias a lo poco que sabía— derramara las silenciosas lágrimas que en su día a día no derramaba para mantener su apariencia de ser perfecto. 

Hunter no era analítico, pero se notaba perfectamente como ese niño mimado dejaba esos sentimientos negativos en su patinaje, ¿sino por qué pondría esas expresiones tan tristes la mayor parte del tiempo? Y lo admitía, si que lo admitía, se la pasaba admirando aquel rostro tan perfecto, libre de asquerosas espinillas y vello facial cada que iba a ese lugar. Le tenía hechizado. No lograba entenderlo, pues normalmente odiaba a los de su tipo. 

— ¡HEY! — Un grito lo despertó de sus pensamientos. Gabriel había patinado hasta donde estaba Hunter. Genial, lo descubrió observándolo. — ¿Sabes? Normalmente amo que todos me vean, sin embargo me está dando algo de asco que me veas todos los días fijamente, ¿no tienes nada mejor que hacer?

Oh, ahí estaba lo que tanto odiaba de él. 

— ¿Como ir a ver a mi hermano menor? Por supuesto, pero estoy aquí gracias a que me da asco el calor. — El chico de cabellos rojos y notablemente suaves como hebras de seda tan sólo rió con burla, mas no dijo absolutamente nada, como si esperara a que Hunter sacara mas plática. — Es raro que un mocoso popular esté solo, ¿o es que te volviste a acostar con el o la novia de alguien y ahora se han separado de ti?

— ¿Enserio te crees ese rumor? Esa perra básica enloqueció, yo ni ganas tenía de que ese asqueroso cerdo estuviera cerca de mi. — Se recargó en la pequeña pared que los separaba, dándole una sonrisa juguetona ahora. Sus cabellos parecían pegarse al rostro, a Hunter le daban unas ganas de quitarlos pero prefirió seguir solamente seguir el juego. — Además, no creí que un chico "dark" hiciera caso a los rumores~

— Así como tampoco yo creía que un chico popular podía patinar de una manera tan agraciada y triste como lo haces. — Gabriel quedó en silencio. Hunter sintió que la había, en pocas palabras, cagado. — Creo que es hora de irme...

— ¿Triste? 

— Un día llegué a ver que llorabas. Pensé... Que tal vez estás patinando para poder dejar tu tristeza de lado y ser ese niño presumido que eres. — Por alguna razón sentía que Gabriel iba a golpearlo. A reclamar sobre el por qué estuvo analizando sus sentimientos al patinar. 

The Me Inside of Me [HorrorLust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora