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Hunter ése día había faltado a la práctica. Gabriel no iba a decir que estaba preocupado, en absoluto, pero... Estaba preocupado. Hunter aun por mas dormido que esté o aunque diga que no le daban ganas de nada siempre estaba ahí sin falta. ¿Le habría pasado algo malo? ¿Le habría pasado algo malo a su hermano? 

Tenía su teléfono pero tenía un mal presentimiento. No quería hacerle caso pero no podía evitarlo. Se estuvo todas las dos horas que duraban sus clases para ver si llegaba pero no, ni una señal de vida de su Hunter. 

Una vez se dio la hora de ir a clases lo buscó de rojo por todas partes, escuchaba los rumores a ver si alguno decía algo de Hunter. Nada. ¿No había ido al colegio? Pronto contactó al chico que siempre tenía información de todos de una manera u otra: Ian. 

— ¿Si Gabi? — Fue lo primero que dio cuando vio a Gabriel frente suyo. — Es raro que me buscaras... ¿O-Oh es que acaso quieres...?

— No quiero volver a tener sexo contigo Ian, necesito que me digas si Hunter Dean vino el día de hoy a la escuela, si lo viste en alguna parte hoy, algo... — Intentó ocultar su preocupación, aunque éso para Ian no pasó nada desapercibido. 

— ¿Por qué justamente Hunter Dean de todos los que pudiste mencionar? Digo, nunca los he visto hablando... O bueno sólo una vez los llegué a ver de reojo yéndose juntos pero nada mas, creí que sólo se habían encontrado o algo así...

— Sólo responde, ¿si o no lo has visto? ¿O quieres que le diga a tu adorable Eric que gimes de una manera tan adorable así como decirle sobre todos los puntos en los que él te puede hacer gritar del placer? 

— ¡E-Escuché de Eric que había tenido un problema familiar así que no pudo venir el día de hoy! Le llam-mo a uno de sus profesores para avisar... — Eso hizo preocupar mucho a Gabriel. ¿Un problema familiar? ¿Su hermano estará bien? Por que bien una vez le había dicho que sus padres no le importaban tanto pero su hermano era su prioridad... — ¿Gabi?

Ni siquiera le agradeció ni se despidió, simplemente salió corriendo a su auto. Ésta vez si llamó a su teléfono, sólo que para su mala suerte no contestó. Volvió a llamar. No contestó. Puso el teléfono en altavoz una vez se puso a manejar en dirección a casa de Hunter. No contestó en todo el trayecto. Una vez llegó a su casa y tocó la puerta una de las vecinas de Hunter salió para decirle que Hunter había salido desde temprano al hospital. ¿Cómo lo sabía? Él personalmente le había dicho/gritado antes de subirse al auto para que cuidara su casa.  

Era una lástima que no supiera a cual hospital ir. Se sentía completamente mal, ya ni le importaba si estaba desarreglado o si alguien de la escuela le veía, no le importaba nada mas que Hunter. Era extraño, pero había desarrollado cierto apego hacia ése chico desde el primer día. Nunca le había pasado.

Regresó al único lugar en el que podía ser él mismo: La pista de patinaje, aunque su celular no lo dejaba de lado por si a ese idiota se le ocurría devolver una de las tantas llamadas que le hizo. Su entrenador tan sólo le dijo que podía patinar cuanto quisiera, y como le veía algo alterado también le dijo que si quería podía decirle, ambos eran amigos desde hace tiempo y era normal ayudarse el uno por el otro. Pero Gabriel sólo sonrió y empezó a patinar.

— Hunter... ¿Estarás bien...?— En eso su celular sonó. Era Hunter. Casi se caía al patinar. — ¿¡Hunter!?

— Diez llamadas perdidas tuyas, ¿qué eres, mi ma—

— ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Tu hermano? ¿P-Por qué no fuiste capaz de enviarme siquiera un mensaje? — No escuchó respuesta, ¿había preguntado algo malo? Ay no, que fuera todo menos algo malo. 

— Tonto. Mi hermano tuvo un pequeño ataque, dicen que antes de que yo llegara él no podía respirar... Convulsionaba y joder, fue horrible ver lo siguiente... — Su voz sonaba rota, le dolía y realmente quería estar ahí con él. — Pero todo está bien ahora, de hecho se quedó dormido luego de que le conté un cuento... Y lo siento, supongo, por no haber ido a la practica... 

— Es un alivio que esté bien... ¿Y tú, dónde estás? ¿Cómo... Cómo estás? — Silencio. — ¿Hunter...? Hunter te estoy hablando, respóndeme idiota... Hunter... No me preocupes así...

Estaba a punto de llorar, ¿por qué? Él no tenía razón alguna para llorar, muy pocas veces lo hacía y por un idiota como Hunter no valía la pena llorar. Sintió un pequeño golpesito cerca de su nuca por lo que pronto volteó totalmente enojado viendo que quien le hizo eso... Era nada mas ni nada menos que Hunter.

— ¿Así que te preocupo, niño tonto? — Gabriel no sabía que decir, tan sólo se giró para darle pequeños golpesitos en el pecho, Hunter lo único que hacía era reír. —Hey...

— Eres un idiota, si siquiera me hubieras dicho no me hubiera preocupado tanto por ti, me tenías tan mal que... ¡Uggh! Eres un verdadero horror de persona, ¡a partir de ahora te diré Horror por eso, porque eres un horror de ser viviente! — No pudo seguir con sus golpes pues Hunter le había abrazado, sorprendiéndolo por completo. — ¿Hun—

— Lo siento. — Por alguna razón Gabriel se ruborizó ante aquella disculpa. Al levantar el rostro notó que Hunter también estaba así, sonrojado... Con una expresión algo triste. Sin poder evitarlo correspondió el abrazo.

— Has de haber sufrido mucho al ver a tu hermano así... Yo debería ser el que se disculpe por enojarme por nada... 

Y así se quedaron por un rato, algunos los veían de reojo e incluso un fotógrafo que estaba por ahí les había tomado una foto por lo adorable que se veían. Luego de separarse los dos no practicaron, sólo... Se habían puesto a patinar juntos, demostrando cuanto Hunter había avanzado gracias al pelirrojo.

The Me Inside of Me [HorrorLust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora