Honey×Trois

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"Eres tan perfecto"

Su compañero siempre fue bien parecido, jamás lo negó, pero llegó en un momento en que esa belleza se multiplicó y ahora lo veía tan atractivo, tan perfecto

Perfecto físicamente, estaba en forma, sus orbes hacian juego con sus cabellos, se veía tan bello y acompañado con ese carácter fuerte y persistente, lo veía perfectamente atractivo

Llegó un punto en que se sintió tan inferior a él, que nunca estaría a su altura, que jamás sería merecedor de él, que debía ser tan perfecto como él para poder estar con él

-seré perfecto... te lo prometo Honey... -se dijo aquella noche que contemplaba a su amado durmiendo en su respectivo colchón

El día siguiente fue donde él cambió

Se levantaba más temprano para arreglarse mucho más. Cremas para la piel, acondicionador, shampoo, esmalte. Era como una mujer arreglandose por las mañanas. Bueno no está tan lejos de la realidad, sinceramente
Su ropa estaba impecable, su piel más radiante que nunca, su postura perfecta, sus lentes limpios a más no poder

Estaba más atractivo que nunca

Ese día, al salir de su celda, no había persona que no se le quedase viendo, pues ¡joder! ¡se veia tan perfecto y todos lo sabían!
Le adulaban, le tiraban piropos, le decían lo perfecto que se veía

Todos menos él

Solo se había limitado ha decirle un "buen día" sin mencionar su apariencia, y eso le frustró
¿de qué servia el hecho que cada persona te diga que eres perfecto si él no te lo dice? Ese era su modo de pensar. Necesitaba que Honey le dijese que era perfecto, que se lo diejra sin rodeos. Hasta entonces, él es imperfecto

-no me detendré... -se dijo así mismo- seré perfecto, seré atractivo, como tú.. ya lo verás...

~●~

Los días pasaron a ser semanas y luego a meses, en todo ese lapso, el prisionero de cabellos agua y lentes se había vuelto el ser viviente más bello de toda la prisión, compitiendole el lugar al guardia de cabellos azulados

No habia día en que no escuchara algún cumplido por su apariencia, pues estaba bellísimo. Y era de esperarse, pues se cuidó muy bien con cosméticos que le regalaba su guardia de sexualidad dudosa

Aun asi, NUNCA escuchó una palabra de su amado pelimorado que solo le miraba y hablaba de un tema totalmente alejado de su apariencia y eso le frustraba

No quería nada de sus pretendientes, no no, quería a su amigo, amaba a su amigo, quería llamar su atención, quería llegar a su nivel, mas no lo lograba

¿qué más podía hacer?

Cremas, shampoos, perfumes, dietas, NO HABIA COSA QUE ÉL NO HUBIESE PROBADO ANTES
Su deseo aun no acababa, no se detendría hasta ser perfecto

-¿y si...? -se dijo a si mismo mirando al vacío por unos momentos mientras pensaba en la llave para ser bello

En la enfermería, había un aceite especial, o eso le dijo el doctor chino. Dijo que hacía milagros, que era hecha por dioses
Entonces, lo intentaría. Al fin y al cabo, no tiene nada que perder

-¿verdad? -dijo para despues clavarse en el rostro aquella jeringa y comenzar a inyectarse aquel líquido grasoso

Se sentía raro el como se transportaba en su rostro, como se llenaba de líquido viscoso, como lo inundaba la belleza

No acabo de inyectarse todo cuando se sintió mareado, con náuseas y finalmente, cayó inconciente al piso

~●~

-doc ¿estará bien? -preguntó Kiji al tope de la preocupación mientras miraba al recurso del que estaba acargo en la camilla blanca, con todo su rostro y parte del cuello lleno de vendas

-no lo creo, no del todo -respondió incomodo el peli-gris

-¿a-ah? -exclamó el hombre travestido

-él... se inyectó un aceite de oliva, muy especial, pues lo ocupó para mis ensaladas que ayuda para mi salud, es milagrosa en ese sentido, pero no para el que esperaba Trois... -explicó

-no entiendo... -musitó el pelirrojo temblando, levemente

-ese aceite es bueno para el organismo con un consumo balanceado. Y es malo en una cantidad como la que él usó y el uso que le dio... dejó resultados atroces

-especifique ¿cuáles son esos resultados? -preguntó Kiji

~●~

-

Trois... -llamó el pelimorado en la entrada de su celda- ¿Trois? -nuevamente al ver a su amigo

-no... soy un mounstro... -murmuró el peli-verde sentado en el rincón de su celda

Hacia ya una hora que le habían quitado sus vendajes dejando ver... lo que ahora era su rostro

-date la vuelta -ordenó Honey

-no creo que quieras verme... -dijo Trois

-date la vuelta -repitió sin dudar

Trois suspiró para después lentamente darse la vuelta, ahora dándole la espalda a las paredes, dejando que la luz iluminaba lo que era su rostro... solo una enorme masa deforme de grasa

Sus mejillas, su frente, el mentón y la punta de la nariz estaban inflamados por el aceite, enrojecidos a más no poder, sus bellos ojos eran opacados por sus pesados e hinchados párpados

-Tr-Trois... -murmuró con los ojos abiertos al ver el estado de su amigo, al borde de las lágrimas

-so-oy un mounstro... Honey... te he fallado...

-¿Cómo?

-soy... imperfecto... no estoy a tu alcanze...

Honey supo de inmediato a lo que se refería, a esos sentimientos que guardaba, a esa razón por la que se volvió tan perfeccionista en su forma de actuar
El pelimorado se aproximó a el y se colocó de cuclillas frente a él y alzó su rostro para luego besarle jugazmente

-eres perfecto...

Nanbaka/One-shots [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora