Noah POV
-La besé Raguel-dije caminando de una esquina a otra en mi habitación- y se sintió jodidamente bien.
Luego de haber dejado a Maia en casa de mis tíos, no sin antes recibir un puñetazo en las costillas como advertencia si lastimaba a Ashbel y felicitaciones de su parte-definitivamente se había vuelto loca-, Austin y yo regresamos a las habitaciones de la fraternidad. Después de recibir disculpas de su parte por su intromisión, de las cuales luego de ver que no me dejaba ir a mi habitación sin haberlas aceptado, lo deje pasar esta vez haciéndole prometer que si lo volvía a hacer afeitaría sus piernas mientras dormía.
Los besos de Ashbel tenían esa importancia, y de solo pensar que recibiría más de ellos me sentía vivo y rebosante de una gran felicidad.
-Eso es genial Noah.-dijo Raguel dedicándome una pequeña sonrisa.
Él ha sido mi tutor desde que tengo memoria y a pesar de que en un principio no lo traté muy bien, mejor dicho lo despreciaba y hacía que él lo supiera, él siempre estuvo ahí para mí. Además verlo con jeans y una camiseta desgastada había hecho que me agradara, no todos los de nuestra especie usamos ropas humanas a menos que viviéramos o hayamos crecido en la Tierra.
-Lo sé es fantástico. Si hubiese sabido que sería de esta forma estoy seguro que la habría buscado y...
Me frené de golpe al recordar todo lo que me habían advertido que sucedería. Preocupado miré a mentor; podía percibir tristeza en su mirada y eso hizo que me alterara cada vez más, sabía lo que quería decirme sin que saliera palabra alguna de su boca.
-No, no puede ser verdad-dije desesperado-ella es deportista y puedo asegurarte que se ve saludable y cuando fue a la casa de mis tíos a cenar no dejo nada en el plato, ¡Hasta se comió el postre! tiene buena alimentación y...
-Noah-dijo Raguel interrumpiéndome. El sabía que podría llorar si no me controlaba y para los de mi especie no es nada bueno que eso suceda, podría entristecer automáticamente a los que me rodeaban y en este momento una ola de llanto es lo que menos necesitaba.
Levanté mi mirada del suelo intentando recuperar la compostura mientras acercaba una silla al borde de la cama para quedar en frente de Raguel. Agradecía el halo de fuerza que él había puesto para no permitir que el sonido entrara o saliera de la habitación, en ese momento no quería que ninguno de mis compañeros de fraternidad entrara y armará un alboroto, no cuando mi mundo estaba cayéndose pedazo por pedazo.
-Sabes que tarde o temprano sucederá-prosiguió con aquellas palabras que ya me sabía de memoria.-lo sabías antes de encontrarla, Noah. Fueron dieciséis años, no sabes cómo fue avanzando el veneno o...
-¡Ya lo sé!
Volví a ponerme de pie y a pasearme por la habitación. No podía mantenerme quieto sabiendo que era un completo inútil y menos en esta situación, ¿Por qué fui tan idiota?, estaba consciente que tenía seis años y aún no la conocía y en lo único que pensaba era en que me dejarán tranquilo disfrutando de mi niñez sin problemas. ¡Qué idiota que fui!
-Pero debe haber algo que podamos hacer, sabemos que el veneno demoniaco puede tener cura, tú me lo dijiste.
-Si lo dije, pero existen miles de venenos demoniacos-dijo mi tutor intentando calmarme, pero sentía que cada vez me alteraba más-y tú sabes que no todos tienen una cura y que para conseguirla se deben hacer años de estudio. Aún sigo sorprendido que haya sobrevivido tantos años con esa cosa en su sistema, es la primera reencarnación que hace eso y fue la tuya, felicidades Noah.-esto último lo dijo intentando formar una sonrisa tratando de camuflar la pena por la admiración.
-¿Por qué no la busqué antes?-dije tirando de los mechones de mi cabello exasperado.- es mía tu lo dijiste y fracasé como su reencarnación de ángel, si tan solo la hubiese buscado antes.
Podía sentir las lágrimas acumulandose en mis ojos pero mi furia no me permitió soltarlas. Todo era mi culpa, mi tonta y estúpida culpa, no merecía llorar, ni siquiera desahogarme. Pero el dolor de perderla era tan grande que no lo soportaba.
-Noah cálmate, así no la salvaremos. Tú sabías que esto iba a suceder, ¿No fue esa la razón principal por la que no querías encontrarla?
-Eso cambió en el momento en que la vi-dije volviendo a sentarme con su imagen en mi mente- cuando mis ojos la vieron en aquella librería simplemente no podía quitar la mirada de ella, y no solo eso, provocaba una gran curiosidad en mi y al mismo tiempo fue como si la anhelara.
-Noah saliste con muchas chicas antes.
-Lo sé, pero esto es diferente.
Definitivamente lo era, aún cuando quisiera alejarme mi cuerpo y mi mente la reclamaban, iba más allá de un vínculo entre reencarnaciones, era otro universo completamente nuevo.
-¿Cuándo se volvió diferente?
-Cuando la chica de la que estamos hablando es Ashbel-dije dejando que las lagrimas corrieran por mis mejillas sin lograr contenerlas importándome muy poco lo que ocasionarían, necesitaba esto, la necesitaba en mi vida. Tome aire y seguro de mis palabras dije:-y no voy a dejar que muera.
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Reencarnación
RandomSegunda parte de "El mito del Ángel enamorado". ¿Por qué? Todo esto, ¿Por qué me sucedía a mi?, siempre me había hecho preguntas con respecto a mi vida y todo lo que me rodeaba, a las cuales siempre obtuve respuestas inconclusas, hasta se podrían ll...