Esencia de Amor ❀ KaiSoo

❀ Madera

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KyungSoo se apresuró para salir del hall del castillo, observó con el ceño un poco fruncido el panorama. Las mañanas de Diciembre eran un poco escalofriantes. No caía nieve, pero las nubes esponjosas y grises dominaban firmemente el firmamento, haciendo que todo se pintara de blanco a su alrededor, los senderos que llevaban a los terrenos de Hogwarts apenas y se lograban visualizar.

KyungSoo se ajustó la bufanda y se aferró a su abrigo grueso bajo la túnica mientras avanzaba, las mejillas se le colorearon por el choque del gélido viento sobre su piel nívea y se le revolvieron un poco los cabellos azabaches. Se puso en marcha con sumo cuidado por uno de los caminillos perdidos entre la nieve y pudo sentir como la misma dejaba un rastro mojado sobre sus pantalones.

ㅡ JongIn debía bromear. ㅡ Susurró con voz temblorosa mientras avanzaba.

El lago se dejó observar a lo lejos, recubierto por una gruesa capa de nieve, seguramente habría algunos valientes que más tarde se divertirían de lo lindo intentando patinar sobre la superficie, con la probabilidad de caer y sumergirse en esas aguas llenas de tantas criaturas mágicas que algunos incluso habían llegado a temer.

El bajito negó lentamente y siguió su camino, divisando a lo lejos el campo de Quidditch, donde se había quedado de ver con JongIn pese a que él le había repetido infinidad de veces que sería mejor ir a la biblioteca. Por supuesto que había aceptado después de que JongIn replicara que siempre iban a la biblioteca y que un poco de aire fresco no le vendría mal.

¡Por Merlín! Ese ni siquiera era aire fresco, distaba mucho de serlo, sentía que se le iban a congelar las manos pese a que llebava guantes y las mantenía dentro de las bolsas del abrigo con el emblema de su casa.

JongIn definitivamente se había vuelto loco, y más loco estaba él por haber aceptado a salir temprano de la sala común en un domingo a tan tempranas horas después de haber nevado durante la noche.

El Ravenclaw resopló una vez más, porque parecía que su sentido común y sus neuronas no funcionaban correctamente cuando JongIn estaba cerca, cuando le suplicaba con un puchero en sus gruesos labios y ponía esos ojos brillantes de cachorro. KyungSoo ya estaba dándose cuenta que el moreno le tomaba la medida con eso, pero ni porque hubiese sacado Extraordinario en Pociones podía evitarlo.

Ningún libro de Historia de la Magia le decía cómo iban las relaciones así que él simplemente se estaba dejando llevar desde que le había dicho que sí al Gryffindor, se le colorearon las mejillas de pensar que de alguna u otra forma, él siempre terminaba diciéndole que sí, sí a todo lo que JongIn dijera.

KyungSoo llegó a la entrada del estadio al campo de Quidditch y se apresuró a pasar por una de las tantas puertas que casi siempre estaban abiertas, dirigiéndose al área de las gradas que siempre formaban parte de su propia casa, tal vez por inercia lo hizo, pero no le importó... siguió avanzando con cuidado por las escaleras de madera, dejando residuos de sus zapatos mojados sobre las mismas.