❀ No, a JongIn definitivamente no le gustaba el sabiondo de KyungSoo. Aunque le pusieran una Amortentia enfrente, estaba completamente seguro de que no podía ser Do KyungSoo.
❀ autor: arhatdy
❀ KaiSoo
ChenMin.
❀ 23.2 K palabras
Viñetas seriadas.
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JongIn no había podido dormir desde la noche del viernes cuando el partido de Quidditch terminó. Y pensaba que quizá las cosas habían salido un poco raras, pero nunca se imaginó que KyungSoo saldría corriendo despavorido después del beso que le plantó junto al campo.
Si cerraba los ojos podía recordar casi a la perfección la textura de sus labios pegados a aquellos pomposos suyos, la manera en que suavemente se movían para acomodarse en su boca y el sabor exquisito que tenían, también recordaba haber cerrado los ojos mientras el corazón se le deshacía en el pecho, recordaba haber sentido las manos de KyungSoo aferradas a su sweater deportivo y a la capucha del uniforme de Gryffindor mientras él lo sostenía del mentón. Y lo mejor de todo había sido el ver sus mejillas sonrosadas una vez que decidió separarse de él.
KyungSoo había abierto los ojos con lentitud y en cámara lenta parpadeó, el moreno se había dedicado a sonreír pero KyungSoo simplemente abrió los ojos un poco más, con gesto de sorpresa y se deshizo del agarre sobre su ropa.
Lo último que supo de él fue que como pudo salió corriendo, resbalándose un par de veces en el suelo lodoso mientras se alejaba y lo dejaba completamente atónito, sin siquiera poder reaccionar.
Y sabía que probablemente había sido demasiado para un solo día, o que quizá la forma de abordarlo no fue la correcta, porque había sentido dentro de su ser que KyungSoo le correspondía, lo había hecho dejándose llevar y guiar por él en el beso.
Pero la realidad se había transformado por completo, porque al día siguiente, después de una noche sin poder dormir a causa de las ansias de verlo, KyungSoo no apareció por la biblioteca, ni por los pasillos allegados a ese edificio. JongIn lo había visto entrar al gran comedor a la hora de la comida, recordaba haber hecho contacto visual por un par de segundos, antes de que el bajito saliera corriendo despavorido.
Y fue justamente esa actitud la que le dijo a JongIn que algo definitivamente no andaba bien. El moreno lo observó salir del gran comedor y estuvo a punto de ir detrás de él, pero en ese momento los chicos llamaron su atención con la lista de los deberes que se le había dejado en Historia de la magia.
Así que ahora estaba ahí, con el frío filtrándose a través de los ventanales mientras el mármol del castillo hacía un poco más frívolo el ambiente. Se sentía demasiado extraño de estar en aquel lugar porque pese a que tenía cinco años viviendo en Hogwarts, nunca se había desviado hasta esa área.
Se rascó detrás de la oreja mientras escuchaba unas cuantas risitas de alumnos que pasaban a su costado y lo observaban con curiosidad, haciéndolo morderse el labio inferior con las mejillas un poco sonrojadas porque pese a que casi nunca le importaba lo que dijeran los demás, en definitiva estaba pasando por una vergüenza.
