Yuuri estaba en su cama planeando su escapada con Hikari, tenia sus objetos personales y regalos guardados en su única maleta, el único problema que había, era el plan para salir, cada vez que comentaban un plan siempre había algo que fallaba.
Siguieron hablando hasta que llamaron a la puerta, Hikari rápidamente desapareció. La puerta se abrió y apareció su nana con dos hombres de negro detrás de ella.
-Buenas Yuuri, recoge todas tus cosas.- Comento la mujer con una sonrisa.
-¿Que?.- pregunto intrigado.
-Mañana tu padre viene y tenemos que limpiar el recinto, ayer limpiamos la mitad del centro y hoy haremos todo lo demás, a parte, queremos investigar si algún paciente tiene una arma, han habido rumores de que alguien intentara atacar a tu padre.- Contesto la mujer.
- Veo que ya las preparado.- Dijo señalando la bolsa.- Lleven lo a la habitación de reservada.-
-¿Que? ¡espera!.- Yuuri no sabia que hacer. (¿Hikari donde estas?)(¿ha?) -¡Espera! ¡No!.- Alzó la voz, los hombres y la mujer se le quedaron mirando- M...mi cerdito...- dijo susurrando con la cabeza agachada.
Se escuchó la suave risa de la mujer.-Veo que le has cogido mucho cariño.- Agarró el peluche y se lo entregó, mientas al mismo tiempo hacia una señal para que salieran con su maleta.
- De aquí un rato volveré para llevarte a fuera en el patio.- Salió de su cuarto y cerro con llave.
-¿Hikari?- Preguntó, observando el peluche.
-Si, Yuuri.- Él se sorprendió la oír la voz que salia de aquel ser inanimado de color rosa- ¿Pensabas que no te haría caso? Tú me diste una orden, "Entrarás dentro del cerdito, la gente se pensara que llevo un peluche pero en realidad te llevare a ti".- Yuuri río por el intento fallido de la albina en imitar su voz.- ¡¡oye no te rías!!- exclamó hinchando sus mejillas.
El sonido de la llave paró las risas del japonés, en la puerta se encontraba de nuevo su nana, ella hizo una señal para que lo siguiera y obedeció.
Llegaron al patio, este estaba dividido en diversos sectores, de los más inofensivos a los más peligrosos y locos mentales.
Yuuri se encontraba en la 1r división. Una vez entro allí, se fué al otro lado del campo donde se encontraba una reja de hierro forjado. Al observar las otras divisiones vio que la verja cada vez estaba más reforzada.
Yuuri se sentó y empezó a planear el plan, (primero crear un cebo para entretener a los guardias, luego ir a la sala de reserva, y...) sus pensamientos fueron cortados porque un joven moreno de pelo negro se sentó a su lado.
-Veo que no soy el único aquí.- soltó mirando el claro cielo.
-Eh?-
-A lo siento.- El moreno miro a Yuuri y sonrió - Mi nombre es Phichit, encantado de conocerte. - comento con una hermosa sonrisa.
Yuuri se le quedo mirando extrañado, ¿el único aquí? ¿Que quiere decir con eso? ¿Acaso?
-Lo siento mucho no logro comprender lo que has dicho antes... eso de no soy el único aquí. ¿A que te ref... aaaa l-lo siento n-no quería decir algo que te hiciera llorar. - comentó al ver al chico con los ojos cristalizados.
-No pasa nada es que odio este lugar... ¡¡¡ODIO A MI TÍO POR DARME COMO PAGO!!!. - Sus ojos empezaron a soltar lágrimas, demasiadas.
Yuuri abrazo el chico y empezó a acariciar su cabeza. El japonés tenía curiosidad de saber el pasado de ese chico, ¿como un joven con esa radiante sonrisa estaba ahora dentro un mar de lágrimas? Phichit al notar el interés del pálido joven se separó respiró hondo y empezó a contar su historia.
- Mi tío era ludópata, perdió todo lo que tenía en un simple juego, casi deja en la ruina a mi padre, él sé hartó de darle dinero - hizo una pequeña pausa para limpiarse las lágrimas - U..un dia apareció en... mi ca..casa detrás había unos hombres de traje negro e..ellos me cogieron y me llevaron lejos de mis padres, a partir de aquí me... ¡¡me empezaron a prostituir!! ¡¡Y NO QUIERO ESO!!. - soltó un gran llanto. Yuuri le volvió a abrazar. - ¿Como llegaste tu aquí? - preguntó con su cabeza en el pecho del japonés.
- Desde que nací, mis padres al nacer me dejaron aquí, se que en este lugar nos hacen experimentos , lo de prostituir nunca me lo imaginé. - Comentó con una tonalidad normal.
-Eso debió ser terrible ¿te hicieron alguna cosa? - Preguntó revisando su cuerpo en busca de algún signo.
-No, solo entrenaba, me metía en peleas, los científicos solo me inyectaban cosas, casi me vuelvo loco, pero mi nana me mantenía cuerdo, se lo debo todo a ella. - Una linda sonrisa apareció en el japonés.
-¿Como puede ser que un chico tan lindo y hermoso se meta en peleas? -
Preguntó curioso.- Protección, miedo, no lo sé, pero yo nunca he llegado a ser peligroso, más bien, era el saco de boxeo de los demás, nana en enterarse de lo que sufría, aumento mi entrenamiento, me otorgaron una protección y desde ese momento nunca me dejaron en paz, tenía un guardia a todo momento, si quería salir me decían que no, si quería comer, me traían la comida y si me aburría me daban una pelota para rebotar la contra la pared, siempre estaba solo y s-siempre lo lo estaré. - Sus ojos se cristalizaron ahora era el quien iba a llorar y así se cumplió nunca había hablado de su vida personal.
Phichit al verlo se soltó de su agarre y lo abrazo cosa que el aceptó su contacto. Una vez ya relajado se separo de él.
- Phichit prometo sacarte de aquí, pagaré la deuda de tu tío y volverás con tu familia. - Esas palabras con un tono de voz segura y una hermosa sonrisa hizo que el corazón del muchacho se acelerada, nadie le ayudó y ahora un chico japonés de nombre desconocido lo sacaría de este horrible lugar, en su cara se poso una enorme y adorable sonrisa.
-Gracias.- Susurro.
-De nada, a por cierto yo soy Yuuri Katsuki-
-Yuuri...¿promesa de amigos? - Dijo levantando el dedo meñique de su mano derecha.
-Promesa de amigos. - concluyó entrelazando su dedo.
NN95
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Mafia, silver y un doncel [viktuuri]
FanficEl mundo esta desesperado, todos lo esta buscando ¿a quien? Al elegido. Yuuri kastsuki ha visto lo peor del mundo, tras ser abandonado por sus padres al nacer fue enviado a un centro científico, donde experimentan con las personas. ¿Que pasaría si...