Quinta historia P2

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Kankuro se sonrió, ganándose la mirada de furia de los otros dos en la sala.
- Y pensar que era la más fuerte...
- ¿A que te refieres?
La voz del Kazakage sonó sombría, como lo hacía cuando tenía doce años, hacia mucho tiempo que no hablaba así. Sus hermanos y amigos había sacado lo mejor de él.
- Yo siempre vi a Onee-chan como alguien totalmente invencible. Es una de las mejores personas que conozco y más que una hermana fue mi guía durante toda mi vida. Cuando perdimos a mamá, ella se encargó de cuidarnos y la ame por eso, aunque antes la quisiera matar por ser la que mandaba. Ella siempre será mi Onee-chan madre.
Gaara formó una mueca parecida a una sonrisa y tomó aire. Shikamaru se enterneció con las palabras de su cuñado y levantó la vista del rostro de su esposa para mirarlo y agradecerle con un movimiento de cabeza.
- Temari... fue el camino que nosotros recorrimos. Ella fue la que abrió el paso para que nosotros no nos preocupemos por nada.
Los ojos de Shikamaru estaban llenos de lágrimas, dos de ellas cayeron por sus mejillas, las limpió con rapidez y se aclaró la garganta.
- Era una persona muy especial, fuerte pero sensible, despiadada pero amable, muy mandona y muy cariñosa. Estaba cada vez que la precisaba, no se como hacía para llegar en el momento justo para ayudarme cuando yo no podía mas. Desearía haber hecho más por ella, haberle dicho más veces lo hermosa que estaba y más veces decirle que es lo mas importante de mi vida. En vez de eso le decía que era una Problemática que me fastidiaba... pero amaba que lo hiciera, y que me llame vago y bebé llorón. Eran nuestras cosas, nuestros momentos. Ahora que se fue, no se que voy a hacer...
Los tres bajaron la cabeza, estaban desolados, la luz de sus vidas se había ido y no sabían como recuperarla.
- No pensé que eran tan sentimentales...
Una voz ronca y cansada se escuchó donde reinaban los sollozos. Gaara y Kankuro se pararon y se colocaron al lado de la cama en la que se encontraba en matrimonio.
Ninguna cabía dentro de su sorpresa al ver a esos hemosos ojos verde agua mirándolos. Estaba despierta, con una sonrisa en los labios mirándolos a los tres con ternura.
Shikamaru la abrazó y lloró en su cuello repitiendo lo que había dicho y besandola por todos lados, mientras sus cuñados hacían lo mismo, el salió en busca de una enfermera que no tardó en acudir al escuchar los gritos desesperados.

Temari estaba guardando reposo en su casa una semana después de haber provocado una crisis en la familia. Estaba amamantando a su bebé cuando al cuarto entró Shikamaru con una badeja con comida.
- No puedo creer lo que veo.
- Creelo bebé llorón. Estamos los dos acá.
- Te amo.
Ambos se besaron y al separarse juntaron las frentes. Bajaron la vista para admirar el fruto de su amor.
- Tus hermanos se van mañana.
- Ya les dije que estoy bien.
- Te creímos muerta. No es para menos.
Temari había sufrido de un coma temporal, Sakura y Tsunade afirmaron que sus signos vitales eran insignificantes, que era casi imposible saber el estado de la rubia.
- Ahora solo quiero estar con mis hombres, eso incluye a los dos que están en la sala. Pero no se lo digas.
Shikamaru río y siguieron contemplando como Temari acercaba la carita de Shikadai a la suya para besarlo y decirle lo mucho que lo amaba.
Estaba pálida y ojerosa, pero para el Nara nunca había estado más hermosa. Él se encargaría de que nunca más le pase nada igual.

Shikamaru y Temari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora