Cuarta historia

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No eran muchas las veces que se veía a Temari emocionadas de verdad. Esta era una de esas escasas veces que estaba eufórica por algo.
Había ido a konoha por unas pequeñas vacaciones, estaba previsto que llegara en tres días como era costumbre, pero al leer la carta de Shikamaru diciéndole que tenía una sorpresa para ella, se esforzó para llegar a destino a los dos días y un poco.
Había quedado en que la chica se quedaría en la casa Nara con el consentimiento de Yoshino por lo menos una semana.
La sonrisa con la que viajó esos días, se hizo mucho más grandes al ver a Shikamaru esperándola en la puerta. Estaba muy emocionada y no se contuvo las ganas de correr y besar a su novio, sin importarle que Kotetsu e Izumo los vieran divertidos.
Se tomaron de las manos y caminaron rápido, por insistencia de ella, hasta la residencia Nara.
Yoshino salió a recibirla cuando los vio venir. Luego de haber pasado la etapa de "aceptación", ella y Temari se había convertido en compañeras para molestar a Shikamaru.
Después de saludarse y charlar por un momento, el manipulador de sombras volvió a la entrada usando un delantal rosa con flores que solía usar su madre para cocinar.
- Problemática ¿Vas a venir, o qué?
- Ya voy, ya voy...
Ambos se dirigieron a la cocina donde ya estaban todos los ingredientes arriba de la mesada.
- Estas muy lindo con ese delantal, bebé llorón.
- Ja ja, muy graciosa.
Temari besó su mejilla y se puso al lado de él para indicarle lo que tenía que hacer.
- Primero poné el agua a hervir. Bien, ahora mezclá y amasá todo hasta que quede muy tierno.
Shikamaru, con manos torpes y vacilante hizo lo que su novia decía, lo ponía nervioso que lo esté mirando pero era necesario, él no tenia ni idea de como hacer dangos.
- Ahora separa la masa en bolitas y las pones en el agua para que hierban, déjalas un minuto y las sacas. Me voy a cambiar, esta ropa esta sucia del viaje.
- No te preocupes, yo puedo hacerlo.
Cuando la rubia fue a su cuarto, Shikamaru hizo lo indicado, claro que con algunas diferencias. Separo sólo cuatro bolas de cada color cuando tendrían que haber sido ocho y los dejo en el agua un poco mas de tiempo, ya que para su juicio, era imposible de que estén listos en un minuto.
Busco los palitos para armarlos y los bañó con la salsa.
Temari se sacó su kimono y se puso otro de color azul oscuro hasta la rodilla para estar más cómoda y fresca, sonrió pensando en que su novio estaría haciendo un desastre en la cocina así que bajó lo más rápido que pudo para encontrarlo sonrojado y con una mano en la parte de atrás de la cabeza. Estaba nervioso.
- ¿Ya terminaste?
- Si, pero no están ricos...
Ella frunció el ceño y al mirarlos se le abrieron los ojos como platos. Eran de un tamaño descomunal y estaban más pegajosos de lo que deberían, todos bañados en la salsa.
Tomó uno de los palitos y se lo llevo a la boca, apenas le cabía y mirando fijamente a Shikamaru lo mastico y tragó.
- Están muy raros, pero los voy a comer igual.
Ella salió de la cocina con el palito en mano y fue a sentarse al patio para admirar el bosque, en el estaba Yoshino, que caminaba sin ganas por el lugar acompañada por el macho alfa de la manada.
Shikamaru la miró incrédulo, el los había probado cuando los termino y estaban asquerosos. Demasiado dulces y viscosos, difíciles de comer por lo grande que eran y pegajosos. Preparó te y cuando estuvo listo se sentó al lado de su novia que ya había comido la mitad y aceptó la taza de buena manera al estar atorada con el dulce.
- Gracias por comerlo.
- Soy muy buena novia para ti, bebé llorón.
Shikamaru río y pasó un brazo por los hombros de la rubia.
- Shikamaru... no quiero que uno de nosotros muera antes que el otro. Vamos a hacerlo los dos al mismo tiempo.
El la miró y notó que estaba mirando a su madre, por más que el tiempo hubiera pasado ella seguía extrañando a Shikaku y sabía que siempre lo haría.
Temari levantó la cabeza y lo miró a los ojos antes de besarlo con mucho cariño y ternura.
Nunca pensó en enamorarse tanto de alguien, no había tenido una figura de familia, fue entrenada para ser la mejor kunoichi, la más despiadada y fuerte. Nunca para estar pérdida en los ojos de alguien, o buscar cualquier escusa para ver a alguien.
Con Shikamaru ella era otra persona, más amable, tierna y femenina.
Ambos se sentían bien en compañía del otro.
- Tranquila, con lo problemática que eres no dudo que ambos nos vayamos juntos.
Le dio un beso en la frente y entre los dos hicieron un gran esfuerzo para terminar los horrorosos dangos.

Shikamaru y Temari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora