Capítulo 11: ¿Vida de casados?

96 12 6
                                    

Mi Madre, ¿Me va a matar? ¿Qué me dirá?

—¿Estás bien?— preguntó Luke preocupado.

Luke me tomó de la mano y me miró fijamente. Estamos frente a mi casa, me quedo observando sin apartar la vista en la ventana donde antes era mi cuarto, las ramas de los árboles chocan contra el vidrio y se notan algunas hojas en el pasto.

—Sí, pero me da miedo su reacción— regresé hacía la mirada de Luke, quien me sonreía amablemente.

—Llevas una semana en mi casa, ya debe estar más relajada.

Hace una semana que fue el baile, le llamé a mi madre para decirle que ya no pensaba regresar; pero las cosas no salieron como lo esperaba y mi madre enloqueció con la idea de verme vivir en la casa de Luke.

—Entremos— dije tomando aíre.

Ambos caminamos a la puerta de mi casa, aún tengo las llaves pero preferimos tocar el timbre. Al sonar el timbre mi estómago se revolvió y mis manos empezaron a sudar y a temblar. Presione la mano de Luke e inhale aíre.

La puerta se estaba abriendo, mi cuerpo me pedía salir corriendo pero la mano de Luke me sostenía para evitarlo.

—Rosalyn— dijo mi madre sorprendida.

—Hola— contesté nerviosa.

—El debe ser Luke— dijo mi madre mostrando una sonrisa forzada y un poco fingida.

—Así es, Luke ella es mi madre; Elizabeth. 

—Mucho gusto señora Hammer, Mi nombre es Luke Hemmings— el estiró su mano y mi madre lo miró.

Ella tómo su mano y sonrió levemente.

—Encantada y pasen por favor.

Ambos pasamos, Luke me tomó de la mano y me sonrió.

—¿Gustan algo de comer? Cocine pollo en especias al horno

—Suena delicioso— respondió Luke.

—Mi madre siempre cocina delicioso
— le sonrío.

—Entonces siéntense a comer algo.

Luke y yo nos sentamos en el comedor de color blanco de mi madre. Nos sirvió pollo y colocó una jarra de agua de frutas.

—Muchas gracias señora— contestó Luke con una sonrisa.

—Dime suegra Luke, después de todo, te piensas llevar a mi hija a vivir contigo ¿No es verdad?

—Yo amo a su hija, la amo con todo mi ser y quiero estar con ella.

—Esperemos que sepan lo que es una vida de casados— sonrió, conozco esa sonrisa. Es la típica sonrisa de "Tengo planes de separarlos"

—¿Vida de casados?— preguntó Luke.

—No piensas llevarte a mi hija sin casarse ¿Verdad?

—Bueno yo— Luke tomó un poco de agua e intentó aclarar su garganta.

—Madre, creo que eso no es apropiado— dije con la mirada baja.

—Deben casarse primero— dijo mi madre victoriosa, ya se cual es su plan.

—Sabes que no quiero casarme.

—Lo acepto, pero la boda será cuando termine su universidad.

—¿De verdad?— pregunté sorprendida.

—De acuerdo, si eso hace feliz a mi hija esta bien. Pero no deben tener relaciones antes de la boda.

—Jamás, seremos la pareja perfecta— sonrió.

Luke y yo nos miramos, sonreímos un poco y empezamos a comer.

—Deberán turnarse para lavar plato, para cocinar y lavar la ropa— dijo mi madre.

—Estoy dispuesto a ayudar, viviremos en la casa de mi amigo con su esposa — comento Luke.

—Así vivimos en estos 7 días.

—Pero ¿Cómo?— pregunta atónita.

—Bueno, la casa es grande y ellos son agradables— contesté

—Sí así te sientes cómoda— mi madre tomó su vaso y dio un sorbo.

Luke recogió los platos para evitar la plática incómoda de mi madre.

—Deberías ayudarlo a lavar los platos — dijo mi madre.

Me puse de pie y tomé la jarra vacía, camine a la cocina y ví a Luke frente al lava platos.

—Te ayudo a lavarlos.

—No te preocupes, mejor los secas.

—De acuerdo— suspiré.

Me coloqué junto a él y empecé a secar los platos que Luke me iba dando.

—Creo que es hora de afrontar todo — Luke me miró, yo bajé la mirada y suspiré

—Tengo miedo de su respuesta y es la verdad, mi madre no es muy comprensible.

—Vivirás conmigo, eso puedes apostarlo— sonrió, siempre que sonríe me hace sentir segura.

—Entonces vamos— sonreí nerviosa.

Me sequé las manos, ambos volvimos al comedor donde vimos a mi madre limpiando la mesa y recogiendo los manteles.

—Madre— hice una pausa —Debemos hablar.

—Sí, creo que es lo correcto— dijo mirando a Luke un poco inconforme, creo que no le agradó.

—Prometo cuidar de su hija, de eso no debe preocuparse— la voz de Luke era firme, espero todo salga bien.

—Pero apenas tiene 18 ¿De verdad quieres juntarte con ella?

—Estoy más que seguro— respondió Luke.

—No es lista.

Gracias madre pensé.

—Es brillante— contestó mirándome.

—Es callada.

—Depende de la ocasión y la persona.

—No es muy coordinada.

—Créame que sí— arqueó una ceja Luke.

—No es muy linda— dijo mirándome.

—Es hermosa— sonrió.

—Pues si ella quiere, por mi está bien.

Ambos nos miramos y sonreímos.

—Sube por tu cosas hija, pero que no se te olvide— mi madre caminó hacía mí y me sostuvo por los hombros.

—Esta siempre será tu casa.

—Gracias madre— sonreí.

Luke y yo subimos a mi habitación, al abrir la puerta él sólo sonrió y empezó a ver cada detalle.

—Tú cuarto es muy serio, todo gris y sin vida— Luke miró por todos lados, parecía encantado de verlo.

—Gracias— dije con sarcasmo.

—No me mal entiendas, es sólo que es el cuarto de una persona madura y bueno tú ...... apenas tienes 18.

—Bueno, no me gusta decorar, y la pintura es así desde que tengo 3 años.

—Tú cuarto es lindo— Luke se acercó a mí y me tomó de la cintura.

—Me gustaría desordenar tú cama— Luke besó el lóbulo de mi oreja y después mi cuello.

—Pero ya no nos será posible— me giré y quedé frente a Luke.

—Tal vez podamos desordenar tú cama un poco.

—¿Seguro?

—Apenas lleguemos a la casa.

—Entonces démonos prisa.

Luke tomó una de mis maletas y me ayudó a meter la ropa en ellas. Me sentí tan sonrojada en el momento en el que guardo mi ropa interior.

El Juego De La Seducción [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora