El Juego De La Seducción [Luke Hemmings]

Capítulo 14: Emergencias

Me quede mirándolos, para después tomas una toalla húmeda y limpiar sus rostros llenos de tierra y sangre, al limpiar los labios de Luke no podía evitar llorar, me acerque a besarlo y me puse a llorar en su pecho

—No llores— dijo débil.

—Puedo soportar los golpes, pero no tus lágrimas.

Lo miré y le sonreí, limpie mis lágrimas y volví a besarlo.

Me recosté en su pecho y sentí sus manos acariciando mi cabeza, sentía una extraña sensación de alivio y dolor dentro de mí.

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Pasó una semana de aquel día en el que golpearon a Michael y Luke, y podían pararse y caminar.

—Toma— Luke me ofreció un vaso con jugo de frutas.

—No tengo sed— dije devolviendole el vaso.

—No te pregunte— Luke dejo el vaso justo en la mesa y se marcho.

Ya van varios días que me esta dando a tomar jugos ¿Por qué? a veces incluso tomo 4 vasos al día, pero me da miedo preguntarle el ¿Por qué?.

—Rosalyn, ¿Podrías ayudarme con la cena?

—Claro— respondí.

Me fuí a la cocina detrás de Crystal y me percate de que había varios vegetales en la mesa.

—¿Comeremos estofado?— le pregunté.

—Pollo con verduras, Michael y Luke quieren comer eso.

—Y nosotras debemos obedecer— suspiré.

—Es el precio a pagar por estar con ellos.

—No se si quiero estar aquí y mucho menos se sí aún quiero estar con él.

—Mejor que no te escuche— me susurro Crystal.

—Estoy harta de vivir con el miedo de que pueda hacerme daño.

—¿Temes que te lleve al cuarto?

—Temo a algo más que eso, se que en el cuarto se controla, pero no se cuál es su límite.

—Mejor no lo investigues y ponte a cortar las verduras.

Me puse a cortar las verduras y a vaciarlas en una pequeña cazuela para ponerles mantequilla y sal.

Un mareo enorme vino a mí, coloque las verduras en la estufa y fuí por un vaso de agua para que el mareo pasará. Todo se volvió nubloso y el vaso resbalo de mi mano, Crystal volteó y mi cuerpo cayo al suelo, ví a Luke entrar en la cocina.

Abri mis ojos, sentí por primera vez el miedo. Estaba en la habitación, aquella habitación roja donde todo inicio.

—¿Qué hacemos aquí?

—Te pedí que te cuidaras— respondió Luke con frialdad

—Jamás lo pediste.

—Pues estaba sobre-entendido.

—¿Qué hacemos aquí?

—Sólo descansa.

Luke salió y me dejo ahí, sola. Justo a mi lado había una pequeña mesa con un vaso de jugo de naranja y un pan con chocolate.

Me bebí el jugo y comí el pan. Las horas pasaban y Luke no entraba. Me senté en la cama y esperé a que alguién entrara.

En unas horas entró Crystal con lágrimas en los ojos.

—¿Qué pasa?— pregunte preocupada.

—Debes salir de aquí.

—¿Por qué?