Capítulo 18: Never let me go

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Ambos nos miramos fijamente

—Rosalyn Hammer.

—Luke Hemmings.

Su mirada me hacía sentir más completa, sentí una enorme satisfacción con solo saber que estábamos juntos esa noche

—Mírate— dijo Luke colocando un mechón de cabello detrás de mí oído.— Haz cambiado muchísimo.

—Aún así te amo.

—¿Crees que yo a ti no?— Luke se acerco a mí y me dió un beso en la nariz.

—Tú quieres a Aline.

—Son tantas las cosas que jamás vas a entender— su mirada me evito, algo esta ocultandomé Luke.

Me senté en la cama y nos miramos.

—Para eso estas aquí, para explicarme cada una.

—Iniciemos con lo que pasara hoy a las 4 de la tarde.

—Dime.

—Me casaré con Aline en la playa.

—¿Qué?— me exalte, incluso me hice para atrás, sabía de la boda, pero no sabía que tan pronto era.

—Por favor escucha— dijo tomandomé mi mano.

—Lárgate de mi casa— mis lágrimas estaban por caer, pero no quería que él me viera llorar.

—Rosalyn, por favor.

—Lárgate— señalé la puerta.

Me tape con todas las cobijas hasta mi cabeza, lloré hasta que terminó de vestirse.

—Espero que algún día sepas lo que está pasando.

No podía parar de llorar, sabía que esto pasaría, pensé que después de lo de esta noche algo podía cambiar entre los dos pero estaba equivocada.

Me quede llorando en mi cama hasta que escuche como alguién habría la puerta

—¿Te quedarás aquí a llorar?—pregunto Calum.

Me sorprendí al escuchar aquella voz y me limpie mis lágrimas.

—Vine por ti, quiero salir contigo.

—Estoy desnuda— respondí.

—Métete a bañar y regreso en 30 minutos.

Me puse de pie y me metí a la regadera y escuche como alguién entraba a mi habitación.

Al salir ví todo mi cuarto ordenado y mi ropa en mi cama. Era un vestido café con flores, junto a un chaleco de mezclilla y unos botines cafés

Me vestí y me arregle un poco y ondule mi cabello. Tomé dos mechones y lo lleve a la parte de atrás y coloque un moño,

—¿Lista para salir?

—¿A dónde iremos?—pregunte a Calum confunida.

—A conseguir tú libertad— dijo sonriéndome.

Ambos bajamos y entramos a mi auto; yo me senté en al siento de copiloto y Calum en el del conductor.

Ya en el auto Calum saco una leche de chocolate y un panque.

—Gracias— sonreí.

—¿Te puedo preguntar algo?—pregunto Calum.

—Claro— respondí.

—¿Por qué estabas desnuda?— se rió Calum curioso

Baje la mirada y solo guarde silencio.

—Luke, dejo su abrigo en tu habitación por lo que ví.

El Juego De La Seducción [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora