Silent Heroes

Esperando por ti

Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos vuelto, con esta pasión prohibida, rompiendo con las parejas establecidas y desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling.

"El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar." - Lord Byron.

*º*º*º

El Bosque prohibido fue el lugar en turno para la junta clandestina; no era que se internaran en él, pero los árboles y los juegos de sombras en la noche eran buenos aliados, más un par de hechizos de invisibilidad bien ejecutados para llegar ahí.

-Deben parar -anunció Draco más adusto que de costumbre.

-No lo haremos, confían en nosotros para ser su voz... el Ejercito no puede dejar de manifestarse -comentó Neville, tozudo.

-Comenzaran a amenazar a sus familias, a secuestrarlos.

-¿Te refieres a algo como lo que sucedió con Luna?

Malfoy no pudo ocultar con rapidez las emociones que trazaron su cara. Había sostenido una pelea con ellos sobre Luna, que había terminado mal. Después de varios días, ambos habían cendido, pues Malfoy estando en el colegio no tenía acceso a todos planes de los mortifagos, ni era responsable de sus acciones.

-No -respondió obligándose a tragar el nudo en su garganta. Les había mentido sobre ella, pero era algo que no podía decírles, era demasiado peligroso-. Secuestraran a su familia, tus padres Weasley, hermanos... los que pueden encontrar primero, tu abuela Longbottom.

Ginny soltó un sonido de susto, una sensación horrible la sacudió al imaginarlo. -No.

-Tranquila, no será tan sencillo -murmuró Neville, tocando su hombro.

Draco no perdió detalle de ese gesto que le hizo juntar sus cejas. -Es lo que los Carrow han estado hablando, no sé... cuando lo hagan. Esto sólo va a empeorar y entonces... decidirán que no son necesarios para Hogwarts.

-Son unos malditos -manifestó con impotencia. Si tan solo pudieran hacer más.

-La guardia pasará en pocos minutos -informó apremiante.

-Gracias... tú también corres peligro, más que nosotros, ten cuidado -mencionó Neville, sintiendo una oleada de amistad hacia él.

-Es bueno que lo sepan. -Apretó su boca sin encontrar más qué decir. Los miró una última vez, antes de comenzar a avanzar. Estaba dirigiéndose a las Mazmorras y sus emociones no estaban tan en control como a él le gustaría. Hacía tiempo que venía sintiendo algo que... ni siquiera podía explicar.

Se detuvo recargándose en la pared, se talló el rostro y clavó sus ojos en el techo. Su mano derecha voló a su torso, encima de dónde su corazón latía a un ritmo anormal. Esto estaba ocurriendo con demasiada frecuencia y coincidía con las veces que veía a Weasley.

-Debo estar enfermo.

Era más sencillo pensar en eso que dejar que su mente fuese más allá, a un terreno que no estaba preparado para descubrir.

*º*º*º

Draco se inclinó sobre su escoba, sintiendo el aire golpear su cuerpo, mientras daba piruetas en el aire.