Billie

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Todo en este libro es inventado, pero casi todo ha pasado.

Capitulo  #1

Soy Billie, y esta es mi historia.

Nací en Brighton, en la costa sur de Inglaterra. Me mudé a Londres a los 4 años. A los 6 años comencé la escuela y solía ser de esas niñas que eran amigas de todo el mundo. En primaria hice grandes amistades, sobre todo con una niña en especial, llamada Marlene, quien por supuesto se convirtió en mi mejor amiga. Con ella nos pasábamos tardes completas jugando con muñecas, tomando el chocolate caliente y haciendo todas esas cosas que hacen las niñas. Cuando teníamos 11 comenzamos las escuela secundaria, pero en ese entonces solo éramos nosotras dos, ya que nuestro grupo de amigas se había cambiado a otras escuelas, pero con Marlene seguíamos siendo las mejores amigas.

A los 13 Marlene comenzaba a  estar demasiado triste, y no era la niña feliz de siempre, bueno, sus padres estaban en trámites de divorcio, su abuela estaba muriendo, su abuelo había muerto hacia unas semanas, en la escuela nos trataban mal a la dos, había terminado con su primer y gran amor,  su vida no era demasiado fácil, y era entendible, ninguna persona quiere que le sucedan ese tipo de cosas, pero ella, ni siquiera lograba sonreír por un gran chiste, y me ponía muy mal verla así, a los 14 comenzó a cortarse brazos y piernas, y a fumar hierba. A los 15, se lanzó frente al tren de la mañana.

Mi vida se caía a pedazos en ese momento, me sentía completamente miserable, mi mejor amiga, la única persona que me comprendía, la única persona que le daba sentido a mi vida, se había ido, había desaparecido físicamente, el dolor me estaba matando, odiaba que todos me tuvieran lástima porque no tenía a mi mejor amiga, que estuviesen hablando de ella frente a mi, que las personas que nunca habían hablado con ella, que no la querían, dijeran ‘’pobre, fue una gran persona’’, odiaba que nadie se diese cuenta cuanto me dolía, y que cuando me preguntaban cómo me sentía, lo único que quedaba por hacer era mentir, solo mentir, y sonreír, pero secretamente me estaba muriendo por dentro. Entré en depresión también. Sólo decían ‘’supéralo, la vida sigue’’. Decirle ‘’supéralo’’ a una persona con depresión es como decirle a alguien con una pierna rota que corra al hospital. A veces, no es tan simple, no puedo dejar todo atrás, solo olvidarlo y seguir adelante, era mi mejor amiga, y no estaba. Pero nadie entiende hasta que le sucede lo mismo.

Cuando cumplí 16 mi padre recibió una buena oferta de trabajo, como editor de una editorial en Nueva York, lo que implicaba dejar Londres y mudarme a Nueva York, cosa que me parecía bien, bueno, tenía que alejarme de todo mi dolor, de todos esos lugares, de tener que tomar el tren cada mañana sin imaginar a Marlene tirarse delante de él, debía, debía intentar empezar otra vez.

Entonces, nos mudamos a nueva york, y comencé la preparatoria en los estados unidos.

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