Capítulo 6
Como me había desvelado leyendo, no quise acostarme ya que en unas horas tendría clases y mi insomnio aún no me había dado sueño. Así que decidí salir de mi habitación, tomar un baño, me puse mis jeans negros, mis vans, y una sudadera de la banda ‘’Florence + the machine’’, una de mis favoritas. Me puse un gorro negro de lana negro, tomé mi libro de ''orgullo y prejuicio'' y decidí caminar por las calles de Manhattan, pasé por una cafetería y me compré un café espumoso y bien calentito, y me senté en una plaza a leer. Pasaron unos minutos y un chico se sentó a mi lado.
-''Del pasado no tiene usted que recordar más que lo placentero'' -Dijo citando una frase de orgullo y prejuicio.
Tenía algo de metro setenta-ochenta, el cabello negro y casi a la altura de sus hombros, tenía unos ojos verdes hermosos, y una sonrisa muy bonita, llevaba una sudadera gris con una letra ''A'' al revés y un montón de pulseras en sus manos.
-Orgullo y prejuicio. -Dijo señalando mi libro, yo sólo me quedé mirándolo. -Hay otra frase que me gusta mucho, que es, ammm, ''yo siempre he considerado que la poesía es el alimento del amor''.
-Fitzwilliam Darcy. –agregué.
-¿Viste la película?
-No.
-¿No tienes cultura de cine?
-Estoy leyendo el libro. Me prohíbo ver una película basada en un libro sin antes haberlo leído.
-Ah, eso me agrada. Yo siempre hago todo al revés. -Sonrió y me extendió su mano.-Paul, de Medford, Oregón.
-Billie, de Brighton, Inglaterra. -Dije extendiéndole la mía.
-Extraño nombre. Bonito país. Imaginé que eras inglesa por tu acento. ¿Brighton?
-Sí. Aunque viví en Londres los últimos años.
-Interesante. ¿Y qué haces por acá a estas horas?
-Leo, ¿no se nota?
-Claro. O sea que te levantaste a las 6 am para venir a leer al parque.
-En realidad sufro de insomnio, así que decidí no dormir y venir. Tengo clase en una hora.
-¿Insomnio? ¿No deberías tratar con un psicólogo?
-Tal vez.
-Puedo ayudarte. Soy estudiante de psicología.
-¿Y no deberías estar en la universidad?
-No, estoy haciendo unas pasantías en la ciudad. Ayudo a un tío en su estudio. ¿Vas al instituto?
-Sí.
-Habría jurado que tenías más de dieciocho.
-Pues no. -Tomé mi teléfono y miré la hora.-Debería ir yendo.
-Te acompaño.
-No te preocupes. Gracias de todos modos. -Me paré y caminé un rato, pero él salió corriendo atrás mío.
-Al menos me puedes dar tu número.
-Ehhhm, claro. -Le di mi número.
-Te llamaré, Billie de Inglaterra.
-Bien.
Caminé unas cuantas cuadras y en el camino al instituto sentí unos pasos que corrían detrás de mí. Me di vuelta para ver quién era. William.
-Hola, Maní. Te pasé a buscar. Me dijeron que ya te habías ido.
-Quería despejarme. -Le expliqué.
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Billie
Teen FictionDos adolescentes emprenden una aventura llena de risas y romance para completar la lista de ''deseos de antes de morir'' de una enferma terminal.