Parte 3

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Nos pasamos el resto de la noche hablando y ya que odiaba la casa de mis padres, le pregunte si le gustaría ir a mi departamento. 

Minutos después estábamos en su moto yendo a mi departamento, me agarre muy fuerte de el y senti como mi corazón se salia de mi pecho.

Que diablos estoy diciendo, este chico saca el peor lado de mi. 

Entramos y saque una botella de whisky que tenia guardada, seguimos platicando hasta que la conversación se puso algo tensa y realmente me asuste.  Raro en mi.

-Mama dijo que tu padre te había abandonado, ¿Es verdad?-Ian me miro después de darle un sorbo grande a su trago y su mirada me dio escalofríos, era fría y tenia algo que no me gustaba, eso que había visto en el el día de la pelea con Ked. 

-¿Porque diablos no te metes en tus asuntos?-Dijo con un tono de voz que me intimido demasiado.

Segundos después vi como tiraba el vaso contra la pared y este estallo en mil pedazos. Me quede paralizada frente a esta escena y de un momento a otro tenia a Ian tan cerca de mis labios que no podía controlarme mas. 

-No vuelvas a acercarte a mi.-Susurro contra mis labios y mi corazón se paro. 

Salio por la puerta y me quede sin palabras, ¿que demonios le pasaba a ese chico? estábamos bien y de un momento a otro su animo cambio y yo no entendía nada. 

Sus ultimas palabras me habían dolido y eso me soprendio, normalmente la gente me decía cosas y yo nunca les prestaba atención pero lo que el dijo, realmente me dolió. 

Me prometí no volver a acercarme a el, pero todos mis intentos por sacarlo de mi mente fallaron y al día siguiente alguien toco a mi puerta.


Ian.

-¿Quieres salir?

-¿Es enserio? Ian, ayer me dijiste que no me acerque a ti, hoy vienes y me dices que salgamos? YA!-El sonrió de lado.

Debía admitir algo,  esos cambios de humor que tenia, me atraían de alguna forma, hacían que el se vea mas sexy de lo que era.

Caminamos por todos lados, riendo y llegamos a un parque, cuando ya eran las 12 de la noche nos sentamos y platicamos.

Yo empece a contar todo de mi, me deje como un libro abierto a el y yo no era asi.

Este chico me estaba cambiando por completo y yo no podía permitir esto... pero no sabia como pararlo.

-Cuando era pequeña mis padres estuvieron enamorados de mi... Hasta que nació Lizzy, mi hermana, nos llevamos por dos y debo admitir que cuando nació ella era perfecta... La atención era toda para ella y a mi siempre me trataban como cualquier cosa. Ella tiene unos hermosos ojos color miel, un cabello precioso que le llega a la cintura y el cuerpo perfecto. En la escuela siempre tuvo las mejores notas, hasta ahora que esta en el ultimo año y se graduara-Vi como Ian me miraba atentamente mientras se mordía el labio y continué- Tiene 17 años y sigue siendo la preferida de mis papas, yo me crié con mi niñera, siempre se encargo de mi, aunque yo nunca se lo agradecí. Cuando entre en la primaria era una pelota andante, todos los años que estuve ahí se encargaron de hacerme la vida imposible por mi peso, cuando entre a la secundaria  todo cambio.-Hice una pausa al recordar algo que me causaba mucho dolor- Me pasaron cosas que desearía olvidar, mi carácter cambio totalmente, ya no era esa niña que se dejaba pisotear en el colegio, ahora yo pisoteaba a los demás. -Ian solo me miraba con una mirada completamente serie- pero en casa era otra cosa, mi madre se la pasaba comparándome con mi hermana menor, insultándome y le disgustaba todo lo que hacia. Una noche tuve una pelea muy fuerte con ella y decidí irme de casa. Deje el colegio, deje mi casa, deje a Sara que era como mi madre pero yo sentía que hora me miraba como lo hacían todos en ese casa. Mi vida cambio demasiado Ian, es algo que no se lo desearía a nadie. Me mude con mi mejor amiga, Darla, siempre fue mi único apoyo en todo. Mi carácter era completamente mierda con todos hasta que conocí a Drake, con el era diferente, podría decir que fue la primera y unica que vez que me enamore de el, con el tiempo el cambio conmigo y me hizo algo que jamas olvidare y que prefiero no contar. 

-¿Que te hizo, Megan?- Me miro fijamente a los ojos. 

-Olvídalo, nunca debí contarte nada de esto. A nadie le importa como me sienta. 

-¿Por que dices eso?- me tomo de la mano y la quite rápidamente

-Por que todas las veces que yo intente matarme nadie estuvo  conmigo Ian, siempre estuve sola todo este tiempo, pasando por cosas que siento que ya no puedo soportar y que un día todos mis demonios me vencerán, por eso decido tener una fachada de chica ruda, fuerte que nadie puede destruir, pero en el fondo estoy completamente rota y la verdad es que nadie me puede ayudar. No sabes lo horrible que es despertarte cada día sin tener una razón para seguir viviendo y que tu vida sea tan miserable que a tus padres les importa una mierda lo que pase contigo y que quieren hacer de todo para cambiarme. Tu no sabes nada Ian y si no quieres salir lastimado, deberías alejarte de mi, la gente de mi alrededor siempre saldrá lastimada o serán los causantes de mi dolor y no se porque tengo la sensación de que a ti te lastimare y que tu me harás mas mierda de lo que ya soy. 

No pude mas con esa conversación, me levante y comencé a caminar lejos de el, una parte de mi esperaba que el me siguiera y me diga que todo estaría bien, pero no pasaría y obviamente yo jamas admitiría que quería que pase eso. 

Voltee a ver si seguía sentado donde lo había dejado, pero para mi sorpresa, ya no estaba. 

Las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos al recordar todo lo que le había contado y me repetí mil veces que no debí hacerlo, a la gente no le importa como te sientes y creo que era mejor así. 




Dark SadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora