Habia estado caminando durante horas sin entender a donde iba, hasta que llegue al lugar donde Ian me había llevado aquella vez, ese hermoso lugar del que se veia toda la ciudad. Tenia unos mil mensajes de el, de mis padres y de Darla preguntando donde estaba y si me encontraba bien. No respondí ninguno.
Me encontraba llorando tirada en el suelo y sentí los pasos de alguien acercándose. Era Ian. El era el único que podía saber donde estaba, era el único que me conocía tan bien. Me tomo entre sus brazos y me abrazo, me sentía como una niña pequeña, no quería hablar y lo único que el dijo fue "Todo estará bien"
En este punto de mi vida, no se que haría sin el, el era todo lo que podía calmarme, hacerme feliz, hacerme enojar, hacerme llorar, el era el único en mi vida. Sin el, no seria capaz ni de sonreír. Si las palabras arreglaran el daño hecho, el podría curarme, pero no era así, las palabras eran solo palabras y por mas que el me ame y yo a el, jamas podrá ayudarme de la manera que queremos.
Deseaba dejar todo atrás, pero no era tan fácil... El no merecía pasar por todo esto por mi culpa, pero alejarme ya no era una opción, ya estaba metido en mi mierda.
-Lo siento mucho Ian, siento ser un desastre.
-Eres perfecta para mi.
-Jamas seré lo que todos quieren que sea, soy mala, eso es lo que soy. Hago daño, queriendo o no. Supo que Austin había matado a tu madre y no te lo dije, fui egoísta. Fue mi culpa que ella muera. Jamas debí haber nacido.
-Cierra la maldita boca Megan, eres una de las mejores personas que conozco, eres mi ejemplo, eres la razón por la que sigo aquí. Sin mi madre ya no me quedaban razones, solo eras tu. Tu me diste una razón para seguir viviendo y no sabes lo que vales, no vuelvas a decir lo que acabas de decir.
-Te amo. - Susurre.
-Yo a ti mucho mas, pequeña.
-Nunca me dejes por favor, eres todo lo que me interesa Ian, eres todo.
El se quedo callado y me beso, fue un beso largo y perfecto, cada vez que nuestros labios se juntaban, me sentía bien, cada vez que nuestras manos estaban juntas, la tranquilidad volvía a mi cuerpo y cuando nuestras mirabas se chocaban, eramos uno. Nuestras almas habían nacido para estar juntas. Nada podía cambiar eso, nada podía cambiar el destino. Yo lo amaba, lo amaba tanto que aveces dolía, era un amor de esos que ya casi no existen, de esos que luchan contra todo para estar juntos, de esos que aveces son derribados pero siempre se vuelven a levantar y siguen luchando.
Ian me devolvió a casa y yo fui directo a mi habitación. Sobre la cama había una pequeña nota que decía "Lizzy"
Querida Megan, realmente siento todo lo que te hice pasar todos estos años, siento haberte apocado sin querer. Tal vez jamas lo supiste pero siempre te tuve envidia, siempre pensé que tu eras mejor y por eso te hice la vida imposible, no podía permitir que brilles mas que yo. Esta carta es para despedirme de ti... es tu momento de brillar con mama y papa... En estos momentos yo ya estoy en un avión que se dirige a Europa y Jamas volveré... por favor Megan, espero que puedas perdonarme... Se Feliz.
Me quede sin palabras, mi hermana menor había sentido lo que yo todos estos años. Nos odiamos sin razón... Nos hicimos cosas que nadie merece y todo fue por nada. Lo peor es que ya no podíamos arreglar nada, habíamos escrito nuestra historia nosotras misma cagamos nuestra relación desde el momento en que ella nació. Cada minuto que pasaba en mi vida, me sentía mas miserable.
Chicas, dejen sus comentarios, me gustaría saber quienes están leyendo mi novela, no sean lectoras fantasma. Gracias por leerme, espero que lo estén disfrutando.

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Dark Sadness
Roman pour Adolescents¿Podrán salir de la oscuridad? o ¿Se hundirán los dos? Megan Palvin, vivió toda su vida en soledad, sus padres se interesaban mas por el trabajo que por ella y desde niña aprendió a sobrevivir en esta sociedad de mierda. Victima de bullying toda s...