Parte 2

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Al día siguiente, no pude sacarme a ese chico de la cabeza. Una parte de mi quería dejar de pensar en lo de ayer... pero otra quería revivir el momento en que lo vi. 

Aunque lo dude muchas veces, me trague todo mi orgullo y le mande un mensaje de texto a Darla.

-¿Cual decias que era el nombre de el imbécil de ayer?

-Sabia que lo preguntarías.

-Solo dime el maldito nombre, Dar. 

-Ian, Ian Walk.

Su nombre me llamo mucho la atención, jamas había escuchado ese nombre en mi vida y estaba segura que quería escucharlo mas veces, tal vez siempre... QUE DIABLOS ESTOY DICIENDO!  Vamos Megan, hizo que seas la estúpida de la noche ayer. Luego te empujo como si no te viera, ¿Quien se creía? pf. 

Tuve todo el día su nombre en mi cabeza, pensando en cual seria la próxima vez que me cruce con el.  Realmente no dejaba de fantasear. 

Era Lunes y mi madre había organizado una pequeña reunión en su gran casa con su Vieja amiga Mery.  No entendí porque yo tenia que estar ahí, acaso no podían atender a la invitada mi padre y mi madre? no entendía porque se esforzaban tanto por que yo este en las reuniones familiares si siempre había sido una vergüenza... a cambio  mi hermana Lizzy era la hija perfecta. Ella aun vivía con ellos y era todo lo contrario a mi, mientras que yo... era solo la oveja mas negra de la familia, desde pequeñas ella me había superado en todo, desde su nacimiento yo pase a segundo plano mientras que ella y el trabajo de mis padres eran lo mas importante en sus vidas. 

La verdad es que yo no sabia lo que era ser amada, ni lo que era amar. Mis padres querían que sea como ellos y Lizzy pero yo jamas lo seria, mi mundo era otro y siempre sera así. 

Ellos no entendian porque había intentado acabar con... olvidenlo. 

Me vestí lo mas rebelde que pude, con el maquillaje corrido como acostumbraba a llevar y me atreví a entrar así a casa de mis padres. 

La mirada de mama se poso en mi con una mueca de asco, era obvio que odiaba que me vista como solia hacer, papa solo pudo mover la cabeza y sacar la vista de mi.

Realmente odiaba que me hagan sentir tan miserable con sus miradas y pensamientos, se perfectamente que pensaban de mi, ya los había oído quejarse. Muchas veces...

Esperamos una hora hasta que por fin sono el timbre.

-Son ellos!!-Dijo mi madre entusiasmada.- Megan arréglate un poco y no me hagas pasar vergüenza. 

Una ola de rabia me invadió y me dirigí  a la cocina. 

-Señorita Megan, puedo ayudarla?- Hablo Sara, la señora que habia cuidado de mi desde que nacio Lizzy, cuando yo solo tenia 5 años. 

-VETE!-Dije con los ojos llenos de lagrimas. 

Sara salio casi corriendo de la cocina, era obvio que me tenia miedo, o eso creía yo. 

Corrí al refrigerador y comencé a comer todo lo que se aparecía frente a mi, comía y comía sin poder parar mientras lloraba sin cansarme. 

Fui rápidamente al baño y la verdad es algo que prefiero no contar. 

Minutos después salí al comedor donde todos me esperaban para comer. Vi a un chico que me pareció muy familiar, pero no lo reconocí porque estaba de espaldas. 

-Oh no puede ser, es la pequeña Megan!!-Grito Mery mirandome y bufe.

-Megan no seas malcriada, saluda a los invitados. 

-¿Y si te digo que no quiero?-Dije de mala gana. 

-Megan ya basta, sientate y come con nosotros-Ordeno mi padre y me resigne a hacerle caso. 

Cuando tome asiento pude ver bien al chico, se me hacia familiar porque era... IAN WALK.

Esto tenia que ser una maldita broma. No podía estar pasando! El era el famoso hijo de Mery? que no tenia muy buena fama por decirlo así... 

-Tu.-Dije mirandolo con furia.

-¿Se conocen?-Dijo Mery- Oh me refiero a que si se han visto hace poco, pues ustedes solo jugaban cuando eran niños.

Eso era una gran mentira, yo no jugaba con el, yo lo odiaba, desde pequeña odie a los hombres, no los queria ni como amigos. Y a el menos, odiaba todo en el y de niño solía ser muy pesado. 

-No.-Hablo Ian

-Por supuesto que no. -Dije casi gritando. 

La cena termino y yo salí al patio de atrás para fumar unos cigarrillos para botar el estrés que tenia, mientras me perdía en mis pensamientos una voz me interrumpió. 

-¿Me das uno?-Dijo Ian mientras se sentaba a mi lado en el jardín. 

De mala manera lo mire y le di uno de mis cigarrillos. 

-Y cuéntame... ¿Porque tan amargada con la vida?-Dijo en un tono seco. 

-¿La vida? no estoy amargada con la vida, estoy amargada con MI VIDA. 

-Vamos cuéntame, tal vez nos podríamos entender. 

Parecía ser muy simpático, se le notaba muy amistoso y pasamos un buen rato hablando y riendo, cosa que yo casi no hacia. 

Pero nada es lo que parece. 

Dark SadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora