Capítulo 3

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Cuarenta y siete años después de la explosión nuclear, los sobrevivientes se habían alzado de nuevo. Construyeron sus pueblos y sus casas en paz, una paz que no duraría mucho tiempo porque a pesar de todo en tiempos difíciles la guerra era lo único que parecía importarles.

En ese tiempo trece clanes se habían alzados regidos por una única persona en el mundo: un comandante. El comandante había caído del cielo y había venido a ayudar a los sobrevivientes, no había penas, ni gloria, ella lograba llevar a todos a la paz... hasta que toda la armonía se rompió.

Doce de los trece Clanes apoyaba a la Comandante en todo lo que decidía, pero el decimotercero siempre estaba en contra de todo. Guiados por un líder violento y sin piedad intentaron tomar el control de los trece clanes volviéndose los dueños de la tierra. La Nación del Hielo y la Nación Anrad habían intentado que el líder del decimotercer Clan, La Nación del Salvaje Mundo, cooperara con ellos fuera del poder, pero éste permanecía firme. No le gustaba la forma en como el Comandante guiaba a los demás. No le era de su agrado la piedad por lo que decidió levantarse en contra de los Clanes.

Guiados por un líder violento y sin piedad, la Nación del Salvaje Mundo empuño espadas y cuchillos hechos por sus puños contra los doce clanes en un baño de sangre. Los Seskins son la gente de la Nación del Salvaje Mundo, su líder era conocido como Gambulle, el más violento de todos. Los Seskins atacaron a las demás clanes hasta llegar al poder contra El Comandante, quién con decepción intentó detener a la Nación del Salvaje Mundo, pero en su lugar solo había logrado frenarlos un momento.

Cuando el Comandante había recuperado algo de fuerza había echado a la Nación del Salvaje Mundo de los trece clanes y se le había prohibido acercarse al perímetro gobernado por él. Los Seskins fueron desterrados de la Tierra Firme y cualquier acercamiento a éste era condenado a muerte sin juicio alguno.

Gambulle no era un hombre tolerable, era un hombre despiadado que no le importaba enviar a sus guerreros a morir allí solo para intentar atacar desde dentro de Tierra Firme. Pasaron diez años antes de que pudiera por fin completar su deseo de adentrarse a Tierra Firme y desatar otra guerra, la cual se llevó la vida del Comandante y de la del propio Gambulle. Su sucesor, Aramic, había prometido que guiaría a la Nación del Salvaje Mundo por el mismo camino que Gambulle, pero favorablemente su vida termino dos años después de asumir el poder. Alguien le había envenenado y con rabia en los ojos cada seguidor había buscado al hombre.

Un joven de Tierra Firme había logrado infiltrarse en los terrenos de la Nación del Salvaje Mundo y había envenenado a Aramic sin conocimiento alguno de que entonces otro se alzaría al poder e intentaría lo que los otros dos líderes no pudieron. El joven fue crucificado y torturado por toda la nación, esto logro desprender otra guerra en la cual a la Nación del Salvaje Mundo la lideraba una mujer: Unade.

Unade, a diferencia de los otros dos hombres, había logrado mucho más que solo entrar sin problemas en las Tierras Firmes, ella había logrado tener un combate cuerpo a cuerpo contra el nuevo Comandante y había logrado ganar, pero cuando estaba por arrebatarle la vida su propia gente se alzó contra ella.

Guiada por la rabia y el odio, Unade condeno a cada persona que se había vuelto en su contra a muerte por su propia gente. Fue otro baño de sangre. Cuando las personas murieron a manos de los Seskins, su propia sangre, algunos lograron levantarse contra Unade, pero no lograron mucho contra ella. La nueva líder demostró ser, joven y apasionada en la ira. Perdono la vida de algunos de los que la traicionaron y de los que se levantaron con la muerte de otros, los desterró bajo el nombre de Sarks y estaban obligados a seguir cada acuerdo que ella tuviera.

Cada vez que un hombre Seskin muriera por culpa de un Sarks (quien era obligado a pelear por Unade) debían pagar con la vida de tres menores, la comida y cualquier otra cosa que ella quisiera.

INQUEBRANTABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora