Bellamy no se fiaba de nada cuando Pike le pidió hablar, y menos cuando le pidió hablar en privado. Él muchacho había aceptado, por la curiosidad que podía más con él y su instinto de negarse a ir. Camino detrás de él con cuidado, sosteniendo su arma a su costado y rogando no tener que usarla contra el hombre en caso de que las cosas se pongan mal.
– Desearía poder decir que eres bienvenido a mi gran morada, pero esto es solo una habitación más en todo el lugar – Dijo él mientras extendía los brazos hacia el pequeño espacio compuesto por una cama, una mesa y una silla, una estantería y lo que parecía ser una ventana. No todas las habitaciones tenían ventanas, por lo que para algunos era casi un lujo tener una de ellas.
Bellamy se negó a responder a su comentario, que con una sonrisa para él no sonaba como algo para reír. Pike hizo una mueca mirando al chico, y sonrió torcido.
– Supongo que no estás de humor –
– ¿Qué pretendes? – Preguntó sin rodeos.
– Nada. Nunca he hecho nada oculto y detrás de mis ideas – Pike sacudió la cabeza ofreciendo un asiento al muchacho. Después de dudar un momento, Bellamy aceptó sentarse y observó a Pike sentarse frente a él.
– Quieres ser canciller, ¿por qué? – Lo sabía, pero necesitaba oírlo una vez más y está vez que sea convincente.
Pike tardo un momento, respiró hondo mientras su mente viajaba a un lugar lejano, dónde nadie más que él podía llegar. Recuerdos dolorosos y recuerdos felices se mezclaban en su memoria, causando que el triste fantasma de una sonrisa apareciera en su rostro dibujada vagamente sobre él. Miro al chico, y luego resopló suavemente.
Su ronca voz, habló despacio y entrecortado – Es difícil de creer... que mientras nosotros estábamos arriba en el espacio... mucha gente estaba aquí en la tierra – Sacudió la cabeza – Teníamos sueños, ilusiones. Ganas de vivir. Cuando enviaron a los cien, no buscaban solo castigarlos por lo que hicieron sino que les estaban dando una oportunidad de vida. Admito que fue difícil aceptarlo, pero si el plan iba como creíamos entonces todas las vidas iban a ser salvadas. Yo no sabía de nada de este plan hasta que me obligaron a darles clases a los cien, ni siquiera me dieron razones por las cuales debía hacerlo hasta poco después. Quería que sobrevivieran, por nosotros. Por ellos. Por todos
Bellamy hizo una mueca. Ni siquiera estaba seguro de por qué él le estaba contando todo aquello, pero esperaba con ansias saber hacia dónde se dirigía.
– Pasaron muchas cosas antes de saber que la tierra era habitable. Muchas personas sufrieron. Y cuando decidimos que era momento de regresar a nuestro hogar... más cosas sucedieron. Mucha gente murió. Muchas e incontables vida. Y cuando creíamos perdido todo, hubo una oportunidad más de vivir. Tuvimos la oportunidad de venir hacia la tierra, con ustedes, con nuestros seres amados. Sin embargo, todo fue diferente a como esperábamos. Nosotros, la estación granja, nos separamos y tuvimos que valernos por nuestra cuenta. – Pike murmuró – Yo tenía conocimientos previos sobre la supervivencia en la tierra, y gracias a ustedes también sabíamos sobre los Grounders. Me sentía orgulloso de poder cuidar y proteger a mi gente, pero yo no esperaba que la situación fuera tan cruel y tan desgarradora como lo fue cuando lo vivimos de primera mano.
– No tienes que decírmelo –
– Tienes razón. Ustedes lo vivieron mucho peor que nosotros – Pike asintió lentamente – Sufrimos mucho cuando llegamos aquí, muchos murieron y muchos otros salieron lastimados. Nosotros no aprendimos a llevarnos bien con los Grounders, sino que aprendimos a odiarlos y a cuidarnos entre nosotros. Nada más que eso. ¿Tienes idea de cuantos tuvieron que morir para poder sobrevivir?
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INQUEBRANTABLE
FanfictionTras haber abandonado el Campamento Jaha, Clarke ha salido en busca de olvido. Tratando de reprimir todos los sentimientos que tenía dentro suyo: la culpa y el miedo, ha terminado donde menos se lo esperaban. Con una nueva nación levantándose, nuevo...