INQUEBRANTABLE

Capítulo 20

Bellamy estaba muy seguro de que la roja mirada de Abby iba a partirlo a la mitad a él y a los demás. La mujer estaba enojada con todos ellos, sobre todo con Clarke, quién intentaba restarle importancia a lo que había sucedido en el laberinto, pero evidentemente Abby no pensaba que llegar de un laberinto subterráneo con heridas, la ropa media rasgada y sin balas en su pistola fuera algo para no darle importancia, y más aún cuando les habían contado sobre una bestia mutante a causa de la radiación.

Esa misma noche, después de la ceremonia de lealtad (la cual había consistido en que la rubia se arrodillara frente a Lexa pronunciando que Arkadia estaba totalmente de acuerdo con todo y con tener a Lexa como comandante) se había paseado un par de veces por su habitación como si fuera un león enjaulado. Todos estaban durmiendo, y él estaba allí despierto dando vueltas como si nada.

Espero un momento y escucho unos suaves golpes en su estación como si se tratase de la alarma que le salvaría de las ansias y el aburrimiento. Se acercó a gran velocidad a abrir la puerta y sonrió encontrándose con la sonrisa de Clarke. Dejó entrar a la muchacha, quién con calma se paseó por la habitación (o más bien estación) mirando todo lo que el muchacho tenía mientras éste le servía un vaso con agua.

– Cómodo – Dijo ella tomando asiento en una silla junto a una mesa de metal.

– Parece el Arca – Él dijo con calma sentándose en frente – ¿Te ha visto alguien?

– Mi madre estaba durmiendo y Kane también – Ella suspiro aliviada – Hubo un momento en que creí que se despertaría y tendría que escaparme por alguna ventana o algo

– No tenemos ventanas – Se burló el muchacho.

– Exacto – Ella bebió del agua.

Él asintió sonriendo. Jugaba con sus manos en el silencio que se había creado. Observó a la chica beber del vaso y luego, al tragar, desvanecer su sonrisa reemplazándola con una mueca seria.

– Hay algo que debemos hablar, es importante –

– Eso puedo notarlo. Me pediste que hablemos en privado, pero querías esperar a que la ceremonia terminara por completo. ¿Qué está pasando? –

– Lexa envió a sus hombres a revisar el laberinto, pero no creo que puedan hallar nada, por otro lado, quiero pedirte algo... – La chica lo miró seria – Hemos pasado por muchas cosas, ambos. Sé que lo que pasó en Mount Weather fue algo que nos marcó a ambos

– Lo sobrellevamos de maneras diferentes – Él murmuró asintiendo.

– Yo huí y tú te quedaste – Ella asintió, suspiro y sacudió la cabeza intentando no pensar en lo sucedido meses atrás – Escucha, creo que la Nación del Salvaje Mundo está usando a la Nación del Hielo

Él frunció el ceño – ¿Por qué lo dices? –

– No lo sé todavía – Ella sacudió la cabeza – pero creo que con dos naciones que intentan derrocar a Lexa para tener el poder podrían estar confabuladas entre sí y de paso la Nación del Salvaje Mundo parece ser más peligrosa que la del Hielo, por lo que pienso que podrían estar usando a la Reina Nia para tener un camino directo hacia nosotros. Se supone que ellos están desterrados, si cruzan las tierras los Trikru los mataran sin darles juicio, eso incluye a las otras naciones y de ahora a nosotros. Si están usando a la Nación del Hielo como pasaporte para entrar entonces tendría sentido

– ¿Por qué simplemente no entrar y ya? Si entran en manada sería difícil que los mataran –

– ¿Hombres de palabra tal vez? – Se encogió de hombros la chica – Tampoco lo sé, pero no dejo de pensar que están usando a la Nación del Hielo para uno u otro fin