1-Guerra de amor

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Cuando Haru terminó de leer esa carta, se sentía algo culpable. Realmente la entendía.

Ella también se había parado en una guerra amorosa contra un enemigo que la superó por completo. Casi totalmente invisible a los ojos de Tsuna, su primera "guerra de amor" terminó con la victoria de su rival, Sasagawa Kyoko. 

Ella también había pasado horas frente al espejo. Se había preguntado una y mil veces "¿Que más?" "¿Qué más debía cambiar por él? ¿Qué era lo siguiente?" "¿Qué podía hacer ella que redujese la distancia?"

Por eso, cuando Tsuna había leído la carta de renuncia de una de las asesinas a sueldo de Vongola, ella había sentido un escalofrío en la espalda. 

Meses atrás, ella había ido a Egipto, por órdenes de Giannini y Spanner a buscar información y una serie de detonaciones casi demasiado pequeñas para ser notadas, revelaron el intento de alguien en sepultarla dentro de la investigación. 

Aquella vez, habían pensado que era culpa de algún enemigo de Hibari. Pero la siguiente vez, fue que a Kyoko le regalaron una rosa envenenada (Aunque terminó rápidamente fuera de peligro porque Bianchi la salvó), y pocas semanas antes, Reborn había conseguido una confesión de un grupo de ladrones que iba a asaltar a Nana, de que habían sido pagos para ese trabajo. 

"Y ahora esto..."

Era la expresión que flotaba en el aire. Tsuna había juntado a los representantes de las diferentes ramas de la organización y a sus guardianes. Había un silencio pesado. Lentamente, Haru levantó una mano  pidió, con voz dudosa.

-¿P-Puedes leerla otra vez, Tsuna-san? 

Hubo un malestar evidente que siguió a ese pregunta. Nadie quería escucha eso de nuevo. Pero Tsuna asintió, y se aclaró la garganta:

"Sawada Tsunayoshi-sama: 

Te amo. Te amé desde que te ví. Traté de llamar tu atención, pero parece que tienes demasiadas mujeres alrededor para verme. Aunque cambié todo lo que pude. Aunque me esforcé. Parece que tienes demasiadas chicas alrededor. 

No te preocupes, ya comencé a cambiar eso. Hasta ahora fueron advertencias, pero lo haré real.

Pronto, sólo tendrás tus ojos para mí, así como yo para tí. 

Te amo

Y sé que pronto estaremos muy felices juntos para siempre. 

Olivia Trisskten"

El aire se hizo incluso más pesado. Gokudera temblaba de rabia. Lambo de miedo. Ryohei sabía que su hermana estaba en peligro. Estaba preocupado. Hibari, que por algún motivo había ido, sólo estaba apoyado en una pared, evitando mirar a nadie. 

Basil, representante del CEDEF, estaba preocupado. Reborn estaba directamente enojado. Era el único que podía aportar algo a la descripción de la culpable. Bueno, Bianchi y él. 

Presentaron a Olivia como una asesina a sueldo profesional. Una de las mejores de Vongola, de calidad comparable a Varia (aunque Squalo lo refutó con toda la fuerza de su garganta). Había sido acogida y entrenada de una familia aliada a temprana edad. 

Era la primera vez que tenía ese tipo de comportamientos, así que no podían preveer qué haría.

La habían identificado como traidora a la familia, y algunas familias se habían ofrecido a cazarla, pero a Tsuna le costaba darles la orden.

Los dispersó, pidiéndoles que pensasen en cómo podrían enfrentarla, ya que actualmente estaba en paradero desconocido desde hacía seis meses, y no la habían podido hallar.

Cada uno se fue para su lado, lentamente. Haru sabía que debería volver a la dividión de tecnología, que representaba, pero se quedó clavada ahí.

Las personas fluyeron a su alrededor, jasta que solamente quedaron Gokudera, Reborn,  Hibari, Tsuna y Kyoko.
Ella los miró fijamente.

Ella había pasado por muchas cosas desde que Tsuna había entrado a su vida. Enamorada de él, había hecho todo a su mano. ¡Y más también! Había sido entrenada por Shoichi y Spanner. Había aprendido de las alianzas y esas cosas de Reborn y Bianchi.

—Tsuna-san.... Yo.... Tengo una idea.
—¿Tú?
Gokudera la miró con desaprobación y duda. Era la primera vez que Haru, seria, proponía una idea. Tsuna también se sorprendió. Realmente no se lo esperaba.
—¿Qué es, Haru?

Kyoko miró a su amiga a los ojos y tuvo miedo. La conocía lo suficiente como para saberlo. Ella se llevó una mano al pecho.

—¡Lléveme a mí a su presentación de prometida!
—.....
Gokudera quedó boquiabierto. Sabía que Haru había estado desesperada pero ¿¡ESO?! Ya era pasarse, ¿no?
La presentación de prometida era el evento social donde Tsuna presentaría a su esposa, Sasagawa Kyoko, como mamma de la familia Vongola. Como la formal esposa del Décimo.

Era un evento íntimo, para líderes cercanos de la alianza.
—¿....qué quieres lograr con eso, Haru?
—Estoy segura..... Que si voy a esa reunión con Tsuna-san; Olivia-san no podrá evitar atacarme.

Gokudera y Kyoko miraron para otro lado. Los ojos de Haru brillaban agresivamente. Era cierto. Durante un tiempo, los Simone, y de hecho, algunos guardienas del Nono habían pensado que era Haru la futura esposa de Tsuna.

—¿Eh? ¿Por qué dices eso, Haru?
Los cuatro presentes lo miraron. Kyoko y Gokudera trataron de no girar sus ojos fuera de los orbes del décimo, pero Hibari se desvió a la expresión de Haru.
—Tsuna-san.... Ni lo notó, ¿verdad?
—¿D.....de qué hablas, Haru?
La castaña oscuro sonrió enormemente y se inclinó de hombros.
—D-Décimo..... —Gokudera suspiró.
Reborn lo golpeó al punto que lo tiró de la silla.

—¡Dame-Tsuna! ¡Incluso tú lo debes de haber notado, no!?
—¿Eh?
Al verlo que aún no entendía, Reborn le iba a golpear de nuevo, pero se contuvo porque las chicas (en especial, Haru) parecían a punto de llorar. Le dijo a Haru que lo pensarían, que por favor se retirara.

Ella le hizo caso y Hibari la siguió. Reborn tomó a Tsuna del cuello, mientras Gokudera le ofrecía la puerta a Kyoko.
—Tsuna..... Haru.... Haru se esforzó más que ningún otro de tus subordinados. ¿Me vas a decir que no lo notaste? ¿Que no notaste que ella te apoyó a cambio de nada? ¿Que nunca te diste cuenta que ella arriesgó su vida por la family más veces que tú? Ya sea ofreciendo cobertura médica en el futuro, o un lugar donde refugiarnos; ya fuese siguiéndote a lo profundo de las montañas en el entrenamiento, o esforzándose en ser una "digna esposa" durante los días de paz, ella nunca dejó de entrenar. ¿Puedes decirme que te resultaría fácil para tí esforzarte en seguir siendo útil a quién te rechazó y aceptar aún así la amistad de quien esa persona eligió?

La cantidad de veces que Haru los había ayudado llenó la mente de Tsuna. A pesar de que, ciertamente, Haru nunca había estado obligada a nada. Desde darle bentos a clases particulares y ayudarlo con niños, e incluso ahora, Haru había estado ahí siempre que había necesitado a alguien. ¡Haru incluso lo había apoyado con Kyoko, por Dios!

—Kyoko fue tu elección y la respeto— sentenció Reborn— pero Haru tiene las capacidades de ser una líder. Capacidades de la que tu esposa carece. Tiene el esfuerzo de un guardián, que tu esposa no demostró. Y una lealtad inquebrantable, casi imposible de conseguir en otro lugar. Si yo fuese a eliminar a los mejores miembros de tu familia, Haru estaría entre mis blancos. Así que es seguro suponer que estará en los de Olivia.

A Tsuna todo eso igual le daba un poco de duda. Era cierto que Haru era muy esforzada pero..... ¿Realmente Olivia creería que Haru era su prometida?

Hervíbora..... kamikorosuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora