Kuroko tendrá que dejar a sus amigos para ir a estudiar a Londres, donde conoce nuevos amigos y comienza su carrera musical, tras un concierto en japón se topa con sus antiguos compañeros, pero kuroko no parece el mismo. ¿Qué pasará?
Los personaje...
-¡Kuroko! ¡Por fin contestas! ¡Estaba preocupado por ti! ¿Dónde estás? ¿Cómo has estado? –Taiga-kun, gracias por preocuparse, regresaré en unos días, solo necesito un descanso, estoy bien gracias, buenas noches... -¡Espera! ¡Necesito hablar contigo! ¿Podemos vernos? -¿Ahora? ¿En la noche? –Vamos por favor... te veo en la cancha de antes... Kuroko se levantó como pudo, ya que aún tenía dolores en la cadera, tomo su chaqueta y caminando sin hacer ruido alguno para no despertar a Murasakibara y Midorima ya que si lo veían le comenzarían a hacer preguntas molestas, tomo su celular y tomo las llaves del auto de Midorima y comenzó a conducir hacia el lugar dicho, al bajar del auto pudo ver la silueta de un hombre, quien al verlo lo miro a los ojos y torno una gran sonrisa. -¡Kuroko! Qué bueno que viniste... Este... -Tai... -Dejame hablar por favor... cometí un grave error, supe que ya estas comprometido, pero la verdad es que, me gustas, me gustas desde la secundaria, creí ya a verte superado un poco, pero cuando te vi tocando aquella vez, supe que tenía los mismos sentimientos de antes, hice mal al tocarte de esa forma... estoy muy arrepentido, en verdad discúlpame, dame otra oportunidad, no volverá a pasar, sé que fue tu primera vez.. Lo siento mucho. Kagami de un impulso comenzó a llorar, sin darse cuenta, kuroko lo miraba perplejo, no sabía de esos sentimientos del pelirrojo hacia él, cuando él era más joven, amaba a kagami, pero este nunca mostraba interés, al cambiarse pensó que olvidaría esos sentimientos, ya que kagami la última semana junto con sus amigos lo comenzaron a hacer a un lado, lo ignoraban, y a kuroko eso le dolía, odiaba no poder expresarse como kagami en ese momento. –Taiga-kun... para de llorar por favor, está bien, te perdono... esas cosas pasan... yo... -¿Enserio me perdonas? –Sí, no podría estar enojado para siempre... sería incómodo... además... en ese momento kagami ya no aguanto y rápido se acercó a kuroko y lo beso. Kuroko estaba en shock, sabía que eso estaba mal, pero también tenía sentimientos escondidos por kagami, no quería descubrirlos aun, kazuya estaba en su corazón ahora, y peor, estaban comprometidos, pero a pesar de eso kuroko no aparto a kagami, este se separó despacio de él y lo abrazo. -¿Taiga-kun? –Lo siento, en verdad lo siento. –Ya te dije que todo esta bien. Comenzó a acariciar la cabeza de kagami, cuando de repente algo los interrumpió, era el sonido de un celular. –Taiga.... Debo contestar.... ¿Hola? -¡¿Kuroko?! ¡¿Dónde estás?! -Midorima-kun, estoy bien, salí a caminar un poco. -¿Quieres que vaya a recogerte? –Am... no creo que... -¡Te llevaste mi auto! –Este... si... -¡Kuroko donde estas! –Ya te dije, salí a caminar, ya estoy grande como para pedir permiso. –Lo sé.. Lo sé... regresa a casa. –Voy en un rato, estoy bien. -¡Kuroko!. Pip pip pip... Si, le había colgado a Midorima, quien lo mataría en cuanto lo viera. –Kuroko... ¿vas a regresar a Tokyo? –Debo, tengo unas cosas que hacer. Decía mirando a Kagami. –Supongo que debo irme. -¿Podremos hablar después? ¿Vernos? Decía kagami con un tono de voz triste –Claro, regresare en cuanto pueda, ya tienes mi numero puedes llamarme en cuanto puedas. -¡Sí! –Ahora, déjame llevarte a tu casa, ya es tarde. –Si no te molesta, acepto tu invitación. Subieron al auto y se encaminaron a casa de kagami, en el transcurso iban hablando de cosas triviales, y al llegar, kagami le dio un beso en la mejilla a Kuroko y se encamino a su casa, dejando a kuroko sorprendido, quien entro en si comenzó a conducir hacia la cabaña, donde lo esperaba Midorima molesto por a verse salido, siempre era así, a pesar de ya estar grande ellos lo cuidaban como si fuese su hermano menor. Al llegar bajo del auto y abrió la puerta tratando de no hacer ruido, y camino tranquilo a la sala, donde se encontraba Midorima con los brazos cruzados. -¿Dónde estuviste? –Fui a caminar. –Kuroko, sé que estuviste con alguien, ¿Quién era? –Nadie, estaba solo. –Kuroko. -Midorima, ¡para ya, no soy un niño! –Por dios kuroko, trato de cuidarte, ¿No lo ves? –Siempre me he cuidado solo. –Y no lo dudo, kuroko, sabes lo importante que eres para nosotros. –Lo sé, pero ya no soy un niño, puedo tomar decisiones por mi cuenta. –Kuroko ya para. –Ya déjame, regresare a Tokyo. –Si es tu decisión obviamente la respetare. Midorima camino a Kuroko y lo abrazo mientras le acariciaba la cabeza con ternura, mientras kuroko acepta su abrazo. -¿Regresarás pronto? Decía midorima sin parar de acariciarlo. –Por supuesto, debo arreglar las cosas con kazuya, casarme después de a verme acostado con alguien más no es buena idea. –Tienes razón, pero sé que él lo entenderá, y te perdonara, es tu futuro esposo, y te ama más que a nadie. Decía midorima sintiendo razón en sus palabras. -¿Qué pasaría si me termina gustando alguien más? Si sintiera dudas al respecto. –Kuroko ¿no estarás enamorado de alguien más? Decía Midorima arqueando una ceja. –No seas tonto, es hipotéticamente hablando. –Entiendo, en ese caso tendrías que hablar con él, creo que deberíamos dormir ya, es muy tarde. –Tienes razón, buenas noches. Kuroko se encamino a su cuarto, y sintió su celular sonar, era un mensaje de kagami -¡Kuroko! ¿Te dijo algo Mamá Midorima? ಠ_ಠ –Sabes que sí, es muy protector si se trata de mí. –Pues sí, ¿Seguro que regresarás mañana? –Por supuesto, tengo cosas que hacer, mis padres me mataran, mi representante y mis amigos, harán pure de Kuroko. –Pues trata de seguir vivo, ¿Cuándo regresarás otra vez? –Pues aún no lo sé, es muy complicado. –Ah... regresa pronto, te estaré esperando. –Claro que regresaré, no se libraran de mi tan fácil. –Jaja no sabes cuánto me alegra escuchar eso... -Debo dormir, mañana será un día cansado, nos vemos pronto Taiga. –Nos vemos pronto Kuroko. Kuroko se dispuso a poner su celular al lado de su cama cuando volvió a sonar, y al tomar el celular se encontró con una sorpresa.
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