Capítulo 8

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'NARRA ÁLEX '

-Estás rodeado de hermosas mujeres- dice Lucas sentado en una de las sillas que están al frente de mi escritorio -Debes estar en la puta gloria hermano- dice sonriendo.

-Y lo mejor de todo es que todas babean por mi- sonrío por arrogancia -Además yo soy el jefe aquí- carcajeamos.

-Que envidia hombre- dice Lucas sonriendo de lado - ¿Todavía no encuentras una mujer que se resista a tus encantos?- pregunta divertido.

-No- me paro de mi silla y camino hacia un pequeño living donde hay algunas bebidas -¿Quieres whisky?- le pregunto y asiente. Coloco dos copas de whisky y sirvo un poco en ambas copas, camino a su dirección y le entrego una copa -¿Y tú encontraste una chica que valga la pena?- pregunto con incredulidad.

-No, ya sabes que no creo en él amor- dice con sinceridad -Todas son unas zorras- se ríe.

-Estamos de acuerdo- digo observandolo. Un sonido nos interrumpe. Es la puerta -¡Pase!- ordeno. Detrás de la puerta aparece una peli negra con una bandeja en sus manos con mi desayuno, es de tez blanca, labios pintados de rojo, ojos de color miel y nariz respingona. Vestida de una falta de tubo negra y una camisa blanca y tacones negros. Es la secretaria de Daniela. De la mujer de hermosos ojos verdes que no salen de mi cabeza. Ignoro lo que mi subconsciente dice y prosigo a hablar.

-¿Qué le pasó a mi secretaria?- pregunto sin más.

-Ella estaba ocupada y me pidió de favor que le traiga su desayuno señor- coloca la bandeja en el living de mi oficina y observo que mi amigo Lucas no le quita la mirada del culo 'Hombres' se que la está desnudando con la mirada.

-¿Algo más?- pregunta observandome.

-Claro nena, que me des tu número- dice mi amigo Lucas a la peli negra. Esta frunce el ceño y lo ignora -Anda nena, no seas tímida- vuelve a decir mi amigo y la peli negra lo mira fijamente.

-Señor no quiero ser imprudente pero no ando por ahí dando mi número a desconocido, yo se lo que quieren los de su clase y creame que no me gustan los hombres así- espeta la peli negra dejando a mi amigo sin palabras. Eso a sido un golpe bajo para mi amigo, ninguna mujer le ha rechazado.

-Señorita Johnson ¿le puede pedir a la señorita Duncan que necesito que venga por favor?- asiente y se marcha -Golpe bajo ¿no?- le pregunto a mi amigo que aun sigue sin decir nada.

-Esa mujer ¿Quién se cree para rechazarme?- se pregunta así mismo -Esa caerá en mis redes ya verás, sólo se hace la difícil- dice con arrogancia.

-Suerte con eso- digo con sarcasmo.

-Ya verás hombre, ya veras- dice mirándome. El sonido de la puerta nos vuelve a interrumpir y ordeno a que pasen. Es Daniela. La miro de los pies a la cabeza sin disimulo. Tiene un vestido negro con estampados rojos que se ajustan en su cintura a la perfección, tacones negros con un adorno en forma de lazo de color rojo, tiene su pelo recogido en un come y deja, sus labios carnosos están pintados de rojo. La observo con detenimiento, está hermosa. No puedo negar que es una mujer bastante atractiva y sensual, pero eso será una fachada para envolver a cualquier hombre a sus pies -"El Álex malo está volviendo"- piensa mi subconsciente y sonrío mentalmente.

-Buenos días- Camina firme y con toque de elegancia parandose al frente de mi escritorio, mis ojos no se pierden ni un momento de cada uno de sus movimientos. La luz del sol que entra por el gran ventanal de mi oficina hace que su piel se vea jugosa y apetecible. Muero por tocarla. Borro esa idea rápidamente de mi cabeza y prosigo hablar.

Sanando HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora