El Comienzo

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Aquí estoy, sentado en la barandilla de un décimo piso, mirando hacia abajo, a punto de tomar una decisión, a lo mejor no sea la mejor decisión o la correcta,
o quizas muchos me diran que esta no es la mejor manera de resolver todo, pero se algo, nadie vendrá, nadie sabe que estoy aquí,
abajo hay miles de personas caminando sin rumbo alguno, no saben a donde van ni de donde vienen, caminan como robot sin destino
de arriba a bajo, de un lado a otro, ¿la vida tiene sentido? quizás yo sea el único negativo en este mundo o soy el único que ve al mundo
desde otra perspectiva, que caso tiene seguir en un mundo incompresivo, que caso tiene vivir sin vivir, es mejor morir, que estar en un
mundo lleno de odio, maldad, desprecio, hipocrecias y mentiras; Se preguntara que me paso, ¿porque estoy sentado aquí? Pues le contare
como mi vida fue atropellada por un enorme camión de maldad y mentiras e hipocresías; Mi vida se basa desde años atrás, pero este
dilema de suicidarme, vino a mi mente hace pocos días; Les contare lo que me sucedió.

Cuando tenia los 16 años de edad me gradue, con dificultades, ya que no era un chico tan dotado en los estudios pero me aplicaba,
un mes después de mi graduación, mi madre murió de una horrible enfermedad, sentí que mi mundo se desmoronaba, mi padre   
por lo visto lo supero rápido, para mi se me hizo difícil olvidarla, solo era un pequeño de 16 años e hijo único, mi madre fue la única
mujer que me amo de verdad que me comprendió y me apoyo, años después, decidí comenzar mis estudios universitario, pero
que esperaba aquí en Viena, Italia no era tan fácil conseguir un buen cupo para estudiar, con esfuerzos y sudor logre entrar en una
universidad no muy buena pero era algo, peor era nada, el ambiente de estudio era horrible, no tenia compañeros, ya que vivía encerrado
en mi mundo de dolor sufriendo por una enorme perdida, no me gustaba socializar ni con los profesores, en mi hogar nada era igual,
mi padre tenia una hija de otra mujer y ya había olvidado a mi madre así lo comprendí yo, eso me pego aun mas; Me aparte de todos,
ya que daba igual con quien andaba o si andaba, mis días eran fríos oscuros, con nubes grises.

Yo, Gabriel Thomas De Morotin Lizardi con 22 años de edad, siento que mi vida llego al final, ya a pasado mas de 5 años desde que mi mama
falleció, no encuentro salida alguna la angustia, el sufrimiento, el dolor, el alma en llanto, ya estoy cansado de seguir huyendo de mi pasado
quiero terminar de una vez con esta hipocresía, acabaré con mi vida ya es el mes tercero del año 2017 y todo esta en ruina en mi vida
cambiara algo? cambiara mi vida? Viena, me dará la oportunidad de obtener un trabajo, ya graduado de técnico con conocimiento
necesario, siento que no vale nada los estudios sin dinero, en esta vida todo se basa en el efectivo, Tomare mi decisión de suicidarme;
Mama perdonadme yo se que esto no es lo que tu querías en mi vida, ni que terminara así, ya mucho hice para recuperarme pero
ya estoy muerto por dentro.
Cada dia era una agonía en mi ser, mi alma pide a grito salir de este cuerpo ya, sentado en mi cuarto hablando a sola con mi subconsciente
me dicen a grito que me quite la vida, no valía la pena seguir viviendo, pero aun tenia algo de fe, pensando que al final del túnel habría una luz
que me guiaría a un mejor lugar, un camino tranquilo y mejor.

FLASHBACK:

En las tardes salí del colegio melancólico sin ganas de llegar a mi hogar; Caminando por una calle solitaria todo vacío y llueva, los faroles de
los autos me alumbra la cara, yo escondiéndola de ellos, cuando mire arriba una hermosa dama mirándome caminar por esa calle me saluda
yo confundido por la cara de esa chica, una hermosa mujer mirándome y llamando, me acerque a ella con mis hombros en alto, mi cabeza
metía entre ellos y mis manos metida en mi suéter, ella se me acerco a mi estirando su mando se presento.

- Mucho gusto me llamo Isabel Amaia(Me Sonrió con su mano estirada)

- Hola, Soy Gabriel(Sacando la mano del suéter, dándosela). Le respondí con un tono de voz seria.

- Oye, ¿puedo preguntar porque estabas caminando solo debajo de la lluvia?. Me pregunto ella aun agarrando mi mano.

Yo simplemente me quede callado, quitando mi mano de la suya, introduciéndola nuevamente en el suéter baje la mirada.

- Oh! disculpa si dije algo que te ofendió, solo preguntaba, porque no es normal que alguien camine solo por la calle y menos si llueve.

Sentía que no había razones para ser amable con alguien, ya que no le importa absolutamente a nadie y muchos menos a una extraña
que apareció de repente metiéndose en mi vida, no se a que venia todo esto, pero era muy simpática y carismática; Le di la espalda y
seguí caminando a sola sin rumbo fijo.

- Sabes que, iré contigo, no tengo nada que hacer y no es bueno andar solo por la calle mientras llueva. Me dijo la chica colocándose a mi lado

Me asombre por la iniciativa de esta chica, ya que ni me conoce y aun así quiere caminar conmigo bajo la lluvia; decidí intercambiar palabras
con ella aunque sinceramente se me hacia difícil ya que no hablaba con muchas personas en años, con mi padre si acaso hablábamos.

- ¿Porque quieres caminar conmigo?¿No te da miedo caminar con un desconocido?. Le pregunte yo caminando lentamente mientras la lluvia
aumentaba.

Podía notar que ella tenia mucho frío ya que estaba temblando y su voz salia algo temblorosa, ella me respondió de una forma muy noble.

- Me gusta mucho la lluvia y aun mas caminar bajo de ella, y si, se que es peligroso caminar con un desconocido pero se que tu no eres malo
en ti se nota que dentro de esa oscura mirada, hay un gran hombre y seguro estas pasando por momento difíciles, se como se siente y aun
mas se lo mucho que tranquiliza sentir la lluvia en el rostro.

Sentí que me golpeo en donde mas me duele con esa respuesta, y camine debajo de un lugar seco para que ella no se fuera a enferma y
conversamos un buen rato, hablamos un poco mas y le conté un poco de porque mi sufrimiento.

FIN FLASHBACK.

Recordad como algo tan dulce y bonito pudo ser capaz de lastimarme, pero duele mas cuando esa personas prometió estar a tu lado
en buenas y malas y cuando mas la necesitaba te deja, es una lección de vida que aun cargo y cada vez que recuerdo siento impotencia
y ganas de lanzarme de una vez y terminar con esta agonía. A penas tenia 18 cuando la conocí.

Nota de SuicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora