Galletas y Gatitos

Como noche y día

'... Carm, quieres casarte conmigo?'

Carmilla se quedó quieta, congelada por el shock. No se movió ni se inmutó, con los ojos fijos en la mano de Laura. La mano que sostenía un anillo. Si ella no hubiese estado tan sobrecogida por el shock, tal vez se hubiese dado cuenta, de que este estaba en forma de estrella.

La habitación estaba en silencio mientras, Laura se movía nerviosamente, mordiéndose el labio mientras estudiaba el rostro de Carmilla. Tratando de averiguar, lo que su novia estaba pensando. Miró a Carmilla expectante, esperando desesperadamente que la morena hablara. La espera la estaba matando.

'Um... Carm, podrías decir algo por favor?'

Carmilla alzó la mirada, a los ojos de Laura mientras los suyos empezaba a llorar. Su rostro lleno de ansiedad mientras luchaba por hablar.

'Estás... no estas, terminando conmigo?'

Su voz sonaba tan frágil. Recordaba a Laura la noche en que comenzaron su relación, lo perdida que Carmilla había sonado. No pudo evitar sonreír ante la pregunta de Carmilla, sacudiendo la cabeza, mientras hablaba suavemente a la morena.

'No. Quiero estar contigo; por siempre. Si me dejas... um... eso significa que tienes que responderme '

Carmilla se inclinó, acercando su rostro a la rubia, mientras se inclinaba para capturar sus labios, en un beso acuoso. Ella sonrió débilmente en el abrazo, cuando Laura trazó su pulgar sobre sus mejillas, moviéndose para enjugar las lágrimas que caían de los ojos de Carmilla. Laura se apartó, con las manos aún acariciando sus mejillas mientras hablaba.

'Eso es... eso es, un sí?'

'Sí. Sí, Laura, me casaré contigo.'

Laura chilló de emoción, deslizando el anillo en el dedo de Carmilla, antes de agarrar su brazo. Con suavidad tiró de ella, tan pronto como ambas estuvieron de pie, lanzó sus brazos alrededor del cuello de Carmilla, besándola apasionadamente. Carmilla se apresuró a devolver la pasión de Laura, sonriendo al beso, mientras Carmilla entrelazaba sus dedos, a través de cabellos rubios.

A su alrededor, podían oír vítores y aplausos. Separándose, llevaban sonrisas a juego, mientras sus amigos les daban pulgares arriba y silbidos. Laura sonríe, inclinándose para dar a Carmilla un beso en los labios, sus frentes tocándose, mientras susurra contra los suaves labios.

'Te amo mucho, Carmilla.'

'Pensé... yo... te amo, Laura.'

Todos sus temores, todo el pánico y la ansiedad que había sentido, murieron en sus labios mientras miraba esos suaves ojos marrones. Había empezado el día temiendo lo peor, sintiéndose como si no pudiera ponerse peor, pero nunca pudo haber esperado, que se hiciera, la mujer más feliz de la tierra.

'Así que Carm, quieres bailar?'

'Me encantaría bailar, con mi prometida.'

Laura no pudo evitar la sonrisa que se apodero de ella, cuando Carmilla la llamó, su prometida. Agarrando su mano, la llevo hacia el centro de la habitación. En cuestión de segundos la música estaba sonando, sus cuerpos moviéndose juntos como uno, mientras todo el mundo se desvanecía. Laura era lo único que Carmilla podía ver y lo que veía era hermoso.

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Carmilla se sentó en el sofá, con su brazo cubriendo perezosamente a Laura, mientras escuchaban música. Danny y Kirsch habían ido a tomar algo de alcohol y Perry estaba ocupada organizando algo de comida de la fiesta en la cocina. Lafontaine se había ofrecido a ayudar.