Ahogar el ruido

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'Carm, quiero panqueques.'

'Cupcake, acabamos de salir.'

'Bueno, si te hubieras levantado cuando se suponía que teníamos que irnos. En lugar de insistir, en mantenerme en la cama, durante el mayor tiempo posible... '

'No escuche que te quejaras.'

Laura se sonroja, mientras Carmilla le envía una sonrisa seductora.

'Definitivamente no, me quejo. Sólo tengo hambre.'

Carmilla se voltea, para ver a Laura haciéndole pucheros, ella rola los ojos antes de hablar.

'Eugh... bien. Te conseguiré panqueques, soló deja de hacer pucheros!'

Laura suelta un emocionado chillido agudo, moviéndose para envolver sus brazos alrededor de la morena. Retrocediendo, después de recordarse a sí misma, que Carmilla de hecho estaba conduciendo. Carmilla sonríe, volviendo su atención hacia el camino, mientras entra a un autoservicio de McDonald's.

'Hola, puedo tomar su orden, por favor?'

Carmilla baja la ventana, antes de dirigirse a la mujer, esperando en la ventana.

'Hola, umm... sí, me das, unos panqueques con jarabe por favor, y'

Ella levanta un dedo, mientras le pregunta a Laura qué bebida quiere.

'Con un poco de jugo de naranja y un capuchino para mí, por favor.'

'No hay problema. Si no le importa, conduzca a la siguiente ventana y puede pagar por tu comida.'

...

Cinco minutos más tarde y se sentaron afuera, en un banco de picnic. Laura había sugerido que se sentaran adentro, pero Carmilla se negó educadamente, murmurando algo sobre que el aire fresco, era bueno para ellas.

Laura estaba felizmente comiendo sus panqueques, cuando levantó la vista, dándose cuenta de que lo único que Carmilla tenía era un capuchino. Ahora que lo piensa; No recordaba a Carmilla comiendo nada antes de partir.

Sus ojos se dirigieron a las manos de Carmilla y, por primera vez aquella mañana, notó que las manos de Carmilla temblaban. Tragándose un bocado de panqueque, empezó a hablar.

'Carm... está todo, bien?'

'Por qué no lo estaría?'

Laura alzó una ceja, al tono defensivo de Carmilla.

'Bien, suéltalo.'

'Soltar qué, exactamente?! No hay nada que soltar.'

'Oh enserio? Entonces, por qué no has comido nada y por qué, tus manos están temblando?'

'No tengo hambre y esta jodidamente frío, por eso. Sólo come tus panqueques, para que podamos irnos ya!'

'...espera. Carm, estás nerviosa por hoy? Es por eso, que me contestas tan cortante?'

La morena no dijo nada, sus zapatos se volvieron muy interesantes. Laura suspiró, dejando el cuchillo y el tenedor, mientras se acercaba más a la chica. Moviendo su dedo, para inclinar la barbilla de Carmilla, sus ojos se encontraron. Podía ver la angustia oculta, en esos profundos ojos marrones y eso hizo, que le doliera el corazón.

'Oye, va a estar bien. Mis padres van a estar muy felices cuando les contamos.'

'Eso no lo sabes, Laura.'

'De hecho, sí. No te lo dije, Carm? Soy mágica, lo sé todo!'

Esto provoca una pequeña sonrisa, de la morena. Laura acaricia su pulgar contra la mejilla de Carmilla, esperando que la pequeña acción la calme de alguna manera. Afortunadamente, Carmilla se relaja en su toque, girando lentamente para dar una sonrisa suave a Laura.

Galletas y GatitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora