OTRA HISTORIA DE AMOR IMPOSIBLE

Capitulo 4

—Ya Ángel, estoy aquí, no pasa nada —Me consolaba Michi.

Después de que mi mamá saliera de mi habitación llegaron los chicos: Michi, Lia, Tyler, Scott y Aaron, los chicos aún están algo golpeados por la pelea con los Donnet.
Lo único que le agradezco a mis padres son que me hayan juntado con estás hermosas personas, tal vez al principio eramos un poco obligados pero somos mejores amigos, siempre a sido así y siempre será así.

Yo parecía un mar de llanto pero no podía parar, sabía que había sido un error haber estado con ellos y como si me leyera la mente Tyler dijo:

—Todos sabemos que lo mejor que podríamos hacer es alejarnos de esas personas, ven como nos dejaron todo por el caldo de Aaron, ¿Si quiera valió la pena?

—Claro que valió la pena, me gusta, ¿han visto sus ojos? Son hermosos —Dijo viendo hacia nuestro ningún punto en específico, se veía tan alucinado.

—Te oyes tan estúpido —Se burló su hermano, Scott.

—¿Por qué deberíamos alejarnos? ¿Por qué nuestros papás los dicen?

—Michelle —Interrumpió Tyler con tono de advertencia.

Aaron tomó su teléfono, lo miraba mover los labios mientras hablaba con alguien, al parecer nadie lo había notado.

—¿Qué? Es la verdad ¿No se cansan de que les digan que hacer? Ellos no pueden decirnos siempre lo que tenemos que hacer, América me agrada, es linda, ellos no han hecho nada.

—Así siempre han sido las cosas y no vas a venir a cambiarlas, claro que estamos cansados pero así es está sociedad, no podemos hacer lo que queramos sin tener represarías.

—Tiene razón pero quisiera no sé, ser libre, saber lo que se siente no estar bajo las miradas de nuestros padres todo el tiempo y cada segundo de nuestras vidas, ¿Qué tan malo crees que pueda ser que nos den un poco de libertad? No pasa nada si nos dejan salir a buscar nuestras vidas —Dije mirando hacía el piso.

—Yo solo quiero que se pudran, son unos malditos controladores —Siguió Lía

Entonces entraron nuestras madres, la mamá de Lia, Lucía, fue la primera en entrar a la habitación soltándole una cachetada a su hija, ¿Qué tienen las madres con las cachetadas?

—¡Hey!  —Gritaron los mellizos y Tyler quienes se pararon de inmediato.

Siempre eran los que nos cuidaban, eran nuestros hermanos mayores, nuestras madres a pesar de que fueran horribles eran mejores amigas y no nos separarían, ellas saben cuánto nos queremos, no lo harían.
En cuanto los chicos iban a intervenir sus madres los retuvieron.

—¿Tan mala te parezco? ¿Entonces por qué no te vas? —Grito su madre —No tienen una idea de lo que es la vida allá afuera.

—Claro que no la tenemos, nisiquiera nos dejan salir, no me arrepiento de haberlo pensado, son unas controladoras y lo saben, si no ¿Por qué nos espiarian? ¿Por qué les preocupamos? —Dijo Scott divertido

—Lo único que quieren es que no les arruinamos su asquerosa reputación.

—¿Eso quieres Ángel? ¿Salir a buscar tu vida? ¿Quieres que te recuerde lo que te paso la última vez que "Saliste a buscar tu vida"? ¡¿Quieres que te vuelva a pasar?! —Gritó mi mamá, me quedé paralizada al escuchar como lo decía, como si se lo estuviera diciendo a cualquier persona y no a su propia hija— No va haber nadie que te proteja allá afuera, aquí conmigo estas a salvo, yo te cuido.

—Eso no es cierto— Dijeron Scott y Aaron

—Las protejeremos —Añadió Tyler  quitando la mano de su madre de su pecho.