OTRA HISTORIA DE AMOR IMPOSIBLE

Capitulo 36

Holaa chicos, sé que hace mucho tiempo que no hago esto pero últimamente me eh sentido muy alejada de ustedes, por eso regresaré con esto cada capítulo. Para que estemos en contacto pueden enviarme mensajes que con mucho gusto contestaré.

Cómo ya saben yo todo lo hago por ustedes, sin sus lecturas yo no seguiría publicando capítulos, está es su historia, por eso está vez quiero agradecer a Erszebethh quién ha sido una fiel amiga y lectora, tú eres mi motor china, mi mejor amiga, te amo. ♥️

NOTA.‼️

Últimamente estuve pensando que podían hacerme preguntas sobre lo que quieran, respecto a la historia, personajes, cosas que no entendieron o hasta de mi vida real fuera de Wattpad y yo voy a contestarlas todas en un apartado en la historia, esto lo hago para poder acercarme a ustedes.

❌❌NO LECTORES FANTASMA ❌❌
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—Nos hicieron cortarnos, lo suficiente como para firmar un documento que decía que teníamos estrictamente prohibido hablar cualquier tema que tenga que ver con nuestra casa refiriéndose a la CIMUCE, hicimos un juramento de lealtad a Ana. Las personas frente a nosotros nos dieron la bienvenida a la familia y al nuevo cartel de narcotráfico de los Markoff, dándonos a entender que ya no podríamos escapar nunca más.

—Ay Dios mío, no puedo creer que de verdad lo hiciéramos, estamos atrapados. — Aaron lucia estresado.

—Creí que iba a ser mas fácil, que una vez que lo hiciéramos, las cosas se iban a solucionar, pero tal parece que cada vez nos hundimos mas y mas en un pozo sin fin, donde seguramente la caída nos matara. —Hablé.

—Hay que calmarse, esta hecho, no podemos seguir quejándonos. —Jev intentaba calmarnos.

—¿Entonces qué se supone que debemos hacer? —Dijo Lia

—Ahora tenemos que ir a una fiesta de gala. —América contestó.

—¿De verdad estás pensando en ir a una fiesta ahora? —Dijo Max.

—¿Que piensas hacer entonces? Ya tengo suficiente con un hermano en cama lamentándose, no vamos a quedarnos aquí sin hacer nada, además no es una fiesta, es una reunión dónde probablemente habrá puros ancianos.

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—No, no, no, claro que no —No llevaba ni 2 minutos con el vestido y América ya lo odiaba.

—¿Pero qué te tiene de malo?

—¿Por qué no mejor te llevas un hábito de monja? Se te vería mejor.

—Me encantaría pero lo mandé a la tintorería.

—Es increíble que hoy sea la gala y no tengamos nada que ponernos —Lia se levantó a revisar el armario por quinta vez, interrumpiendo nuestra pelea.

—¿Saben qué? Iremos de compras, sí, ahora —Tomo sus llaves— Yo conduzco, ya saben, a Ángel le gusta estrellarse.

Después de haberle dado a la plaza como tres veces en busca del vestido perfecto, ya todas tenían su vestido menos yo, que no podía decidirme entre ninguno.

—¿Estás segura de que eres rubia? —Desde el probador podía escuchar a América preguntando

—Por millonésima vez, sí, estoy segura.

—Pero, ¿Cómo puedes estar segura? Qué tal si tus padres te lo tiñeron cuando eras una niña —Lia se le quedó viendo incrédula por sus estupideces— No me lo trago, no creo que seas rubia natural, ¡Dios mío Ángel apúrate, llevamos aquí años!