OTRA HISTORIA DE AMOR IMPOSIBLE

Capitulo 3

Estaba con Jason discutiendo, rogándole que fuera más lindo, ¿por qué tenía que ser tan TAN... TAN... TONTO?

Siempre era yo la que lo buscaba, aún sabiendo que si mis padres se enteraban me matarían, probablemente me meterían a un convento o me encerrarían en mi habitación, no me importaba en realidad cuando estaba con él era como si lo demás no existiera, Michi siempre decía que me estaba usando, nunca le creí.

Los vi de nuevo, sus risas, como se quitaban la ropa y como me la quitaban, rasgandome la piel. Un golpe, dos, una navaja y mi grito desesperado.

Entonces desperté gritando, podía sentir el sudor frío cayendo por mi rostro. Mi mamá vino a mi lado en cuanto me escuchó.

—¿Pesadillas? —Preguntó

—Sí, de nuevo, cada noche desde ese día.

—Trata de descansar —dijo antes de cerrar la puerta.

¿Por qué no podía superarlo? ¿Por qué no escuche a mi amiga? ¿Por qué? ¿Por qué? Todos dicen que voy a estar bien, pero ellos no lo vivieron, no lo sintieron. Me dejaron marcada para el resto de mi vida.

La cercanía con ciertas personas era incomodó y ni hablar del contacto, sentía como si me quemará cada vez que me tocan.

El fin de semana paso muy rápido, no soportaba dormir cerca de los chicos así que decidí irme a mi casa, era lo mejor, no soportaba eso.

POV JEV.

Era tan linda, de verdad tan linda, su inocencia me enternecia, sabía que no podía estar con ella, si supiera cuál es la razón por la cual nos mudamos de Londres no querría volver a vernos, no me importa mucho lo que piensen de mi, pero ella sí, por alguna extraña razón me importa, como si quisiera impresionarla.

Quiero parecerle especial, blanca nieves, me recuerda tanto a ella, su piel blanca, los labios rojos y una cabello oscuro.

Después de la pelea que tuvimos con los estirados esos, no pensé que me iría tan mal pero son buenos peleando. Sabía que Mare nos odiaría por esto mañana, tal vez hasta nos dejaría de hablar pero no podemos permitir que ande por ahí besándose con todos esos perros que solo esperan la oportunidad de aventarsele encima.

—¿Puedes ayudarme con Jev? —Le pregunto Mare.

Ángel se arrodilló frente a mí mientras mojaba una gasa con alcohol. Por un momento me miro a los ojos, pero fue sólo eso, un momento. Dios que ojos tan lindos. Estaba a una distancia considerable, quería que estuviera lo más cerca posible de mi.

—Puedes acercarte, no muerdo.

Se acerco, le estaba temblando la mano, lo primero que pensé fue "que chica tan rara".
No sé si no podía o no quería tocarme, con la mayor delicadeza que pudo me tocó la herida de la ceja que tenía y la limpio cerrando ligeramente los ojos, le brillaban los ojos por las lágrimas que amenazan con salir. Quería abrazarla desesperadamente y preguntarle qué era lo que le aquejaba, en vez de eso le tome la mano encerrándola con la mía, tenía las manos suaves, por un momento pensé que podría romperla si la apretaba demasiado.
En cuanto la toque se separó bruscamente, se levantó, se fue y se encerró en la habitación de Mare, ella subió poco después no sin antes echarme una de esas miradas asesinas ¿Qué mierda? Yo no hice nada.

Eran las 12:30 de la madrugada cuando Ángel salió de la habitación de Mare, supongo que dirigiéndose a su casa, creo que no me vio pero así está mejor, si mantenemos la distancia todo será más fácil.

Era lunes la segunda clase, Ángel venía casi corriendo llegaba tarde a su primer clase por cinco minutos al igual que yo, estaba súper metida en su libro, nisiquiera me a visto, comienzo a creer que soy invencible para ella, justo en ese momento chocó con mi pecho y cayó de sentón. Tsss auch, eso debió doler.