Alpha #SA3 [Stiles Stilinski]

Motel Green Capri.

Samantha:

Ya era de noche y aun no llegábamos a nuestro destino, así que él entrenador hizo que paráramos en un motel "Green Capri".

—He visto peores.— Le dijo Scott a su mejor amigo.

—Si, en donde.— Contesto este.

El Motel no era tal lujoso o que al menos tuviera dos estrellas, pero solo es por una noche.

—¡Escuchen!.— grito él entrenador captando nuestra atención.— La junta a sido pospuesta para mañana, este es él motel mas cercano con habitaciones disponibles y la falta de juicio para, aceptar a degenerados como ustedes. Se pondrán en parejas, escogan bien.— entregó las llaves.— Y no habrá perversiones sexuales de ustedes, pervertidos ¿entendieron? Guarden sus sucias manos para ustedes mismos. Sam tu y las dos chicas mas compartían una cama.

Asentí y Allison y yo estábamos por irnos pero Lydia no caminaba.

—No me gusta este lugar.— Dijo Lydia mirando él motel.

—Ni a los dueños les a de gustar este lugar, pero es solo por una noche.— comento Allison.

—Todo puede pasar en una noche.

Al llegar a la habitación, Allison se iba a dar un baño mientras Lydia y yo iríamos por unas toallas.

—Valla, hay un cartel que dice "No fumar" y las toallas huelen a nicotina.— dije.

—Recuerda Sam, no es un motel cinco estrellas.— hablo Lydia y sonrei.

—Disculpe un letrero en la puerta dice que es una habitación de no fumar, pero no se porque las toallas huelen a nicotina.— Hable por la ventanilla de recepción.

La mujer volteo y pude notar que tenia un aparato en su garganta.

—Lo siento por ti cariño.— dijo.

—¿Que es eso?.— preguntó Lydia mirando una parte del techo.
— Ese numero.

Mire en su dirección y note un numero 198.

—Es una cosa que sucedió en él motel, mi esposo a insistido en ponerlo ahí.— contesto aquella mujer.

—¿Y que paso?.— pregunte.

—Es un poco mormoso para ser honesta, ¿quieres saberlo?.—dijo.

—Cuenteme.— hable segura.

—No tenemos él puesto uno en ninguna lista de servicio al cliente.— contó.

—Obviamente.— le dijo Lydia.

—Pero hay un detalle perturbador que nos tiene en él luego número uno en California, desde que abrimos a sucedido algo extraño, tenemos él primer lugar en suicidios.— dijo la mujer.

—198.— murmuro Lydia.

—Y contando.— río la mujer.

Llegamos a la habitación con un poco de miedo, le dimos la toalla a Allison y al secarse y vestirse le contamos sobre los suicidios.

—¿198?.— pregunto desde él baño.

—Si, estamos hablando de cuarenta años un promedio de cuatro punto nueve casi cinco en un año.— explico Lydia.

—¿Pero quien conmemora eso en una placa, quien lo haría, porque?.— pregunte.

—Suicidios.— dijo Allison

—Si, colgados, degollados, por envenenamiento o escopetas en la boca. No se tu pero yo pienso que...¿Escucharon eso?.
— pregunto.

—Que.— dije ya que no había escuchado absolutamente nada. Lydia se levanto y subio a la cama y mirar él ducto de ventilación.