— ¿En mi mundo? —Dije antes de que alguno de los dos pudiera seguir hablando y miré a mí alrededor, esto era mi mundo. ¿No?
—Claro, tu mundo de mortales. —Dijo la misma voz de antes.
Daryl comenzó a caminar hacia los árboles y un poco antes de llegar un cuerpo pequeño cubierto con una gran capa bajó de un árbol aterrizando perfectamente de pie.
— ¿La conoces? —Pregunte en dirección a Daryl pero no respondió, ni siquiera me miro. Él tenía la mirada en ella y ella tenía su mirada fija en mí.
A diferencia de Daryl la mirada de ella lo decía todo y me miraba con liguera curiosidad y desprecio.
— ¿Qué quieres? —Por fin hablo Daryl, dirigiéndose a ella.
—Nada que tú puedas darme. Aun. —Su mirada seguía fija en mí.
—¿Qué haces aquí entonces?
—Mh... Básicamente no tienes derecho a preguntar eso.
Daryl desenvolvió su espada tomando una posición de batalla, pero ella ya había dado la vuelta en dirección contraria alejándose de nosotros trepando un árbol y desapareciendo entre ellos.
— ¿Quién era? —Pregunte nuevamente esperando que esta vez sí me contestara.
—No sé. —Continúo observando así la dirección donde aquella chica había desaparecido. — Vamos encontré un lugar cerca de aquí donde podremos pasar la noche.
Comenzó a caminar y esta vez no lo fui detrás de él. Qué parte de quería ir a mi casa no le había quedado claro. Se que no estoy en condiciones de ponerme exigente pero no pienso pasar la noche en el mismo lugar que él.
Daryl se detuvo a unos metros de mí al ver que no lo seguía.
—Por favor. Serias tan amable de llevarme a mi casa. No quiero pasar la noche contigo. —Él pareció pensarlo un poco antes de asentir levemente con la cabeza.
—Bien, te llevare.
Durante media hora caminamos por el bosque, mi mente seguía con la extraña chica. Daryl no me dijo nada sobre ella.
Mi mundo. Que rayos había querido decir.
Por lo menos él acepto llevarme a mi casa, eso ya era un avance. Espero volver a mi vida normal después de esto, pero... ¿Realmente quería una vida normal? No lo creo.
Ángeles. Demonios. ¿Qué sigue? Vampiros y hombres lobo. Debería preguntarle, pero dudo mucho que conteste una de mis preguntas.
Salí de mis pensamientos al ver una casa. Mi casa. Aunque no se parecía en nada, no me fui más de 3 días. Esta casa parece que no hubiera estado habitada por años.
—Esta no es mi casa. —Le dije sin mirarlo. Solo podía ver la casa que se encontraba frente a mí.
—Estoy seguro de que es esta. —Adelanto el paso y abrió la puerta. No necesito llave. Me sorprendió que mi madre a pesar de lo paranoica que es, haya dejado la puerta sin cerradura.
Al entrara en la casa todo estaba lleno de polvo. No había ruido como de costumbre, mis hermanos nunca estaban en silencio y absolutamente todas las luces estaban apagadas. Daryl intento encender las luces con el interruptor, pero al parecer no había electricidad.
Sin pensarlo corrí por las escaleras hacia mi habitación, al entrar todo estaba igual, lleno de polvo. Fui a la habitación de mis hermanos y a la de mi madre, todo estaba igual y no había rastro de ninguno de ellos. No estaban ni siquiera sus cosas. Había desaparecido tres días y ellos ¿se habían mudado a otro lado? No, no creo que hayan hecho eso...
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El Libro Prohibido
خيال (فانتازيا)-¿Acaso piensas matarte? -Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz masculina entre las sombras. Su tono de voz fue neutro, como si no le importara si planeaba matarme o me caía sola. Hasta pude detectar algo de sarcasmo y humor en su voz. ...