Kim Namjoon es un chico de 22 años que vive en New York, por circunstancias de la vida se entera de que su medio hermano fallece y decide ir a Corea, es en ese entonces que como un niño rico y lleno de lujos viaja con su propio aviòn privado, regalo...
Desde que me fui de New York no dejo de pensar en esas cosas que me gustaban hacer, como escribir canciones, pintar y leer en la terraza del edificio de mi padre, me acuerdo que lo hacia en los break. Al irme y venir hacia Seùl, me di cuenta que todo lo que me importaba se habia ido al carajo pero que era por una razòn.
En mi dpto me sentìa solo, estaba encerrado y aburrido, no todo el mundo se va de viaje todos los dias. Al pasar las horas de estadìa aqui, decidì ir a caminar topàndome con una tienda de pasteles, ¿quien lo dirìa?, parece que el destino es tan absurdo y juguetòn que al entrar a esta, lo vi. Un chico alto, pelo algo rubio desteñido, ojos cafes, labios gruesos pero que a la vista parecian suaves, espalda grande, cuerpo fuerte, manos delicadas como si fueran de una princesa, una mirada firme pero apagada, asì lo vi yo, parecìa como aquel chico que conocì el cuàl me enamore perdidamente, parecìa aquella persona que me lastimò.
Al oirlo hablar supe que estaba equivocado, el era inoscente como un niño, angelical como el cielo, dulce como el chocolate pero si lo mirabas profundamente, tenìa toques amargos como el cafè, era perfecto ante mis ojos, es ideal para mi, pero en ese momento supe que yo no soy para nadie. El amor para mi, no existe, no esta en mis planes, no es para mi, como tampoco no me llevo bien con eso de querer a alguien. Me acuerdo que desde pequeño nunca recibì un tipo de cariño, como los demàs niños a esa edad. Mi madre solìa venir de su trabajo, se sentaba en el sofà y miraba sus novelas romanticas, y yo solamente me acercaba y la atendìa como si fuera su empleado domèstico, mi padre...bueno a el lo veìa muy poco.
Muchas veces, aùn siendo un pequeño, me encerraba en mi habitaciòn a llorar, eran làgrimas que jamàs fueron escuchadas y nunca fueron secadas. Al crecer y ser ya un adolescente, me independice solo, y fue como crecì poco a poco aprendiendo de la vida y de la gente al azar, fue como mis grietas por no tener cariño y consejos de mis padres se fueron cicatrizando solas a lo largo de la vida.
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Me convertì en la persona màs frìa y cruel al cuàl muchos odiarìan, era un chico que ya desde muy temprana edad ocultaba cosas. Pero ahora, me convertì en alguien desconocido ante los ojos de cualquiera, soy un extraño, alguien el cuàl todos lo pasan por alto.
Esa misma noche, se me acurriò de llamar y pedir ese pastel delicioso y ese cafè caliente tan agradable ante mi paladar. Nunca imaginè que pasarìa algo asì... ahì estaba el, esperando a que le recibiera el pastel y el cafè, le dije esa misma noche que eramos amigos pero el simplemente parecìa sorprendido ante mi reacciòn repentina. Algo tan loco como el destino, el se quedò y como dos extraños, dormimos separados.
No se porque pero lo hice, me hice el dormido esa misma noche lluviosa y frìa, fue raro pero asi paso, escuche sus pisadas inquietas, pisadas las cuàles parecìan como si se trataran, de un niño queriendo meterse a la cama de sus padres, por miedo a los ruidos de la noche. Pude escuchar, en el silencio, su leve respiraciòn, en ese momento me contube mucho, tenìa ganas de levantarme y agarrarlo, meterlo a la cama y dormir con el abrazado, sintiendo su calor.
Pero claro es algo muy loco de hacer, con una persona desconocida, ¿acaso como lo hubiera tomado el?, seguramente me hubiera golpeado, no lo se. Cosas que a mi se me ocurren hacer, pero esa respiraciòn, dios mio fue ecxitante. Al menos se su nombre y cuando me dormi, lo hice pensando en el.....Seok Jin.
Al otro dia, era un dia con mucho sol pero hacia frìo, era obvio que despues de tanta lluvia, viento ect. ; harìa mucho frìo. En fin pedì nuevamente pastel y cafè, esta vez vino otro chico el cuàl me miraba enojado, como querien decirme algo, pero este al verlo a Jin se transformo, me refiero a que se enojo mucho con el, le gritò furioso, le pidiò explicaciones, las cuales Jin no tenìa respuesta. Me enfurecì, pero me aguante bastante, aunque lo defendì diciendole que fue mi culpa, minutos despues el se fue junto con Jin, el cuàl estaba nervioso. Le dije "hasta luego Jin", pude notar su sonrojo y su pequeña sonrisa humilde y traviesa.
En estos momentos, yo se que vine por un propòsito a Seùl y debo cumplirlo, debo ir a la casa de mi medio hermano, tambien tengo que arreglar algunos asuntos, pero sobre todo, quiero respuestas.
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Continuarà...
Perdòn que sea tan corto, pero hago lo que puedo ya que ando muy ocupada, estudios por allà, estudios por acà. En fin espero que la esten pasando bien y que les guste mi historia. Muy pronto estarè contando NUEVAS novedades en Las Memorias de Brenda (esteatentos/tas) LOS AMO BYE BYE :)...
