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-¡Perla, baja! Esto te va a gustar- me grita Rosetta desde el salón, donde seguro que también estarán Carlo y Francesco.

Por cierto, ya ha pasado más de una semana desde que vi a Salvatore por última vez. Pero eso no quita que lince haya escapado otros días para ir por los tejados a que le dé el aire...
Bueno, volviendo al tema de Salvatore. Es gilipollas. Y yo también. Y además tiene mis auriculares favoritos... Sí, tengo auriculares favoritos.

Me levanto lentamente de la cama y voy hacia las escaleras, donde me está esperando Carlo. Quiere que le use de bastón... O mejor dicho: me OBLIGA a usarle de bastón.

-Vamos, yo te ayudo- ya empezamos. ¿No ve que puedo solita?
-Ya soy mayorcita para bajar unas escaleras- digo mientras le pellizco el moflete como le suelen hacer las abuelas a sus nietos.
-Perla, ya hemos hablado de esto. Sujétate a mi brazo- yo bufo y paso de él. Tengo una idea para que le dé un infarto.

-Espera, ponte al otro lado. Así me puedo sujetar mejor.- él me hace caso, como no, y se pone a mi izquierda. Agarro la barandilla de las escaleras y me siento en ella. Carlo intenta agarrarme, pero, ups, demasiado tarde... Me escurro por la escalera a una velocidad considerable y cuando estoy a punto de llegar al final, pego un saltito y llego al suelo ilesa.

Me giro y suelto una carcajada. Carlo esta echando humo por las orejas y tiene la cara como un tomate.
-¿¡Estás loca!?- dice bajando por las escaleras.
Yo sigo riendo, señalándole. Sinceramente, sí que me ha dolido saltar, pero ha valido la pena al ver la cara de Carlo.
-Creo que la respuesta que está buscando Perla es sí- añade Francesco, que está tirado en el sofá viendo la televisión.
Rosetta, de mi parte le pega una colleja para que cierre el pico.

-Vamos, Carlo, sabes que estoy perfectamente- digo sentándome al lado de Rosetta, que está subiendo el volumen.
-Escucha- dice Rosetta.

-Hoy, un vigilante del banco en el que robaron, situado en el centro de la ciudad, se le ha encontrado muerto en su casa...- un hombre calvo y trajeado empieza a hablar, ¿por qué nunca aparecen periodistas jóvenes y guapos? O al menos con pelo...

-Al parecer se ha suicidado, ya que se le ha encontrado ahorcado en su casa. Los policías que se encargaban de cuidarle nos han comunicado que una posible causa del suicidio haya sido que la banda de criminales más famosa, le estaban persiguiendo para cobrar una deuda. Su compañero ya fue encontrado asesinado hace unos días en su casa y este temía que ahora fueran a por él...- Carlo coge el mando de la televisión y lo apaga.

-Un problema menos- dice Francesco, poniendo sus manos tras de su cabeza.
-Matamos sin movernos de casa, que lujo- comenta Rosetta, mirando sus uñas.
Carlo y yo nos miramos. No creo que se haya suicidado, y por su expresión, él tampoco se lo cree.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2019 ⏰

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