Capítulo 13

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Se separaron para tomar aire, pero se quedaron muy cerca. Apoyados el uno en el otro, haciendo que sus respiraciones entrechocaran y se mezclasen. Grace miró a Ashton, que sonreía. Cerró los ojos tratando de imaginarse que aquello no acababa de pasar. Lo había hecho. Había besado a Ashton. Y no fue como sus primeros besos. Este fue voluntario, duradero, agradable. Un beso real. Un beso que la había llevado al paraíso. Uno de esos besos en los que quieres congelar el tiempo, y que nunca termine. Y no podía evitar sentirse culpable por haberle dejado ganar. Ella era Grace, era fría y sólida, como una roca. Sin embargo, se había dejado pisotear por sus emociones y ya no podía echarse atrás. Tantos años de duro trabajo saliendo con chicos que estaban enamorados de sí mismos para tirarlo todo por la borda por un aspirante a Ringo. Y entonces fue cuando él abrió la boca para hacer la pregunta que más temía, y que había estado tratando de evitar a toda costa.
-¿Te gustaría salir conmigo?
Preguntó a quemarropa en un susurro. Ella se calló un momento, y comprendió que no podía hacerlo. Por mucho que le hubiera gustado. Ahora sabía que lo que sentía por él era muy fuerte. Era increíblemente fuerte. Y si dejaba que fuera a más, la situación se le iría de las manos. Sabía que cuanto más lo amase y cuanto más amada se sintiera ella, más necesitaría de él, creando así una dependencia emocional que tarde o temprano acabaría explotándole en toda la cara. Porque esa era la única manera de no sufrir más, mantenerse al margen. No sentir nada. Si no te importaba nadie, no podían hacerte daño, y aquella técnica llevaba funcionándole desde que se vio obligada a protegerse a sí misma. Ashton era la prueba más grande a la que se había sometido desde entonces y en su interior, toda una batalla giraba en torno a una disputa sobre si debía superarla o rendirse. Como no respondió, se alejó de ella con lentitud, aunque aún estaba muy cerca. Se quedó mirándola a los ojos, como si sospechara que existía la posibilidad del rechazo después de todo. Ella le aguantó la mirada, y a falta de mejores argumentos, dijo:
-Pertenecemos a mundos muy diferentes
El continuó mirándola con seriedad y Grace tuvo miedo de echarse a llorar de nuevo en cualquier momento. En realidad, lo que había dicho, era muy cierto. Vale que sintiera algo por él después de todo, y que se sintiera segura a su lado, y que siempre la hubiese hecho sonreír, pero eso no hacía que todo lo demás desapareciera. Eso no borraba todas las palabras que le habían dicho aquellas imbéciles, ni todo el odio y los comentarios cínicos que sabía que tendría que aguantar si decidía estar con él. Porque sabía que Ashton era todo un riesgo. Y sí, quien no arriesga, no gana. Pero tampoco pierde. Y no creía ser capaz de poder salir de su zona de seguridad para enfrentarse a la vida de ser la novia de un famoso. En aquel momento era todo o nada. Y aunque le dolía, necesitaba protegerse. Incluso más que estar con él.
-En eso estás equivocada. Nuestros mundos sólo están separados por una fina línea -dijo entrelazando sus manos con las de ella- Una línea que ahora mismo está justo delante de nosotros. Es el momento de decidir si queremos saltarla
-Lo siento -le contestó reteniendo las lágrimas, aunque se le quebró la voz al final de la frase -Pero no funcionaría
-¿Qué quieres decir con que no funcionaría? ¡Nosotros podemos hacer que funcione, Grace!
-¡Para ti es fácil decirlo! -Bajó la cabeza respirando entrecortadamente -Tu vida es perfecta...¡Vamos, mírate! Tienes fans, fama, eres guapo, podrías tener a cualquier chica...
Ashton bajó la mano y le acarició la mejilla, mojada por las lágrimas. Otra vez ese escalofrío.
-Pero yo no quiero a cualquier chica, yo quiero a Grace Smith. Tienes miedo,¿Verdad?
Grace no respondió lo que no hizo sino confirmas sus sospechas. Sabía cómo se sentía. Él también tenía miedo. Es decir, él era Ashton Irwin. Iba por la vida acostándote con chicas cuyo nombre no era capaz de recordar. Y de pronto llegaba una y le hacía sentir que, por una vez, quería algo que fuera para siempre. O al menos lo bastante duradero como para que no se pudiese ver el final desde donde estaban. ¿Para qué negarlo? Se prometió a si mismo no volver a amar, y gracias a Grace, le estaba resultando muy difícil cumplir tal promesa. Y tampoco quería hacerlo. Simplemente porque ya era tarde. Estaba involucrado emocionalmente con ella, y por mucho que intentara olvidarla, o negar sus propios sentimientos, de nada serviría. Ya no le importaba sufrir, su corazón le pedía estar con ella, y todo lo demás pasaba a segundo plano. La tomó del mentón para que lo mirara a los ojos y le dijo:
-Si no lo intentamos, nunca sabremos lo que podría haber pasado, ¿No crees? -se detuvo para soltar un pequeño suspiro y limpiarle las lágrimas -No eres la única que está asustada, ¿Sabes? Pero el miedo es más fácil de superar y sé que estaré contigo
Los ojos se le aguaron. Y allí se quedaron, durante unos 30 segundos mirándose a los ojos. Grace abrió la boca para decir algo cuando la puerta del baño se abrió de golpe. Ambos se giraron hacia ella sin separarse. Por ella apareció la chica de la petaca, junto a la del teléfono móvil mientras se reían de alguna esptupidez. Giró a la cabeza y al verlos, se quedó plantada en la puerta. Miró a Ashton. Y luego a ella, decidiendo su siguiente movimiento. Señaló a Grace con un dedo acusatorio y gritó:
-¿Con que no estabais juntos, eh? ¡Mentira! ¡Eres una puta que no...
-¡Basta!
Interrumpió Ashton gritando aún más fuerte que ella, y Grace se giró para mirarlo. Tenía tensa la mandíbula y la vena del cuello hinchada. Una lágrima resbalaba por su mejilla, y entonces, se dio cuenta de cuánto la quería y de cuánto daño iba a hacerle. Pero así era como tenía que ser. Él la miró también a ella, suavizando la mirada. Sus preciosos ojos miel aguardaban, como si esperaran una respuesta.
-Te dije que no iba a funcionar -dijo ella. Aquellas palabras le desgarraron el alma, pero sabía que más adelante se lo agradecería a si misma. Le dirigió una última mirada, con todo lo que sentía, y se giró para irse, mientras pasaba por al lado de las fans, que aún miraban a Ashton en shock, incapaces de aceptar que les había gritado. "Bienvenidas al mundo real" pensó Grace. Ella también tenía algunos fans, también le habían pedido fotos por la calle y sabía como eran la mayoría de los fans. Te veían como un icono musical. Pero no como una persona. En la imagen que tenían de ti en su cabeza, cantabas, firmabas autógrafos y hacías entrevistas. Pero no todos los fans se daban cuenta de que también eras una persona. Llorabas, te enamorabas, y a veces, te enfadabas y gritabas.
Cuando salió, se limpió las lágrimas y respiró hondo un par de veces de cara a la pared para calmarse. Parecía un bicho raro en medio de una boda, con camiseta y pantalones negros excesivamente grandes para ella. Se había dejado el vestido dentro, pero ni de coña pensaba volver a por él. Lo pediría en recepción al día siguiente. Habían llevado el pastel a la pista de baile y Lucy y Taylor posaban junto a él, entrelazando las manos sobre el cuchillo. Varios fotógrafos se movían a su alrededor mientras Taylor introducía un trocito de tarta en la boca de su esposa. Grace salió al exterior, aprovechando que la gente estaba distraída y allí se encontró con Clarke y Chloe, sentadas contra el muro con una (otra) botella de champán entre las dos. Al verla llegar, Chloe frunció el ceño.
-¿Dónde has estado? -le tiró de la camiseta para acercarla- ¿Y qué llevas puesto?
Grace se dejó caer a su lado y mirando hacia delante, les contó de principio a fin lo que había ocurrido desde que salió a aquel mismo parking por última vez. Cuando terminó, tenía la mirada perdida y grandes lagrimones le bajaban por la cara y mojaban la camiseta de Ashton, que olía a limón. Se quedaron un rato calladas, mientras Grace sentía las miradas boquiabiertas de sus amigas quemándola. Enterró la cara en sus rodillas flexionadas, sin poder aguantarse más y rompió a llorar. A llorar de verdad. Desahogándose de las emociones que llevaba aguantando toda la noche. Entonces sintió los cálidos brazos de Clarke rodeándola, seguido por los de Chloe. Se mantuvieron así, apiñadas durante unos segundos. Y al levantar la cabeza, lo primero que Grace vio fue a Chloe negando con la cabeza mientras decía:
-Ay tía, has caído.
El resto de la noche se la pasaron allí sentadas. Lucy y Taylor se marcharon bajo una lluvia de arroz y pompas de jabón, Sophie se fue por ahí con Michael, y Chloe terminó pegándole un tortazo al primo de Grace que había intentado meterle mano. Al final, ambas terminaron en el baño, sujetando la cabeza de Clarke mientras, alternativamente, vomitaba la cena de 75 dólares y gemía por Ted. Lo que molestó bastante a Grace. Aquella chica nunca cambiaría. Pero la perdonó porque estaba borracha.
-¿No te encantan las bodas?
Le preguntó Chloe, pasándole el rollo de papel higiénico, que presionó contra la frente de Clarke mientras se la levantaba
-A mi sí -dijo Clarke, sin captar el sarcasmo. Se dio golpecitos en la cara con el papel -De verdad que me encantan
Chloe elevó los ojos al cielo mientras Grace se limitaba a menear la cabeza mientras sacaba a su amiga de allí. Cuando estuvieron fuera del cubículo, cayó en la cuenta de que su vestido ya no estaba sobre los lavabos por lo que probablemente las irritantes chicas que le habían jodido la noche se lo habrían llevado para coser con su tela una muñeca vodoo de ella. Clarke se miró al espejo, con el vestido manchado de una sospechosa sustancia marrón, el pelo enmarañado y el maquillaje corrido.
-Este es el peor momento de mi vida-gimió mirándose
-Vamos Clar -trató de animarla Grace, aunque ella tampoco estaba en su mejor momento- Mañana te sentirás mejor
-De eso nada -le dijo Chloe, aún un poco borracha- mañana tendrás una resaca de mil demonios y te sentirás hasta peor
-¡Chloe! -le riñó Grace dándole un puñetazo en el hombro
-Shhh -continuó poniéndose detrás de Clarke mientras le rodeaba los hombros con los brazos -pero pasado mañana te sentirás genial, ya lo verás.
Cuando salieron al vestíbulo del hotel, formaban un trío desastroso. Eran las 3 de la madrugada, a Grace le dolían los pies y seguía teniendo líquido-no-identificado de la petaca en el pelo. Los finales de las bodas siempre son deprimentes. Y de todas las bodas de su madre, aquella había sido la peor con diferencia. No podía sacarse de la cabeza la imagen de Ashton tratando de convencerla para que le diera una oportunidad que ella se moría por darle. Pero no podía. Había hecho lo correcto.
-¿Dónde estará Sophie?
Le preguntó a Chloe cuando salían con dificultad por las puertas giratorias. Clarke estaba prácticamente dormida, aunque movía un poco los pies. Chloe simplemente se encogió de hombros. Ya estaban en la entrada, acomodando a Clarke en el asiento trasero del coche cuando entró al aparcamiento un Honda Civic negro y se situó cerca de ellas. Del asiento del pasajero, bajó Luke aún con el esmoquin y desapareció en el interior sin verlas, dejando el motor el marcha. Grace sacudió la cabeza. Aquello ya no era asunto suyo. Echaron el seguro del coche de Chloe y se sentaron sobre el capó para fumarse un cigarrillo antes de marcharse. Estaban mirando a las estrellas, llenándose los pulmones de nicotina cuando Grace giró la cabeza hacia la izquierda y lo vio. En la puerta del hotel, sobre el escalón, estaban sentados Calum, tecleando en su teléfono, Michael y Sophie, dándose el lote y Ashton, con una rubia al estilo barbie, hablando animadamente. Grace sintió una punzada de dolor. No podía creer que ella se hubiera pasado la noche llorando por él mientras que él había estado ahí, con aquella muñeca, como si nada. Se le cuajaron los ojos de lágrimas de pura impotencia. Si no hubiera sabido quiénes eran, podría haber parecido que estaban en una cita. Y quizás lo estuvieran. ¿Y qué coño le importaba a ella? ¡Ella y Ashton no eran nada! ¡Nada! Se secó las lágrimas en la manga. La manga de la camiseta de Ashton. Y entonces le apeteció quedarse desnuda allí mismo. Pero no iba a hacer un ridículo así por él. No lo merecía.
De repente Luke apareció a su lado, mirando en todas direcciones. Grace dedujo que buscaba a sus compañeros de banda, y pensó que tenía que estar ciego para no haberlos visto ya. Siguió dando vueltas por allí con cara de mal humor. Ahora mismo estaba en la parte de atrás del coche de Chloe y le pegó una patada al neumático, con cabreo. Entonces levantó la cabeza y vio a Grace mirándolo. Se le subieron los colores pero rodeó el coche y se acercó a ella.
-Hola
Dijo con algo de bordería, lo que hizo que Chloe le dirigiera una mirada escrutadora. Grace que tampoco estaba de humor, lo saludó con un movimiento de cabeza
-¿Qué tal? -preguntó dándole una calada al cigarrillo
-Horrible. Había quedado con esos idiotas aquí y no consigo...
-Luke -lo llamó ella, y Luke siguió quejándose. -¡Luke!
Levantó la mirada sobresaltado para mirarla y vio cómo señalaba con la mano. Siguió la dirección de su dedo hasta la puerta. Hasta Ashton, que hablaba con su prima Holly. Pero claro, Grace no sabía quién era ella. Se quedó pensativo un momento. Era su oportunidad de dejar a Ashton fuera de juego. Frunció el ceño teatralmente y se volvió a girar hacia ella mientras se sacudía el pelo
-Genial. Seguramente Ashton se la ligará en menos de 15 minutos, aunque no creo que eso nos ayude como grupo, para nada
-¿Qué?
-Bueno -Se encogió de hombros -Sí, esa tía vino esta noche de parte de una discográfica. A vernos tocar y eso. Y ya sabes cómo es. Se lía con alguien, las cosas terminan mal y nos quedamos sin gira, o sin disco, o sin 100 pavos para comer. Siempre hace lo mismo.
En ese momento Grace se sintió tan estúpida que creyó que se le notaría en la cara. Miró a Chloe, sólo por hacer algo. Ella observaba la conversación en silencio con los ojos muy abiertos. Luke sonrió para sus adentros. Su trabajo allí había finalizado. Ya sólo era cuestión de tiempo que Grace le diera calabazas a Ashton y estuviera con alguien que de verdad la mereciera, como él.
-Bueno, será mejor que me vaya a buscarlos. Nos vemos ¿Vale? -se inclinó y besó su mejilla. Y entonces Grace la sintió. La mirada de Ashton, clavada en ella. Se quedó paralizada pero no se permitió mirarlo. Sabía que si lo hacía, probablemente se echara a llorar y no estaba dispuesta a consentirlo. Casi podía adivinar su expresión. Sorprendida. Por verla allí hablando con Luke...¡Luke! ¡Eso es! Si Ashton quería jugar a "Liga con otros delante de mis narices", que comenzase la partida. Por eso agarró al rubio de la muñeca y lo acercó mucho a ella, quedando a escasos centímetros. Después lo abrazó y muy cerca de su oreja, susurró seductoramente:
-¿Que si nos vemos? Eso espero
Y después le mordió ligeramente el lóbulo. Luke se tambaleó pero le dedicó una mirada ardiente antes de marcharse gritando en su interior. Chloe, por su parte, prefirió ignorar la última escena y le dijo directamente:
-Bueno, estoy segura de que no decía lo de Ashton en serio
Grace odió que Chloe sintiera lástima por ella. Chloe sabía que ella no se enamoraba. Ashton no era nadie para ella. Por eso, se giró hacia su amiga apoyándose en un codo. Ahora mismo no iba a interesarle lo que pasara en la entrada.
-Es igual, no es que me pille de nuevas
-¿En serio? -Esta vez pareció sorprendida
-Ya sabes. Por eso lo elegí. Este verano me largo de aquí. No quiero tener grandes compromisos. Por eso es perfecto. Tiene un final determinado, sin complicaciones. Por eso, en realidad no me importa que no haya funcionado. Sólo estaba desilusionada porque, bueno, es mono
-Claro, entonces, ¿Es uno más? Como el anterior, y el siguiente
-Es evidente ¿No? Todo debería ser siempre así de sencillo. Encuentras a un chico mono en Navidades, te lo pasas bien durante el curso y quedas libre en verano.
Cuando le daba las últimas caladas al cigarro, se dio cuenta de que era tan fácil expresarlo que debía ser verdad. ¿No era eso lo que siempre había dicho ella de los novios? Y aquella vez no era diferente.
-Sí -continuó- iba a ser sólo un rollo. Sin preocupaciones ni ataduras. Justo como debe ser. Hombre ni es que Ashton tenga madera de marido ni mucho menos. No me imagino casada con él. Ni siquiera es capaz de llevar los zapatos atados.
Rió sin poder contenerse. Se paraba a pensarlo y era tan cierto. Tan cierto. ¿Qué le veía? Aunque supiera que en realidad, lo quería como a nadie y que sólo se comportaba así para desahogar el cabreo que tenía con él y la puta tía de la discográfica. Guardó ese pensamiento en el fondo de su cerebro e hizo como si no estuviera ahí. Se quedaron unos minutos en silencio. No era incómodo pero tampoco muy agradable. Chloe echó una mirada por encima de su amiga y pareció sorprendida un momento. Grace supuso que habría visto la cara de bobo que ella sí le había visto a Luke cuando se había marchado de allí. Luego miró a Grace intensamente, como si estuviera metida en sus pensamientos. Volvió a mirar a su espalda y a Grace le pareció raro. Y sospechoso. De pronto, fijó de nuevo su vista en ella y le dijo:
-¿Nos vamos?
Grace miró su mano, con el cigarro ya consumido en ella, y luego al interior del coche, donde dormía Clarke sobre el asiento trasero.
-Claro
Y mientras salían del aparcamiento, no miró ni una sola vez a la puerta. Porque estaba segura de que Ashton seguía allí, mirándola alejarse. Y no quería que viese cómo lo miraba. No iba a darle esa satisfacción.

La Química del Amor Jóven (5SOS Fanfic.  Ashton & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora