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Decir que Min era una de las personas más pensadoras sería mentir, pues lo que menos le gustaba hacer -aparte del esfuerzo físico- era sumergirse en ideas.

Más aún cuando lo único que aparecía en su mente era aquel pelinegro que vio el día anterior.

La pequeña sonrisa que le dirigió lo cautivó al instante, anhelaba volver a encontrárselo para poder escuchar su voz. Imaginando tal vez que sería igual de adorable como su presencia.

Decidió no decirle nada a sus amigos, sabiendo que si soltaba algo lo molestarían demasiado y no quería golpearlos.

Eran las 5:30 de la mañana, cuando ya se iba dirigiendo al parque pues se despertó antes de lo normal para disfrutar la hermosa vista que daba el amanecer.

Amaba tanto esos momentos, pues recordaba a sus padres junto a él, despertando muy temprano para no perderse ese paisaje.

Salió de su ensoñación al llegar a su lugar habitual, sentándose mientras se recostaba en un árbol donde las iniciales del nombre de sus padres estaba marcado.

Pasó la yema de sus dedos por el dibujo, suspirando mientras sentía como la luz del sol iluminaba todo a su paso.

Antes de dirigirle su completa atención al amanecer, buscó con la mirada al extraño queriendo encontrarlo.

Se desilusionó al no verlo pero decidió disfrutar de la razón principal por la cuál se encontraba ahí.

Mientras que un tanto alejado, el chico que buscaba lo observaba, temiendo acercarse pues miró como YoonGi estaba muy perdido en sus pensamientos desde que pisó el lugar y no quiso interrumpir.

Amanecer⁂YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora