Amanecer⁂YoonMin

06

Desde que JiMin puso un pie en casa, lo único que hacia era agradecer al ente que hizo desaparecer sus nervios.

Realmente estaba sorprendido por haber sido capaz de hablar coquetamente sin miedo.

¡Le causó un sonrojo! Dios, realmente pudo ver como esas pálidas mejillas se pintaban de un lindo color rojizo.

Se tomó confianza y consiguió un encuentro, sufriría por despertar muy temprano sino fuera que llevaba semanas haciéndolo para espiar al chico.

Min YoonGi se había robado su corazón con solo una conversación, su voz, sus ojos, su nariz, sus labios, sus manos. Todo era simple perfección a su vista.

Y ahora tenía que planear lo que podría llevar, así ambos estarían a gusto.

◇◇◇

YoonGi no dejaba de fijar su vista en el reloj, creyendo así que el tiempo pasaría más rápido para encontrarse con JiMin.

Sus amigos lo observaban confundidos, en todo el tiempo que conocían a Min nunca lo vieron tan desesperado por algo que no conocían.

—YoonGi, no es que quiera preguntar pero voy a preguntar, ¿Por qué estás así?.- habló HoSeok, su mejor amigo.

—¿Así? ¿Cómo?.- respondió con otra pregunta.

—Alterado, nervioso, no lo sé.

—Por nada, y no estoy así.

—Ya me dirás la razón... Te dejo bebé.- le besó la mejilla antes de que YoonGi lo golpeara.

Se pasó la tarde leyendo, escuchando música y distrayéndose hasta la hora de dormir.

◇◇◇

Ambos chicos estaban nerviosos, mientras que JiMin llevaba una canasta con un pequeño desayuno, YoonGi llevaba una manta para entrar en calor ya que el frío era insoportable.

Al verse ya en el parque, ambos rieron pues parecían haber quedado de acuerdo al traer esas cosas.

—Así que JiMin, tu idea fue conocernos, empieza.- habló mientras se acercaba al cuerpo del pelinegro para poder taparse.

—Vale, tengo 21, vivo a dos cuadras del parque, todas las tardes estudio en una academia de baile, me gusta cantar aunque no lo haga tan bien, mis padres viven en Busan y tengo 2 mejores amigos.

—Min YoonGi, 23 años, vivo cerca al parque también, con mis mejores amigos trabajamos en un estudio de música, me gusta rapear.- habló rápidamente después de que Park terminara de hablar.

—Hyung, quiero preguntar algo.

—¿Qué cosa, mocoso?

—¿Por qué le gusta ver los amaneceres? Normalmente son los atardeceres los que se observan.

—Mis padres siempre se despertaban temprano para trabajar, a la misma hora que el sol salía. Así que su rutina se convirtió en ver el amanecer antes de irse y muchas veces los acompañaba.- al sentir el tono nostálgico en sus palabras, JiMin optó por no hacer más preguntas.

—¿Desde cuando me espías?.- esta vez fue Min el que preguntó.

—Oh... Y-yo... B-bueno.- el nerviosismo atacó al pelinegro, causando que YoonGi le sonriera burlón.

—¿Ahora te pones tímido? Vamos, responde.

Con un sonrojo en sus mejillas pudo responder.- Desde hace dos semanas.

Ocultó su cara entre sus manitos al escuchar la carcajada que dio el mayor.

—Me siento alagado... ¿Por qué lo hacías?.- el peligris disfrutaba ver el sonrojo en las mejillas del menor, deseaba tomarle una foto y guardarla en su escritorio.

—Me sorprendió ver a alguien tan temprano y más aún si era muy lindo así que solo empecé a espiarte.

—Una buena explicación.- el sarcasmo brotaba de sus palabras.

—Pero es cierto, no miento hyung.

—Te creo, te creo, cálmate.- ambos rieron y por fin se dignaron a desayunar lo que JiMin preparó.

Su conversación siguió, conociéndose más pero sin tocar temas privados, divirtiéndose y entrando en confianza, riendo y bromeando.

Al ver como el parque de llenaba de gente se percataron de la hora, 9:07am marcaba el reloj.

Sorprendidos por haber estado hablando por tres horas, se despidieron y no sin antes intercambiar números telefónicos.

Ambos podían afirmar que fue un grandioso encuentro.