Felony (la tentación)

Tentación 1:3

La noche había sido muy extenuante, entre los libros y el consumo de datos para el internet, todo se resumía a fantasmas, espíritus y demonios. Incluso se adentró a las páginas de la biblia en busca de algo que tuviera sentido para ella. Pero claro que todo era demasiado irreal para creerlo tan fácilmente.

Y aun peor, las dudas que comenzaron al principio se había multiplicado, dejándola sin ninguna deducción útil, pero una persona podía despejar todas sus dudas y, que además, era un viejo conocido de su madre. Si la ciencia no podía darle la respuesta a su cáncer, la locura de la fantasía la haría. Lo importante era deshacerse de la plaga.

Se levantó de la cama, miro desconsolada su bote de helado de chocolate vacío, para luego darle un tiempo a su persona. Mientras bajaba las escaleras, el olor a café recién hecho le degustó el olfato, al mismo tiempo que su estómago le recordaba que estaba hambrienta. Y al llegar a la cocina, Kris Strife, la estaba esperando con el desayuno.

Sin saber porque recordó la primera vez que lo conoció. Después de haber salido de casa con las pocas pertenencias que poseía se encontraba en un estado de desesperación porque no tenía ni un solo peso para pagar algún lugar para dormir y por lo joven que era tampoco podía encontrar una fuente de ingresos, ya que nadie la contrataba. Las pocas esperanzas que tenia de sobrevivir se desvanecían, pero su orgullo y dignidad le decían que no podía regresar con esa mujer que la maltrataba sólo por su humilde origen. Buscó en parques y estaciones un lugar para dormir y se mantuvo firmé cuando le proponían que se drogara para olvidar el hambre. Era una miseria vivir así pero ya no tenía deseos de hacer algo al respecto, la verdad se había resignado a morir.

Y entonces, fue que apareció él.

El hambre de varios días la estaba consumiendo. Nadie le daba dinero, y en el barrio ya la conocían, así que no podía robar alguna fruta de los vendedores, le quedaba una última opción, drogarse. Tomó la pequeña tela bañada en tiner y se la colocó cerca de la nariz para acabar con esa terrible y agobiante sensación de vacío en el estómago. Cuando empezaba a hacer efecto una mano le retiro la mona de la cara.

    —Ya basta Blair— una voz amable le habló— Todo término.

Al principio pensó que había sido un bonito sueño pero cuando despertó se encontraba en una habitación de hospital con varios cables clavados en su cuerpo. Le vino a la mente que tal vez la bruja la encontró pero en el momento que vio entrar a aquel joven a la habitación, sus sentidos alarmados encontraron la calma.

El chico que le salvó la vida le sonrío y se acercó a ella. Era encantador, hermoso y su rostro era muy angelical y sus facciones eran delicadas, con su toqué masculino.

    —Tranquila, te voy a cuidar desde ahora—dijo él.

Ella sintió como se le ablandaba el corazón. Darse cuenta que un extraño era capaz de ayudarla le hizo pensar que aún existía gente capaz de mostrar compasión y amabilidad.

    —Gracias.

Y después de eso Kris seguía manteniendo esa promesa. Por un tiempo creyó estar enamora de él pero tras la convivencia cotidiana descubrió que todos sus sentimientos eran de puro amor por un hermano. Increíble teniendo en cuenta aquella hermosura que poseía.

Después de un desayuno delicioso ambos se mantuvieron en silencio mientras ordenaban la cocina, y la incomodidad inquieto a Blair. Por otro lado, Kris pensó que aquel era un momento perfecto para decirle lo que había llegado para ella.

    — ¿Qué pasa? —pregunto Blair.

    —Toma este sobre. — ofreció Kris.

Blair le dio una mirada al sobre de color marfil, elegante y con las iniciales de la familia Harrison impresos en ella. Entonces el rostro de ella se transformó.

    — Es broma ¿Verdad? —dijo Blair, bruscamente. — ¿Que vínculos tienes con ellos?

    —Ahora me hablas como un extraño. — Kris parecía ofendido.

    —Tanto tiempo buscaste que olvidara el conflicto con ellos y ¿ahora me pones un sobre que prefiero no abrir?

    —Solo ábrelo.

    —No— dijo ella rápidamente. —Y si no hay nada más que vayas a confesar...me voy.

    — ¿A dónde vas?

    —Es mi día libre. Y una vida Kris. Nos vemos.

Blair salió disparada a la puerta, chocando con la muerte al salir.

Este la miro enfadado y con ganas de ofenderlapor la imprudencia de la joven. Sin embargo, sabiendo que no puede ser vistopor ella, le dio una última mirada de recelo a la casa y siguió a la humana. Mientras caminaba detrás de ella, las sospechas ocupaban la cabeza de la muerte, antes cuando pretendía entrar en la casa una fuerza le impidió el paso. A esa fuerza se le conoce como protección  presencial, es decir, alguien mantenía la casa bajo la fuerza de dios a través de su fe, algo poco común en una casa ordinaria, ya que solo en las iglesias es posible percibirlo gracias a los sacerdotes que cuidan el lugar.

Así que no había nada mas que pensar. los únicos capaces de reemplazar esa protección presencial era un ángel. Por lo tanto, tenia que ser mas cuidadoso.

Olvidando el asunto,presto su atención a la chica que curaría el mal de su existencia. la humanidad. Pero algo mas llamo su atención, ¿Una iglesia? Las alarmas sonaron en la cabeza de la muerte. Vio que Blair subía las escaleras y desaparecía dentro del recinto y aunque quiso seguirla, en cuanto puso un pie en los escalones algo quemo su planta del pie. Algo comparado a lo que le causa el sol a un vampiro. Se quedo mirando la entrada preguntándose que tanto podía percibir de su creador, satanás.

Y esas dudas se iban a resolver pronto.

Ya que Blair estaba decidida a descubrir al hombre que no podía ser visto, ni escuchado por nadie mas que por ella. Al estar rodeada de tantas figuras que parecían mirarla se sintió pequeña y cohibida, pero no se iría hasta obtener respuesta.

******************************Hola mis queridos lectores.

Gracias por seguir esta historia y como prometí en Facebook les traigo algo nuevo para cada capítulo. Antes de empezar a leer encontraran una tarjeta con curiosidades, notas y datos curiosos sobre esta historia.

Hoy les mostré una de la muerte.

¿La vieron?