Felony (la tentación)

Tentación 1:6

Las emociones de Blair flotaron como mariposas desde su interior al ver que Yul Harrison se acercaba a ella. Todo lo que había sentido en el pasado volvía acompañado de ira e irritación por que la sensibilidad de su ser nuevamente le estaba jugando una mala partida en el momento menos indicado. Nada había cambiado era alto, cabello oscuro, ancho de hombros. Con los ojos oscuros que recordaba, la nariz recta, la boca sensual...

Por otro lado, Yul estaba complacido de que estuviera allí a pesar de todos esos malos ratos que tuvo que pasar, siempre tuvo un noble corazón.  Sin importar el largo tiempo sin verse, aún tenía una esperanza de tenerla en el momento que él quisiera. Pero con cada paso que daba a su encuentro notaba que las cosas eran diferentes, el rostro de aquella pequeña ya no lo miraba del mismo modo anhelante.

No parecía impresionada, ni tampoco complacida.  Lo miraba fijamente sin tener algún tipo de expresión que le diera una idea de que esperar, su belleza era delicada y un porte bastante diferente.

     —Tanto tiempo, Blair. —dijo Yul con dulzura—Gracias por venir.

     —Lamento tu perdida.

     —Sé que no es fácil para ti estar aquí. —comento él — pero estoy feliz de que estés aquí.

Satanás intervino.

     —Por supuesto que está feliz. —susurro con malicia— Le gusta lo que ve.

Aunque Blair  trato de no prestar atención a esas palabras muy en el fondo su vanidad se entusiasmó con la idea.

     —Yo solo vine a darte mi apoyo. Pero ya me tengo que ir.

Yul parecía estar decepcionado con la idea, y no solo él, el ente había puesto mala cara.

     —Quiero que hablemos. Por favor.

     —No puedo. Tengo que ir a trabajar—agrego ella dirigiendo la mirada a la joven—Además tu acompañante te está esperando.

     —Ella solo está esperando que me rechaces para atacar de nuevo. —aclaro él.

     —Entiendo. Pero en serio me tengo que ir, la lluvia aumenta las probabilidades de tráfico.

Blair emprendía la huida, cuando él se le atravesó en el camino chocando los paraguas.

     —Pago tu día, pero no te vayas. —prometió con una gran tristeza reflejada en los ojos.

Ella sintió que el corazón se le ablandaba. Parecía que estaba siendo cien por ciento sincero y largarse de esa manera...no le parecía humano. Y de nuevo una opresión muy parecida a la que sintió en el restaurante, aquella vez de la cartera se apodero de ella.

     —De acuerdo. —dijo ella, finalmente.

     —Vámonos.

Yul Harrison se acercó a la chica de antes y se despidió de ella, aunque no parecía muy contenta con el hecho. Después salieron del camposanto y llegaron hasta el coche color negro que estaba aparcado. Él le abrió la puerta y después el tomo su lugar en el piloto.

Durante el camino ambos se mantuvieron en silencio y Blair pretendía aliviar la tensión manteniendo su mirada fija en la ventana.

Y satanás haciendo lo suyo, se entretenio en la parte trasera, husmeando en los pensamientos de Yul, asegurándose de tener algo mas que la ultima vez que enfrento a Zafiel. Sin duda, el chico estaba impresionado con la nueva Eva, teniéndola sentada a su lado las reflexiones impropias le estaba jugando una mala pasada, y que le darían  para una victoria segura en la siguiente partida.