Felony (la tentación)

Tentación 1:4

Al entrar al recinto pudo darse cuenta que el lugar estaba en buen estado a pesar de los años. Las paredes tenían un estilo barroco muy antiguo, las figuras de los santos estaban bien conservadas y protegidas por vitrinas de cristal, las bancas aun parecían resistir, y al final; una enorme estatua de la crucifixión. Al mirarla fijamente, parecía que de algún modo, atravesaba su ser a tal grado que una enorme tristeza se apodero de ella, y las lágrimas se tornaban más difíciles de retener, jamás se había sentido así.

    —Bienvenida a la casa de dios.— dijo un hombre de mediana edad, portando el habito sacerdotal.

Al ver al hombre se dio cuenta que no era su día de suerte.

    —¿Quién es usted?—le pidió Blair.

     —Soy el sacerdote de esta iglesia—explico el hombre.

     —¿Dónde está el padre Francisco?

     —Él ya se ha retirado de esta iglesia. Lamento que no pueda verlo.

     —¿De verdad? Supongo que vine por nada.—dijo finalmente Blair.—Gracias.

Parecía que no obtendría respuestas, así que emprendía la ida, pero el padre la volvió a llamar.

     —Hoy la casa de nuestro señor la ha salvado, así que debería cuidar sus palabras.—aseguró el padre con prudencia.

Blair se giró mostrando su evidente sorpresa.

     —¿De qué habla, padre?

     —De los entes, hija.—dijo el padre, con toda serenidad. —Aunque en tu caso solo se trata de uno.

     —¿Cuáles entes?

    —Estaba detrás de ti, siguiéndote.—afirmo Oriol mirando a Blair.— Afortunadamente no pueden entrar a esta iglesia, así que no debes preocuparte.

     —Lo que dice es absurdo.

     —Una persona que no cree en el mal —insinuó él —¿Me pregunto qué hace aquí?

Así que era inteligente. Las cosas se estaban volviendo interesantes.

     —Si puede responder a mis preguntas, supongo que tiene sentido que este aquí. Pero no creo en tonterías, así que sea lo más racional posible.—dijo Blair con ironía.

Oriol estaba dispuesto a contarle todo con algunas omisiones que no eran necesarias que conociera. En cuanto la vio entrar a la iglesia percibió que un ente la seguía, y afortunadamente había logrado evitar que pusiera un pie dentro de la iglesia, aunque lo que le llamo la atención fue que se tratara de la misma muerte. Era la primera vez que había visto a la entidad, ya que lo único que conocía de la muerte era a base de investigaciones.

Así que le contó sobre el mundo y origen de los demonios. Los cuales después de la caída se apoderaron de la tierra tomándola como suya y su único propósito era dañar a las creaciones de dios, tanto a los no creyentes como a los que si creen, con el único propósito de exterminar a los fieles siguientes del dios padre. Sin embargo, existen entre ellos, aquellos que tienen más poder demoniaco, y por tal motivo pueden atacar a las personas de una manera más cercana. Usando sus debilidades en su contra, hablándoles, destruyendo la fe y sobre todo tentando. Esos demonios son los más difíciles de eliminar ya que no necesita poseer el cuerpo de la víctima para doblegarla.

Y el ente llamado muerte, es uno que anuncia el peligro de los mortales, una señal de que un demonio que ha hecho un pacto con él, está detrás de este humano.

     —¿Qué tipo de pacto?

     —Depende de los intereses que tengan.

     —¿Y cómo me deshago de ellos?