Capitulo 4: De viaje.

13 2 0
                                    

No podia conciliar el sueño, eran las 2 de la madrugada y si no me dormia alli lo haria en el coche, nos trasladabamos a un pueblo de Granada. Me puse los cascos conectados a mi MP3 "Energy System" y puse "Animals" a todo volumen.

-¿Cuánto tardaremos en llegar?

-Hija eres muy pesada, ya se lo he dicho a Ana, tardaremos 6 horas, pararemos en un bar para desayunar algo.

Me apoyé en la ventana y contemplar a las estrellas. Ya no me quedaba nada... era el camino que me llevaría a vivir la vida a un peor de lo que era.

                        *  *  *  *  *  *

Escuché mi nombre. ¿Ya? Parecía que si. Ya tocaba desayunar y yo me habia dormido. Quise mirar la hora en el MP3 pero me habia quedado dormida con la música puesta así que se había quedado sin batería. Salimos del coche, la cafetería era gigantesca, Ana y yo fuimos al baño, se puso ha maquillarse, no era normal hacer un viaje y que se pusiera a arreglarse, así que pasé de esperarla y salí para pedir unas tostadas.

-Hola, quería unas tostadas y un zumo.

-Enseguida... son 5,75 euros.

Le pagué y me dio la comida lo más rápido que pudo. Tenía un hambre... Me lo comí todo y salí a tomar el aire. Como era un bar de carretera veía a los coches pasar y sentía porfin el aire en mi cara. Miré los carteles, sí ya estabamos en Granada.

-Chicas al coche- dijo mi madre, os morireis de ganas de ver la casa. Es preciosa. Ya queda menos.

-¡Vale!- estaba contenta, muy poco propio de mi.

                      *  *  *  *  *  *

-Ya hemos llegado- dijo Ana.

-¡Si hija!

Y es verdad la casa era preciosa, un edificio blanco y rectangular todo lisito, de dos plantas y un gran porche con una mesita para tomar algo las tardes de verano, en ese momento pensé que el paso que había dado parecía ir a mejor. Era un vecindario muy bonito con jardines y casas geniales y una piscina comunitaria para ir a bañarse en el buen tiempo. Cuando entramos a la casa lo primero que quise ver fue mi habitación. Era toda rosa fucsia con una cama grande y un escritorio blanco en frente con un ordenador y una silla también rosa, el armario era enorme y tenía dentro ropa nueva, era la habitación de mis sueños y... ¡tenía tele! Mi madre estaba apoyada en la puerta.

-Se que siempre le hago más caso a tu hermana que a ti y por eso te lo quería compensar y decirte que eso a partir de ahora va a cambiar, os voy a hacer el mismo caso a las dos... te lo prometo hija. Compaginaré mi trabajo con vosotras dos. Te quiero.

-Mamá, hoy es el mejor día de mi vida, creía que no sabías como me sentía.  Soy muy feliz.

                      *  *  *  *  *  *

Miré por la ventana, me quedé alucinada, mi vida cambiaba a mejor. Había un chico guapísimo rubio y de ojos azules, además moreno de tez, amor platónico pensé en voz alta y en un tono algo burlón, el chico era guapo eso estaba claro, pero ya tenía un diablesa en casa encargada de quitarmelo.

Decidida, le voy a conocer.

Moved.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora