*Comida* ♡4♡

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La comida que hizo Daniel estuvo realmente estupenda, digo por nada es un chef reconocido en nuestra ciudad y tiene una gama de restaurantes. (Por cierto esa información, lo supe recién)

Aunque me entere que ya no cocina mucho y solo se ocupa de que todo vaya bien (pero como es eso, demonios, tiene mucho suerte)

Bueno para ser honesta en toda la cena nos quedamos callados y ninguno menciono el beso que le di esta mañana. (Aunque yo no paraba de tener una sonrisa en mi rostro).

Me pareció muy gracioso, la cara de atónico que puso por el beso, y el que es muy serio.

Ahora mismo estamos cada uno en sus habitaciones. Por la ventana puedo observar cómo empezó a llover y el cielo se puso gris. La verdad es que me gusta mucho cuando llueve.

--qué diablos iré al jardín—cojo mi abrigo y salgo de mi habitación.

Corro por las escaleras y me dirijo al patio trasero donde el jardín se encuentra. Cuando abro la puerta siento el frio en mi rostro, como el viento sopla suavemente mis mejillas. Como las gotas de lluvia me cubren por todo el cuerpo.

--Que bien se siente

Ahora mismo estoy como una loca, dando vueltas por el jardín. Dejando que la lluvia me moje y el viento me haga sentir una paz en mi interior.

--¿Pero qué rayos estás haciendo?—veo como Daniel esta cruzado de brazos y se apoya en la puerta, donde la lluvia no puede tocarlo.

--Es divertido… ven, inténtalo—le hago una señal con la mano para invitarlo a salir.

--estas loca, si quieres mojarte, mójate tu sola—se da la vuelta y empieza a irse.

--acaso le tienes miedo a un poco de lluvia…-- parece no escucharme, porque sigue yéndose –…o a lo que le tienes miedo ¿es a mí?—se detiene en seco, sin dar ni un paso más.

Parece que cayó en la trampa. Como siempre tan predecible.

--¿a ti? Por qué debería temerle a una niña estúpida como vos…—bueno esta ves si se ha pasado, ese tono de voz que puso, como de superioridad me hace enojar.

--estup… sabes, aremos un trato – se jira y me presta atención –si me logras atrapar antes de que deje de llover, juro por dios que me escribiré en mi frente “estúpida” – ok talvez no lo he pensado bien pero ya lo dije así que a cumplir – pero si logro que no me atrapes, tú te escribirás en tu frente “Gran idiota”

-- eso es estúpido…-- se empieza a acercar – pero acepto el trato, solo que en vez de escribirte “estúpida”, aras lo que yo te diga por todo un día.

-- ¿Qué? Eso no es el trato.

-- empecemos—corre en dirección a mí, con la lluvia mojándolo y su mirada fija en su objetivo.

Pero que he hecho…

--espera un segundo…-- empiezo a correr en cualquier dirección--…aún no he dicho que ¡SI!…--grito al ver como corre detrás de mí.

Diablos, solo a mí se me acurre hacer un trato con este tipo. Más vale que gane, o lo lamentare de verdad.

No lo puedo creer hasta ahora hemos corrido por todas partes, en todas las direcciones y nos hemos caído como unas 6 veces. La verdad se nota el cansancio de los dos, por como respiramos y la velocidad que ha disminuido.

Fue mala idea decir “antes de que la lluvia pare” porque en vez de parar a aumentando. Nuestras ropas están completamente empapadas, pero ninguno siente frio, por todo lo que hemos corrido.

Ahora mismo estoy detrás de un árbol, y él está delante de el. Estamos respirando con dificultad pero ninguno se deja de mirar fijamente.

--¿ya te can-cansaste? Solo ríndete y seré más piadozo con tu castigo— una sonría se dibuja en su rostro.

No puedo dejar que este idiota me gane.

--rendirme ¿estas idiota?... pronto veré esa bonita palabra en tu frente.

Veo como ninguno se mueve, ambos nos quedamos quietos, apoyando nuestros pesos en el tronco del árbol.

--solo necesito hacer tres movimientos y te atrapare— lo dice sonriendo y con mucha seguridad.

--¡Ja!, no me hagas reír. Si no te has dado cuenta la lluvia ha empezado a disminuir…-- el mira a su alrededor y por fin se da cuenta – falta muy poco para que esto termine.

Vuelve a mirarme y sonríe. Veo como su pie derecho se mueve, así que se la dirección en donde se moverá.

1… se acerca más, 2… un poco más, y…

--3 gane—corro en dirección hacia la izquierda.

Veo como la lluvia disminuye más y más en cámara lenta, pero siento como caigo lentamente al suelo, por el piso mojado y el barro que se había producido.

--cuidado…--

Cuando veo que la caída me dolerá, sierro mis ojos, pero en tan solo unos segundos Daniel logra atraparme y me protege de la caída.

En el suelo escucho como Daniel se queja del dolor. El queda en sima y yo debajo.

--¡Daniel! ¿Estás bien?—pregunto tratando de verlo.

--… mi cabeza—se queja y levanta poco a poco su rostro.

--déjame ver si te hiciste daño—pongo mis manos en su rostro y lo veo detenidamente –tienes una eri..

--Gane—sonríe mirándome.

--¿Qué?

--la lluvia acaba de parar y te atrape antes de que se detenga—observo hacia riba y en efecto, la lluvia acababa de parar.

--qué más da… perdí—lo digo sonriendo y cerrando los ojos, porque no me lo esperaba que en el último minuto este Idiota me atraparía, por un error mío.

--no olvides cual era el trato—se levanta de encima de mí y se pone de pie –pero primero vayámonos a dormir que ya se hizo de noche. Mañana cumplirás con lo acordado—y se va.

No lo puedo creer. Ahora mismo prefiero escribirme la palabra “estúpida” que esperar el día de mañana.

Ellos Son IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora