*¡No!* ♡5♡

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Demonios, porque tarda tanto en irse al trabajo.

--toc toc— es el idiota (no contestes Lara. Quédate callada hasta que se vaya) —sé que ya estas despierta así que sal de ahí y ven al comedor.

(¡No! Él lo sabe. Ahora que voy a hacer, no quiero salir).

Al final termine saliendo de mi habitación para luego dirigirme al comedor donde Daniel se encuentra tomando un vaso de jugo de naranja.

--bien escúpelo de una vez y dime que es lo primero que tienes pensado para mí—me dirijo al refrigerador y tomo un vaso de agua fría para tener más energía—más vale que no pienses cosas pervertidas, idiota—se lo digo señalándolo con un dedo.

-- ¿cosas pervertidas?—él sonríe y me mira—primero, es SEÑOR-Y-SUPREMO-AMO…

--¡¿Qué?!—al escuchar eso, sin querer, hago caer el agua que estaba consumiendo y lo peor es que también escupo el agua que estaba en mi boca, en todo su rostro.

--ahg… Qué asco. Tendré que bañarme nuevamente— él se va corriendo a su habitación para creo yo, bañarse.

Un momento que acaba de decir el idiota este. (Señor-y- supremo-amo…) ¿Es enserio? ¡Debe estar loco si piensa que diré eso!

¿Cómo salgo de esto? Mamá donde quiera que estés cuida de tu podre hija que te necesita.

Luego de media hora en el comedor esperando a que el idiota salga del baño, decido irme de ahí para dirigirme a la puerta del baño donde él se encuentra. Toco la puerta para decirle algo muy importante.

--oye… idiota, quiero decirte que…

--al menos puedes esperar a que salga del baño.

-- ya llevas media hora ahí metido. ¿Cuánto más tengo que esperar?

--pues como alguien escupió encima mío… pues yo diría como una hora más.

--¿Qué? Estás loco… además, tienes que ir a trabajar, lo sabes ¿nove?

Puedo oír que del otro lado de la puerta no se escucha ninguna respuesta, pero luego de cinco minutos la puerta se abre.

--si prometes no escupirme, te escuchare— (pero que están viendo mis ojitos. El idiota solo tiene una toalla tapando… sus partes íntimas) —y bien que me ibas a decir—dice apoyándose en la puerta.

--primero ponte algo de ropa—se lo digo retrocediendo dos pasos hacia tras.

--¿ropa?...—sonríe y se acerca lentamente a mi como confiado de algo— ¿que no dijiste que yo no era un hombre para ti? Acaso… ¿cambias te de opinión?

Demonios se está acercando mucho a mi rostro con esa sonrisa de satisfacción. ¿Pero que le sucede a este tipo?. Acaso ¿quiere que lo golpee? (tranquila Lara, debes tener el control de esta situación y voltearla para tener la ventaja)

--claro que no eres un hombre—lo rodeo por el cuello, con mis brazos-- ¿acaso se te olvido el beso que te di?—veo como su expresión cambia por completo y pierde esa sonrisa de su rostro (muy bien Lara diste en el clavo)

--bien veamos si…-- de pronto siento como me rodea con sus brazos—aun piensas que no soy un hombre después de esto.

--en verdad piensas que abrazarme te hace un…

En ese momento sonó el teléfono y Daniel fue a contestarlo. Apartándose de mí.

Veo como baja los escalones y le grito desde el segundo piso.

--¿estarás todo el día solo con tu taparrabos?—sonrió mientras decido entrar al baño.

--no, no quiero que sangres de la nariz—escucho como se ríe de lo que acaba de decir.

--serás idiota—lo digo cerrando la puerta del baño.

Pero ahora que lo noto, quien pensaría que el idiota tendría sentido del humor (parece que algo estás haciendo Lara, pero no sé si eso es bueno o malo) Pude sentir un poco de escalos fríos al pensar en aquello.

Luego de unos minutos en el baño, salgo y me dirijo al comedor donde aún está al teléfono Daniel. Escucho como discute con alguien, aun con su taparrabos.

--no, no iré así que no me esperes.

Parece realmente molesto, ¿con quién estará hablando?

--…y ¿Qué culpa tengo yo?... no me importa, vete a otra parte.

Parece ser que es alguien familiar, (lo sé porque, solo hablas así con la familia)

Me siento en el sofá que está a la vista del comedor donde Daniel se encuentra. Pero cuando me siento hago un ruido y eso llama la atención de Daniel, quien me mira con sus ojos juguetones. (¿Pero que le sucede a su cara? Parece un maniático)

--sabes pensándolo bien… espera ahí, te enviare a alguien—me mira con una sonrisa macabra.

No lo puedo creer el idiota de Daniel me envió a recoger al aeropuerto a su primo, quien está llegando de, no sé dónde, y que lo estoy esperando hace una hora aproximadamente, con un cartel que dice… “esclava de Daniel”

(Debo decir que esto es una vil humillación)

El idiota me dijo que esta sería la única forma que su primo sedaría cuenta de que es el quien me envía, y luego me saco a empujones de su casa a las 10:45 am y ya son las 11:50 am.

Ya tengo mucha hambre y siento como cruje mi estómago. Miro lamentablemente a mi barriguita, quien pide desesperadamente un poco de carme.

--¿Por qué estás ahí parada como una tonta?—levanto la vista y observo que es Daniel.

¿Pero qué hace el aquí?

--este es el ala A tonta, el ala B es donde saldrá mi primo.

--¡¿Que?! Quieres decir que estuve esperando por una hora y para el colmo en el lugar equivocado—el me mira y asiente con la cabeza-- ¡pero si tú me dijiste que espere aquí!

--date prisa y vamos—me dice poniéndose a caminar e ignorándome por completo.

Luego de una discusión larga que tuve con el (que por cierto fui la única que hablo por que el idiota me trato como si fuera una loca e ignoro todos mis recamos) veo que levanta una mano haciendo una seña a alguien.

--el cartel... --me dice mirando a la dirección donde hizo la señal—levanta el cartel—yo lo miro confundida.

--¿el cartel? Para que quieres que lo levante, si tú ya estás aquí—digo un poco enojado.

--eso no importa—responde mirándome seriamente—recuerda que por hoy aras todo lo que ¡Yo! diga—veo una sonrisa de superioridad en su maldito rostro—y…apenas empezó el día.

Ellos Son IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora