A pasado los días y para mi desgracia esa mujer aparece cada mañana a recoger a Daniel quien porciento sigue sin hablarme. La verdad no es que me moleste ni nada parecido pero en todas las ocasiones que ha venido siempre me observa y se acerca a mi apunto de acorralarme.
¡Como lo está haciendo ahora!
--¡¿pero qué te sucede?!—Le digo en desesperación cuando veo que me acorrala en la cocina--¿Por qué me miras así?—parece reaccionar ante mis preguntas.
--¡ah! Lo siento mucho…--da unos pasos atrás permitiéndome algo de espacio entre ella y la estantería de la cocina—a veces no me doy cuenta de lo que ago. Lo lamento mucho.
(Lara esta chica es muy rara… y tiene una voz muy dulce)
--bueno lo has estado haciendo todos estos días—le digo mientras agarro un vaso de agua—podrías decirme por favor ¿Por qué me miras de esa manera?
Parece algo avergonzada—bueno… es que—hace una pausa—me sorprende que el señor Daniel tenga a una chica en su casa—apenas y la escucho decir eso.
Lo bueno es que no quiere matarme y, solo se sorprende de que este aquí. Eso me alivia. En verdad pensé que quería hacerme daño.
--A sí que era eso—le digo apoyándome en la estantería con una mano y con la otra sigo sosteniendo mi vaso.
--si, el señor Daniel nunca antes había traído a una mujer a su casa—mira hacia un lado—la única que había estado antes aquí era yo—lo susurra pero pude escucharla.
Bueno es obvio lo que pasa aquí. No hace falta aclararlo. (Aquí tenemos “un amor secreto” ¿no es así Lara?) Esto será divertido.
--te gusta Daniel ¿no es así?
--¿Qué? No, no, yo…--se pone muy nerviosa y eso solo lo confirma—es que él.
--tranquila—me acerco a ella y pongo mis manos en sus hombros—no hace falta que te avergüences --la miro-- Cada uno con sus gustos—me imagino a Daniel y eso me da un escalofrío.
¿Cómo es posible que le guste ese Idiota? Y mira que ella es bonita. Es que no lo entiendo, Daniel es muy serio, prepotente, impaciente, curioso, insensible ante todo y de más cosas.
(Pero bueno Lara, si a ella le gusta no podemos hacer nada)
--Disculpa podrías decirme tu nombre—le digo porque aún no lo sé y solo me refería a ella como la secretaria de Daniel.
--Ah sí, disculpa mis modales. Mi nombre es Roció Velázquez—me aparto de ella para darle mi mano.
--el mío es Lara.
--¿Lara?...—me mira muy atenta.
--Si, sé que es un poco raro—sonrió porque no es la primera vez que alguien se sorprende al escuchar mi nombre.
--¿tu nombre es Lara?
--si, ya te lo dije. ¿Pasa algo?
--no es que… creo haber conocido a alguien con el mismo nombre. Eso es todo—suelta mi mano y yo solo asiento con mi cabeza.
--¿qué están haciendo?—la voz de Daniel nos sorprende. (Más a ella que a mí)
--Señor Daniel—no me gusta escucharla decir "señor Daniel”. Suena raro—nosotras…
--nada no estamos haciendo nada—le digo a Daniel quien me mira con frialdad—solo estamos conociéndonos—empiezo a caminar para salir de ese lugar—bueno yo me voy. Los dejo solos.
Me voy pero antes de irme le guiño el ojo a Roció la cual parece entenderme y se pone roja.
(Hay que dejarlos solos Lara)
Cuando estoy por subir al segundo piso escucho como la puerta principal se abre. Cuando veo quien es, voy y lo agarro de la mano.
--¿Qué? Lara que estas…
--shhh—le cayó—solo sígueme.
Doy un vistazo a la cocina y observo que Daniel nos está mirando al igual que Roció.
--es que necesito la ayuda de este musculoso—se los digo pero noto que no era necesario—solo no nos presten atención. Sigan con lo suyo.
Con Damián subimos al segundo piso. Al llegar lo veo y parece estar muy avergonzado. Está mirando algo.
--¿Qué sucede?...--le pregunto y de inmediato me mira.
--tu mano—lo dice apenas, desviando la mirada.
Lo miro un poco confundida por su reacción y luego noto que seguimos tomados de las manos, parece que eso es lo que le avergüenza. Decido soltarlo.
--vamos, no me digas que es la primera vez que te toman la mano.
Parece muy afectado solo por ese contacto físico.
--solo mi mamá lo hacía—lo miro muy atenta. No pudedo aguantar y me reí de lo que dijo—no te rías.
--ahora falta que me digas que tampoco tuviste una novia en tu vida—mira hacia abajo un poco apenado--¿es enserio? ¿Nunca has estado con una chica?
--¡Cállate!...—parecía enfadado--...Mi mamá siempre dijo que mi primera novia tenía que ser la mujer que se convertiría en mi futura esposa. Que con ella tenía que hacer todo por primera vez.
No lo puedo creer ¿aún hay personas así en el mundo? Es que es imposible que no haiga estado con nadie. Es muy guapo y su cuerpo, ni que decir, por Dios es una escultura viviente.
(Lara ante tus ojos tienes a un hombre puro…)
--¿tampoco has besado a nadie?
--… no…
(¡Que digo puro, es una especie en extinción!)
De lo que me estoy enterando en tan solo un día. Primero; la secretaria Roció que resulto ser muy dulce y tierna. Que al parecer le gusta el idiota de Daniel y no en tiendo el ¿Por qué? Segundo; ¡Damián es virgen! Y eso le hace ver como toda una ternurita.
Que me voy a enterar después, que hay un chico ríco que está enamorado de mí.
(Lara ¿alguna vez le quitaste su primer beso a alguien?) No, nunca lo hice. Me pregunto ¿cómo reaccionara si lo hago? Saldrá huyendo como cuando le hice la broma de que me casaría con Daniel.
Me empiezo a acercar a él y parece notarlo. Al mismo tiempo el retrocede.
--¿que? ¿Qué sucede?—se empieza a poner nervioso.
Unos cuantos pasos más y lo tengo contra la pared (muy bien Lara lo tienes donde lo querías)
--oye… ¿Lara?—solo sonrió y cuando pongo mis dedos en su mejilla cierra repentinamente sus ojos.
Es más alto que yo así que solo puedo alcanzarlo poniendo me en puntillas, cuando me estoy por acercar a su rostro alguien me agarra del cuello y como si no pesará nada, me alza.
--¿qué crees que estás haciendo?—una aura de oscuridad aparece y cuando giro mi cabezo los ojos asesinos de Daniel me petrifican por completo—sabía que había algo raro cuando te lo llevaste de esa manera.
En verdad parece que me asesinara. Creo que esta ves si me pase un poco. ¡Pero no merezco morir! ¡Que alguien me salve!
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Ellos Son Idiotas
RomanceLara ese es mi nombre. Por alguna razón del universo, siempre escojo a la persona equivocada. No importa cuanto me esfuerce, simplemente el príncipe que conozco al principio resulta ser un ¡Grandísimo Idiota! Pues bien prontó conocerán a la Reina q...