A la mañana siguiente cuando mi alarma sonó mis parpado parecian estar pegados. Abri los ojos con mayor pesadez que siempre. Me coloque el uniforme e hice las dos coletas de siempre. Parecía que llovio en la noche pues había mucha neblina y todo estaba mojado. Revise la cochera y me di cuenta que ninguno de los dos carros estaba, por lo que pude asumir que mis papas no estaban. Nada fuera de lo normal.
Serví un poco de cereal en mi plato y luego puse la leche. Minutos mas tarde estaba sepillando mis dientes. Cuando salí de la pequeña casa camine a la esquina de siempre a esperar el camión que enseguida llego.
Pude ver a Wren a lo lejos quien me guardaba un asiento. Me saludo y yo fui hasta con ella lo mas torpe posible. A noche, después de ver las tarjetas, sobre todo la de salud mental, el sueño se me esfumo y solo dormí como 2 horas y media en toda la noche, sin exagerar. Las ojeras se me marcaban exageradamente profundas y negras, mi aspecto no era agradable. Mama dejo una nota diciendo que si no quería ir a la escuela estaba bien después de todo lo de ayer. Luego vi mis opciones: A) Aburrirme en casa sola. O B) aburrirme en la escuela con Wren. Eleji la opción B.
-¡Hola! - Saludo tan entusiasta como siempre. Yo solo solte un bufido y me deshice en el asiento. -¿Pero que te pasa? Luces como un panda con esas ojeras.
Ella río por su pequeña broma y yo le di un pequeño codazo en el costado. Reí por lo bajo.
-Bueno ¿ya me contaras?
-Claro, solo quiero esperar a Demian, ya sabes, no quiero contar la misma historia dos veces. - ella asintió y desvío la mirada para ver por la ventanilla.Yo me ocupaba contando los asientos, una y otra y otra ves. Lo se, no era muy entretenido pero me mantenía ocupada. De ves en cuando cabeceaba ya que el sueño se sentía muy pesado. Veinticuatro. Veinticuatro asientos. Seis filas de dos. Ese numero se repetía en mi vida demasiadas veces. Como en mi collar con la gema. Podía entender la "H" y la "A" "Haley Anderson" ¿pero el 6? Ninguna fecha importante marcaba el numero 6 en mi vida.
-¿Te enteraste de lo que se avecina? - Pregunto Wren sacándome de mis pensamientos. Ella seguía viendo atravez de la ventana. Lo único que ella veía era niebla. No se veía nada claro ahí afuera.
-¿Mmm? ¿De que hablas? - Pregunte mientras ahora veía el techo contando cuantas manchas había en el.
-La tormenta. La peor de todas. - Ahora me veia. Yo seguía sin saber de que hablaba. -La tormenta de nieve que pronosticaron. Todos hablan de eso Haley.
-Claro. Perdón por no saber de que hablan todos. -Dije con ironía y sarcasmo. -Dime mas sobre esta tormenta.
-Pues dicen que viene este fin de semana o podría ser el lunes, no están seguros. Y que puede que dure hasta 6 días. Que se cubrirá hasta 1 metro de nieve. Que nadie podrá salir de sus casas en esos días. ¿sabes que significa eso? -Pregunto entusiasmada. De nuevo, el numero 6.
-¿Que, tal ves, mucha gente muera? -Otra ves una pregunta con ironía. Ella ladio la cabeza y enchino los ojos.
-Deja de ser tan dramática, eso significa que no habrá escuela. - Sonrió exageradamente.
-Oh, grandioso por que es mejor quedarse en casa sin nada que hacer. - Sarcasmo. De nuevo.
-Eres muy agua fiestas.- Bufo y regreso a ver a atravez de la ventana.
-Bien, bien, es grandioso, disculpa, es solo que ayer fue un mal día.- me disculpe.
-Si, me doy cuenta por tus ojos. - Ahora ella era irónica.
-Irónica. Supongo que me lo meresco. -confesé. -Pero si, fue horrible.
-¿Me contaras ya?
-Ya te dije que esperemos a Demian.
-Esperarme ¿para que?- Preguto Demian quien se sentaba en un asiento detrás de nosotras. No me di cuenta en que momento se paro el camión.
-Explicarte... -Comencé hablar pero el me interrumpió.
-Santo cielo, ¿que te paso en la cara? ¿Te convertirás en un panda? - Bromeo y el y Wren rieron. No era gracioso pero creo que para unos niños de 5 años si lo era.
-Ja-ja. Bueno, eso era lo que les voy a explicar, hasta que interrumpiste. -Le reclame.
-Bueno, habla ya. Quiero saber que no debo hacer para no teminar como tu. -Se rieron de nuevo y yo les lance un pequeño golpe. Los dos se quejaron al mismo tiempo con un "auch". Y ahora yo reí.
Me tomo al rededor de 5 minutos explicar lo que sucedió ayer.
-¿Y ellos piensan que te estas volviendo loca? -Pregunto Demian y yo asentí. -Pues no se equivocan...- enchine los ojos y lo fulmine con la mirada -Pero te creo.-
-Y yo también. -Agregó Wren.
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La Hija Del Diablo
General FictionHaley Anderson no tuvo una vida que se le puede llamar buena, si no todo lo contrario. Al cumplir 14 sus padres la abandonaron y así se fue metiendo poco a poco en una vida de delincuencia, convirtiéndose, con tan solo 20 años de edad, en la mas bus...